fotografía analógica

València no es solo un filtro de Instagram: la fotografía mantiene sus raíces en la ciudad

Cada vez se apuesta más por la fotografía analógica en València. Los tres estudios principales de la ciudad hablan de sus ventajas frente a lo digital

12/04/2021 - 

VALÈNCIA. Podría parecer que la fotografía analógica ya es cosa del pasado, que está obsoleta o que no tiene cabida en un mundo donde lo digital arrampla con todo. Sin embargo, no es así. Todavía hay una fuerza muy viva que impulsa esta técnica por la calidad final de la imagen, por sus colores o, quizás, porque es imperecedera en el tiempo. Evidentemente, es imposible que lo analógico pueda superar a lo digital, pero no solo quedan viejos nostálgicos que amen esta técnica, sino que, sin ir más lejos, en València hay un panorama muy establecido.

Culturplaza habla con los tres principales estudios de fotografía analógica de la ciudad. Cada uno de ellos tiene sus particularidades. Son Malvarrosa Film Lab, Carmencita Film Lab y el recientemente abierto Mauella. Las conclusiones extraídas son muy claras: lo analógico está en auge y, por el momento, no parece que vaya a desaparecer. Lo digital facilita mucho nuestras vidas y hace la fotografía accesible a todo el mundo, pero eso no implica que las cualidades de lo analógico no sean una realidad clara.

Malvarrosa Film Lab

En la Calle Romeu de Corbera está desde hace alrededor de dos años el estudio Malvarrosa Film Lab. Allí trabajan con carretes de película analógica. Además de tener una tienda de cara al público donde los venden, también los revelan y los escanean. Gema González, una de las profesionales del laboratorio, explica que con el boom digital de principios de los 2000, la mayoría de tiendas de revelado en València tuvieron que echar el cierre. No obstante, la técnica analógica sobrevivió por varios motivos: “Los que siguieron fotografiando en analógico lo hicieron por el color y la luz que saca, que hoy por hoy es imposible de imitar con las técnicas digitales. A la gente le gusta más este resultado. Hay muchos tipos de película que ofrecen resultados diferentes”.

La fotografía de moda, en este sentido, nunca ha dejado de disparar en analógico. “La fiabilidad es mayor”, explica. Entre sus ventajas, además de “la precisión en el color y la latitud” (esto es, la resistencia a la luz), está la ilusión que le produce a la gente. “Cuando disparas en analógico te reservas más tiempo para hacer una foto. No puedes hacer mil fotos, como con la cámara de tu móvil, sino que cada fotografía es importante, y a la gente le gusta esto”, añade.

En Malvarrosa revelan entre ochocientos y mil carretes al mes, la mitad de los cuales provienen de todo tipo de países. González apunta que, si bien muchísimas tiendas cerraron con el boom digital, en la actualidad se está viviendo un auge del sector y cada vez hay más laboratorios por todo el mundo. Dentro de esto, València se ha convertido en una ciudad apuesta por la fotografía analógica. “En nuestra ciudad hay bastantes laboratorios, y hemos podido observar que es un fenómeno que se retroalimenta. Conforme se abren más negocios la gente dispara más. Muchos jóvenes están empezando ahora, por ejemplo”, subraya.

González explica que a Malvarrosa no le ha afectado la pandemia en gran medida. “Es cierto que el primer mes fue muy malo, pero al ser un sector que trabaja mucho con profesionales que no dejaron de trabajar, pues no fue para tanto. Y mucha gente, encerrada en casa, seguía disparando fotos”.

Mauella

El estudio Mauella abrió hace menos de medio año. A diferencia de sus análogos Carmencita y Malvarrosa, en Mauella no se dedican a revelar carretes. Desde el estudio explican a Culturplaza que han encontrado el hueco de mercado en la especialización en copias manuales o hand-prints, “una técnica con la que se consiguen colores aún más exactos y precisos”. Esta es una de las cualidades de lo analógico frente a lo digital. Explican que se trata de un método “mucho más enriquecedor, puesto que le da un toque especial y mágico a las fotografías, empezando por la calidad”. Posibilita que la luz se capte con más sensibilidad que con las técnicas digitales, que no perciben del mismo modo los rangos entre lo oscuro y lo claro. Otra de las ventajas es, naturalmente, la conservación: “si se te rompe un móvil o un disco duro, pierdes todas tus fotos. En cambio, lo analógico es imperecedero. Si tienes un negativo de hace cincuenta años puedes positivarlo o digitalizarlo y con buena calidad”, explican.

