VALÈNCIA. El año 2025 no ha sido precisamente un paseo para los municipios de la provincia de Valencia. El ecuador de la legislatura 2023-2027 ha llegado cargado de sobresaltos en numerosos ayuntamientos: mociones de censura, dimisiones, liderazgos que se han erosionado y otros que, contra pronóstico, han salido reforzados. Todo ello con la Dana como telón de fondo y, como siempre, con polémicas —que se lo pregunten, si no, a los vecinos de Almussafes—.

Valencia Plaza ya repasó lo más leído de Plaza Comarcas durante 2025, donde se concentran algunos de estos acontecimientos. Sin embargo, cabe preguntarse en qué estado político cierran el ejercicio los consistorios valencianos, justo cuando la legislatura pasa ya su segunda mitad y las estrategias empiezan a afinarse de cara a 2027.

Si algo ha marcado el pulso municipal este año en la provincia de Valencia ha sido, sin lugar a dudas, la Dana del 29 de octubre de 2024. Un episodio que ha convertido 2025 en un año de reconstrucción —material, administrativa y también política—. Mientras algunos alcaldes han salido fortalecidos por lo que sus vecinos han interpretado como una gestión eficaz, otros han visto cómo la crisis abría frentes inesperados y desgastantes.

Gobernar un municipio en un escenario así no es tarea sencilla. Como resumía Maribel Albalat a este periódico cuando aún era alcaldesa de Paiporta: “Hemos tenido que inventarnos todos los procedimientos, buscar máquinas para sacar los lodos y cubas donde no las había. Nos quedamos sin ningún recurso y tuvimos que reaccionar rápido para ofrecer los servicios mínimos y básicos”.

Albalat acabaría dimitiendo meses después de la catástrofe por problemas de salud. En ese periodo tuvo que liderar la recuperación de lo que muchos consideran el municipio más golpeado por la Dana, con el runrún de una moción de censura y un desgaste personal que terminó por precipitar su salida. Hoy, Paiporta está en manos de su compañero Vicent Císcar, con la mirada puesta en unas elecciones cuyo resultado se antoja especialmente difícil de anticipar.

Los efectos políticos de la Dana también han alcanzado a alcaldes de largo recorrido. Es el caso de Josep Almenar –11 legislaturas–, en Picanya, o de Juan Ramón Adsuara, con menos tiempo en el cargo pero respaldado por una sucesión de mayorías absolutas. En el caso de Adsuara, incluso reclamando públicamente atención y recursos a una administración autonómica liderada por su propio partido. Gestos que, internamente, pican; pero que hacia los ciudadanos suelen cotizar al alza.

Otro de esos alcaldes a los que políticamente la Dana no parece haberles pasado factura es Ricardo Gabaldón, de Utiel. Para diferentes fuentes populares, Gabaldón ha sido "una gran revelación". El alcalde de Utiel fue el primer afectado por la Dana, donde comenzaron las inundaciones. En este sentido, Gabaldón ha estado en el foco político por, según consideran las mismas fuentes, "no tener pelos en la lengua". Y ese foco no viene tanto por "salidas de tono" internas del partido como tal, sino principalmente por sus críticas a cómo se gestionó la Dana y por su papel y declaraciones públicas relacionadas con la tragedia.

Alcaldes por sorpresa

Si hubo una noticia que dejó con el paso cambiado a las comarcas valencianas, fue la retirada in situ de la vara de mando a la ya exalcaldesa de Massamagrell, Pilar Peris. El día en que debía materializarse la alternancia pactada al inicio de la legislatura —con el portavoz de los municipalistas, Juan Zamorano, listo para asumir la alcaldía—, Vox decidió retirar su apoyo y propició, en el último momento, una alcaldía socialista. Un giro de guion que pilló por sorpresa incluso a Paco Gómez, hoy alcalde de Massamagrell, tras haber sido el PSOE la fuerza más votada en las elecciones.

Quien estuvo a punto de conseguir una moción de censura fue un histórico, el ex alcalde socialista de Torrent Jesús Ros. Todo apuntaba a que finalmente conseguiría desbancar a la popular Amparo Folgado, pero el PSPV reculó y la cúpula autonómica no autorizó una moción de censura pactada con quien consideraban "un tránsfuga", el concejal no adscrito y ex de Vox, Guillermo Alonso del Real, quien contó a este periódico que tampoco tenía asegurado su voto. 

Ediles 'a la fuga' en Vox

El mes de mayo se llevó por delante a cuatro concejales de Vox en la provincia de Valencia. En apenas una semana cuatro ediles de la formación de extrema derecha abandonaron el partido por discrepancias, resquebrajando la imagen de unidad y disciplina que proyecta la organización liderada por Santiago Abascal. Los concejales de Torrent –portavoz local–, Náquera –único municipio donde gobierna Vox–, Bétera –cuya concejala era la vicepresidenta de Vox Valencia–, y Serra, dejaron sus cargos en los ayuntamientos. Meses después también se produjo la marcha de una concejala en San Antonio de Benagéber por votar a favor de una moción de censura de la que el partido estaba en contra. 

Mociones de censura

La moción de censura en San Antonio de Benagéber supuso un vuelco político abrupto en un municipio acostumbrado a la inestabilidad. Eva María Tejedor Marí, que aprendió a ejercer de alcaldesa siendo la única concejala de su partido, fue desbancada en un pleno en que entregó la vara de mando a Enrique Santafosta, figura clave de la política local y exlíder de AISAB que, tras su paso al transfuguismo, encabeza actualmente la candidatura del PP pese a figurar como concejal no adscrito.

Sin embargo, al primera moción que se produjo en 2025 fue la de Barxeta, en la que PP y Som Barxeta unieron fuerzas para destituir al alcalde de Esquerra Unida, Vicente Mahiques, tras semanas de tensión interna y una crisis de suministro de agua en Navidad. Y no todas las mociones salieron como se esperaba, en el pequeño municipio de La Yesa, el PSPV recuperó la alcaldía el pasado 6 de octubre mediante una moción de censura que puso fin a 34 años de gobierno del PP.  El nuevo alcalde socialista decidió dimitir tan solo dos meses después de asumir el cargo y el PP ha recuperado la alcaldía. 

Almussafes cierra el año

El alcalde de Almussafes, Toni González, se ha visto envuelto en una crisis interna tras la investigación abierta por el PSPV-PSOE a raíz de una denuncia por presunto acoso sexual y laboral presentada contra él, lo que le llevó a dimitir de sus cargos orgánicos en el partido y solicitar su suspensión de militancia, si bien ha decidido seguir como primer edil desde el grupo no adscrito, generando tensión con el PSPV.

La cúpula del PSPV advierte de que debería abandonar también la alcaldía, pero reconoce que no puede forzar su salida institucional, mientras que los concejales socialistas de Almussafes mantienen de momento su respaldo, planteando el riesgo de una fractura interna que podría derivar en fugas hacia otras formaciones como Ens Uneix o una pérdida de control municipal similar a casos anteriores como el de Ontinyent.