VALÈNCIA. El caso IVAM, en el que se investiga a la exdirectora del museo Consuelo Císcar por el presunto trato de favor a su hijo, Rafael Blasco Císcar, más conocido como Rablaci, continuó este jueves su instrucción judicial. Era el turno para dos imputados que solicitaron declarar a petición propia, hecho que acordó la magistrada a principios de este mes de enero.
Los dos investigados que solicitaron declarar están investigados en la segunda de las piezas del caso IVAM y son la exdelegada de la SGAE en China Mari Cruz Alonso Antolín y su marido, Miguel Ángel Sazatornil Lavilla, ambos investigados por los supuestos delitos de prevaricación, malversación y falsedad documental.
Del análisis de los correos electrónicos intervenidos y de las diligencias de investigación llevadas a cabo se desprende que Mari Cruz Alonso se encargó entre los años 2008 a 2011 de la búsqueda de espacios expositivos en Asia para las exposiciones de Rablaci, todo ello en connivencia con Consuelo Císcar y otros empleados del IVAM, también imputados.
Se sospecha que esta procesada contó con la ayuda de su esposo, Sazatornill Lavilla, que supuestamente con ánimo de ocultar la participación de su esposa en estos hechos cobró del IVAM la cantidad de 284.000 euros para llevar a cabo la búsqueda de espacios expositivos para el IVAM en Asia.
La declaración
Según fuentes conocedoras de las declaraciones, ambos aseguraron que no creen posible que fuera el gobierno chino el que pagara las exposiciones y los transportes de Rablaci, tal como declaró el transportista de confianza de Císcar Enrique Bienvenido.
Alonso afirmó que no sabe de los transportes, solo gestionaban las exposiciones pero le extraña que pagasen los chinos. Según afirmó, Císcar siempre le dijo que pagaba ella y por eso aportaba los justificantes de las distancias. Tanto ella como su marido explicaron que promocionaban artistas jóvenes a través de la SGAE, si bien ahora lo hacen por su cuenta y que les contratan porque solo están ellos en China.
Esta declaración afianza la investigación de la Fiscalía y la Policía, que opinan que a Císcar le salió gratis todo lo relacionado con las exposiciones internacionales de su hijo, y que lo hizo a través del transportista del IVAM, quien tenía un suculento contrato con el museo valenciano y, supuestamente, pagaba de esta forma los contratos.
Caso IVAM
Esta pieza, además de investigar el trato de favor al hijo de Císcar, también trata de averiguar el uso de dinero público que hizo la mujer del exconseller Rafael Blasco. Un informe de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (Udef) incorporado al juzgado que investiga la causa del IVAM en la época de Consuelo Ciscar reveló que el museo sufragó viajes de lujo a la familia de la entonces directora.
En algunos correos de la agencia que gestionó los desplazamientos aportados al procedimiento se detallan frases como: "Vamos a ocultar que duerme con el marido"; "El nombre del conseller no puede aparecer"; "Su marido es Rafael Blasco, conseller de Inmigración. Super VIP. Todo a nombre de ella".
En concreto, la investigación en este procedimiento, abierto en julio de 2015 tras una denuncia de Fiscalía Anticorrupción, se centra en presuntos delitos de prevaricación, falsedad documental y malversación.