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inspirada en la lonja

La falla del Burning Man contará con 126 máscaras sacadas de moldes originales del gremio de artistas

El gremio de artistas completa ‘la Lonja’ creada por Miguel Arráiz y David Moreno, que regresará a Valencia de Estados Unidos para ser quemada

31/05/2016 - 

VALENCIA. Los muros de la Lonja podrían sonrojar a más de uno. Las esculturas que trepan por el edificio hacen la de -obscena- barrera con un esplendoroso interior que la ha convertido en uno de los ejemplos de más importancia del gótico civil europeo. Sin embargo, y como todo en Valencia, también ha llegado la hora de convertirla en cenizas. Será de la mano del arquitecto Miguel Arráiz y el artista fallero David Moreno, quienes han llegado a un acuerdo de colaboración con el gremio de artistas falleros de Valencia por el que estos últimos han confeccionado en las últimas semanas las 126 máscaras que formarán parte de la falla que en el próximo mes trasladarán al desierto de Black Rock, en Nevada, donde se celebra el festival Burning Man.

La visita de Karen Cusolito y Arlo Leibowitz para conocer de cerca la festa supuso el afianzamiento de una relación Valencia-Estados Unidos que ahora se materializa con la creación de unas caras de cartón confeccionadas a partir de moldes originales, algunos de ellos de hace aproximadamente 50 años. Con estas piezas la tradición fallera se da la mano con un proyecto innovador que, sin embargo, indaga en los orígenes de la región para su puesta en marcha. “Al Burning Man le interesa mucho el trabajo en comunidad, la parte colaborativa. Queremos poner en valor tanto el convenio con el gremio como los talleres que hemos realizado en colaboración con comisiones de Torrent", explica el propio Arráiz. 

Bajo el lema Renaixement, esta suerte de Lonja aterrizará en el Burning Man en el año consagrado a Leonardo da Vinci, una falla que, como no podía ser de otra manera, también tendrá crítica. "Probad y ved cuan bueno es el comercio que no lleva fraude en la palabra, que jura al prójimo y no le falta, que no da su dinero a usura. El mercader que se haga así rebosará de riquezas y después gozará, por último, de la vida eterna". Este texto, que ocupa uno de los muros del histórico edificio, es el punto de partida de un proyecto con el que los artistas quieren reflexionar en torno a la mercantilización llevada a cabo haciendo uso de las malas artes, especialmente en el contexto de un festival que condena el uso de marcas comerciales y el arte como negocio. Cualquier conexión con la actualidad es más que coincidencia. 

"Cuando la ves de lejos parece una obra más contemporánea, pero al acercarte ves que el detalle, la técnica, es tradicional", indica Arráiz, que ya prepara el transporte de una obra que rozará los 7 metros de altura. Indudablemente esta se trata de una oportunidad de oro para los artistas que, si bien son reconocidos por sus ninots, su supervivencia económica pasa por crear decorados de cine y televisión o stands en ferias. "La actividad del artista fallero está volviendo a los orígenes, ha habido una involución. Ahora estamos como en los años 50, cuando mi padre se dedicaba a otra cosa y en noviembre empezaba a pensar en fallas", afirma José Luís Pérez Ballester 'Nobel', secretario general del gremio de artistas. 

"Este proyecto es importantísimo a nivel de repercusión. El artista de hoy en día se tiene que reinventar, diversificar su trabajo", añade. En este proceso se han topado con el dúo Arráiz-Moreno, para los que generarán las cien cabezas que, como esas esculturas obscenas de la Lonja, se colarán de forma burlesca entre los bellos ventanales en los que se inspira la obra, que contará con una planta similar a la que crearon en su día para Nou Campanar. "Estas figuras, que ahora estarán en una pieza de arte contemporáneo, entran dentro del discurso de los artistas valencianos tradicionales, modeladas por creadores ilustres como Vicente Luna o Juan Huertas". Esto es así porque se han usado los moldes originales, piezas cedidas por algunos de los agremiados que, por unos días, han trasladado sus talleres a Nevada. 

Creado en colaboración con el ingeniero Josep MartíRenaixement es uno de lo siete proyectos becados de fuera de Estados Unidos por el festival, que cada año recibe a aproximadamente 65.000 personas. La visita de Miguel Arráiz y David Moreno al Burning Man en agosto de 2015 fue el inicio de una bonita amistad que a final de año llevó a Larry Harvey, cofundador y director filosófico del evento, a tender la mano al alcalde de Valencia, Joan Ribó, para generar un intercambio cultural que, meses después, ya ha definido su qué y su cómo.

Apoyo del Ayuntamiento

El Ayuntamiento de Valencia colaborará económicamente, con una cantidad aproximada de 10.000 euros, para la ejecución del monumento y traslado del mismo con el fin de promocionar la fiesta más allá de las fronteras de la Comunitat, especialmente en el año en el que se decidirá si la Unesco cataloga las Fallas como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. "Esta es una oportunidad tanto para las Fallas, la de darse a conocer en otra fiesta que tiene en común el culto al fuego y el arte efímero, como para los artistas, que darán a conocer la versatilidad de su trabajo y puede abrir el campo a diferentes colaboraciones", explica el concejal de Cultura Festiva, Pere Fuset.

Ha sido la colaboración entre Arráiz y Moreno y el gremio de artistas falleros la clave para que el gobierno municipal haya respaldado una acción que llevará las fallas a Estados Unidos aunque, ojo, no arderá allí. En el desierto de Nevada estará expuesta, pero volverá intacta a Valencia, pues el Burning Man no permite la cremà de cartón. "Es muy importante esa ventana que están abriendo David y Miguel, ellos han sido pioneros pero es algo que beneficia a las Fallas. Su aventura no es solo particular".

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