Uno de los motivos por los cuales la técnica analógica no se extinguió con la llegada del digital es que muchos fotógrafos de moda siguieron utilizándola. En concreto, el proceso que utilizan (y que precisamente en Mauella llevan a cabo) es el de positivar. “Consiste en hacer copias manuales con ampliadoras en un cuarto oscuro. Lo que se ha hecho toda la vida. Es la mejor técnica para encontrar los mejores colores o buscar la mejor calidad en el papel”.

Con el boom de la fotografía digital, infinidad de laboratorios bajaron la persiana. “El analógico es un proceso mucho más arduo y trabajoso. Cuesta más, es más delicado y requiere mucho tiempo y pasión. Por eso la mayoría tuvieron que cerrar -explican desde Mauella-. Después de ver que en Londres los laboratorios están mucho más establecidos que aquí, decidimos montar el nuestro. Hoy en día la analógica es una técnica que se utiliza más con fines artísticos y plásticos”.


No creen que todo esto vaya a ser tan solo una moda pasajera: “Nuestra generación, que ya ha integrado todo lo digital hasta la médula, tiene con lo analógico una manera de despegarse de todo lo aprendido, de todo lo que ya sabe la mayoría de la gente. Es una forma de dar más cancha a lo antiguo, a lo diferente. Hacer las cosas con un estilo distinto”, concluyen.

Carmencita Film Lab

Carmencita Film Lab abrió sus puertas hace nueve años en Alcudia. En un principio solo estaba sus fundadores Miguel Varona y Albert Roig, al frente de un negocio pequeño. Con el tiempo el estudio fue creciendo hasta llegar a tener una treintena de empleados. Hoy en día son un total de dieciocho, y además del laboratorio en València, tienen otros dos en Lisboa y Barcelona (este último abierto hace escasos dos meses).

En Carmencita hacen revelado en todos los procesos: E6, C41, BW y en todos los formatos de película 135, 120, 4x5, 8x10... También ofrecen servicios de impresión en Ploter desde los escaneados digitales e incluyen la impresión digital en un formato híbrido que parte desde el negativo (a diferencia de Mauella, cuyos procesos son 100% analógicos). Miguel Varona cuenta que la clientela, durante los últimos años, se ha diversificado: “Antes cada cliente compraba más rollos. Ahora tenemos más clientes que compran menos rollos”. Además, explica que existe un nuevo resurgir de públicos desde jóvenes con compactas hasta el profesional más exigente en los resultados.

En Carmencita revelan entre cuatro y cinco mil carretes al mes, de los cuales la gran mayoría son encargos del extranjero. Varona opina que el auge que ha tenido la fotografía analógica en los últimos tiempos no será una moda pasajera. Explica que mientras las multinacionales mantengan su estructura de sostenibilidad, lo analógico seguirá teniendo su hueco: “En su momento Kodak se dividió para que una parte de la empresa se dedicara a la película de cine y fotografía. Surgió Kodak Alaris. En este momento Kodak tiene una demanda de sus distribuidoras de millones de carretes, los cuales no disponen de medios para servir actualmente, por que todo indica que el analógico esta aquí para quedarse de la mano de Kodak, Ilford, y medianos y pequeños proyectos emergentes como Cinestill y Bergger, los cuales mantienen todo sus stock disponible".


El fundador de Carmencita Film Lab habla también de las ventajas de lo analógico: “La reproducción de tonos de la película es mucho mayor al digital gracias a los avances y investigación de grandes marcas. Hay que tener en cuenta que lo digital tiene menos tiempo. En la película analógica hay décadas de investigación y mucha tecnología. Los tipos de estructura tienen un nivel de inversión mucho mayor. Poco a poco, el digital se va acercando, pero no tiene la misma reproducción. Lo analógico registra más información con respecto a las sombras y las luces”.

Uno de las avances que ha conseguido Carmencita Film Lab es sacar su propia película en BW denominada Carmencita Double X, película de cine en blanco y negro clásica con las que se han rodado muchos clásicos de la gran pantalla.

Varona dice que València es la tercera ciudad de España que más apuesta por la fotografía analógica. Madrid y Barcelona, por volumen y recursos, están por encima. La pandemia les ha afectado, pero al tener a su clientela deslocalizada, han podido superar las dificultades con éxito. Apunta que tanto en España como en el resto del mundo se crean todos los años nuevos proyectos que nacen desde la motivación de mantener al film vivo: "Ahora se siente una comunidad donde lo más importante es crecer todos juntos para que el film sea una una opción para todos los fotógrafos del mundo".

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