¿Qué dicen los pájaros? María Jerez ‘colabora’ con las aves en el IVAM

VALÈNCIA. La mirada antropocéntrica que impera en nuestra sociedad provoca que analicemos todo posicionando al ser humano como protagonista con respecto a cualquier especie animal. “Somos superiores..., los animales tienen esta u otra utilidad…”. Establecemos jerarquías sesgadas, basadas en creencias humanas, sin tener en cuenta que el hecho de que nosotros seamos los protagonistas no es más que una construcción social.

Este hecho es de sumo interés para María Jerez. Investigadora de aves, coreógrafa y artista visual, lleva tiempo interesándose en el comportamiento de los pájaros, y de entre todo su trabajo, extrae una conclusión clara: “Me impresiona cuando alguien se sorprende por la sofisticación de los pájaros. Tienen un lenguaje propio, una semántica y una sintáctica a la que no podemos acceder pero que ellos aprenden. Me interesa el aprendizaje de sus cantos y llamadas, porque en el fondo se parece mucho al aprendizaje del lenguaje hablado que seguimos los humanos”.

El IVAM, en torno a la investigación de Jerez, ha organizado un taller que tendrá lugar este sábado 8 de mayo. Se integra en el ciclo sobre la Albufera Presentes Densos, un programa que estudia la destrucción ecológica a la que la contaminación y la mano humana han sometido al Parque Natural de la Albufera. La investigación de Jerez no ha terminado, ni mucho menos, pero a través de una parte teórica, una audiovisual y otra práctica, contará a los asistentes todo lo aprendido hasta el momento.

‘La escena de los pájaros’

La escena de los pájaros es el nombre escogido por María Jerez para la performance que llevará a cabo este sábado en el IVAM. Su trabajo se sitúa entre la coreografía, la investigación pura, el cine y las artes visuales. Su idea es alargar su trabajo al menos hasta 2022. El punto de partida está en un concepto de la RAE. Colaborar: 1. intr. Trabajar con otra u otras personas en la elaboración de una obra. Esta definición recogida por la Academia de la Lengua tan solo tiene en cuenta la colaboración entre personas, y es precisamente lo que Jerez rechaza con su proyecto: “En mi trabajo intento generar relaciones con objetos, materias, pájaros… Busco las relaciones en las que la jerarquía no sea entre lo humano y lo humano. Concibo la colaboración como algo más difuso, que vaya más lejos”.

En ese sentido, la intención de la investigadora es ver hasta qué punto podemos colaborar con los pájaros. Para ello, ha desarrollado diferentes herramientas fundamentalmente sonoras. “El hecho de que tanto humanos como aves estamos en el mismo entorno hace que convivamos haciendo un mundo juntos. Mi idea es ver cómo modificar la concepción de esas condiciones”, explica.

En las ciudades hay infinidad de figuras arquitectónicas con las que las aves interactúan. Fuentes en las que beben, esculturas sobre las que descansan, cornisas de edificios donde anidan… “Pese a que interactúen con los seres humanos de esta manera, no nos prestan atención. El objetivo de mi trabajo es desafiar los intereses de los pájaros hacia otras estructuras o artefactos de las ciudades”, arguye.

En La escena de los pájaros, María Jerez expondrá su trabajo a modo de taller, que toma forma con algunas piezas sonoras de grabaciones de aves in situ y vídeos de cuando pone en práctica sus investigaciones en parques. También compartirá materiales que ha ido desarrollando a lo largo de su investigación, como instrumentos de reclamo de pájaros tradicionalmente utilizados para la caza. “Son artefactos que tienen un sonido que se asemeja muchísimo al de un pájaro. La idea es activar esos reclamos y bajar al cauce del río a ponerlos en práctica”.

Huir del logocentrismo y del antropocentrismo

La investigadora indica que las aves tienen una manera de comunicarse entre ellas a la que no podemos acceder. “Tienen un lenguaje propio compuesto por cantos y llamadas. Y resulta que lo aprenden a base de probar y repetir tras su nacimiento, igual que los seres humanos. Con mi trabajo trato de ponerme a mí misma en el lugar del aprendizaje animal. No como ente superior, sino para ver qué ocurre con esa sofisticación, que pone en duda el límite del conocimiento humano”, añade.

La investigadora explica que, por mucha investigación científica que pueda llevarse a cabo, nunca vamos a llegar a conocer el tipo de escucha que las aves tienen exactamente. “Pretender conocerlo todo cuando es imposible nos pone en una situación de fragilidad. Deberíamos entender el mundo de una manera menos antropocéntrica y menos basada en el lenguaje. A mí me interesa la experiencia estética”, clarifica.

El programa Presentes Densos busca concienciar socialmente sobre ecologismo y medio ambiente. En los últimos años, muchas especies de aves han tenido que abandonar la Albufera por la contaminación del entorno y el impacto de la mano humana. El programa busca mentalizar en esta cuestión, pero María Jerez, más que una reivindicación directa, trabaja alrededor “de lo sensible”.

“Mi investigación se articula en torno a la realidad de que no debemos dar por hecho convenciones sobre lo que es o no humano, lo que es o no consumible. Mi cuestionamiento va más en la línea de lo sensible, que para mí es un plano igual de político que el propio plano político. En el momento en que alguien establece una relación con los animales no funcionalista, no basada en el consumo o la superioridad, para mí ya se hace un trabajo político. Ese es mi terreno”, argumenta. Además, opina que en la Albufera “no se hace lo suficiente, y que la sensibilización de la que ella habla puede llevar “a una política de gestión, territorio y ecología. Una cosa no quita la otra”.

La idea de trabajar en todo esto le surgió durante el confinamiento. Cuenta que durante aquellas semanas había una quietud sin precedentes en la ciudad y que, la única presencia sonora era la de las aves. “Apareció al frenar la actividad diaria. Los pájaros estaban menos coartados por la sonoridad humana”, comenta. A partir de aquello, Jerez empezó a escuchar a los pájaros de otra manera y se vio “capaz de interactuar con ellos”. En ese sentido, a la investigadora le interesa que las aves capten su interés, pero también “cómo ella puede captar el de ellas”. Habla de una escucha mutua.