VALENCIA. Este jueves la Federación Empresarial de Hostelería de Valencia (FEHV) envío un comunicado para mostrar su "disconformidad ante las celebraciones de eventos gastronómicos que tienen lugar en espacios públicos de Valencia". Lo hizo "una vez más", alzando la voz ante "este tipo de eventos" en los que dudan de que se haga cumplir de manera íntegra "la normativa legal e higiénico-sanitaria, tal y como se exige a los miles de locales de hostelería de la ciudad".
La noticia llega al calor de los cambios impositivos en torno al IBI: "desde la Federación de Hostelería de Valencia no se entiende que el Ayuntamiento apruebe subidas del IBI y el incremento de las tasas de terrazas para cientos de locales de hostelería valencianos, y al mismo tiempo se autorice la celebración de este tipo de eventos que merman la afluencia de clientes de manera considerable a sus establecimientos". De esta manera, los hosteleros expresan -como ya han hecho en distintas ocasiones durante los últimos años- su oposición a este tipo de oferta gastronómica.
No obstante, en esta ocasión han querido poner como ejemplo algunos eventos recientes como es el caso de la Gran Fiesta del Marisco que, "durante 18 días ha ocupado el antiguo cauce del río Turia. Un evento con una dudosa aportación gastronómica a la cultura valenciana y que es gestionado por una empresa de Zaragoza". Además, este fin de semana los Jardines de Viveros se llenarán de food trucks en un evento de comida callejera (street food). A este respecto, la Federación de Hostelería de Valencia viene reclamando un estudio sobre el fenómeno de los camiones de comida y recuerda que, actualmente, "se encuentran fuera de legislación". La FEHV hace alusión al evento de esta semana, pero la misma semana pasada hubo otro evento con food trucks en los mismos Viveros.
Tal y como ha podido contrastar este diario, el comunicado de la FEHV alberga cierta controversia ya que algunos de los operadores que este fin de semana estarán en el citado evento de Viveros son asociados suyos. Además, el encuentro está impulsado por la cervecera Amstel, que es proveedor estratégico de algunos de los negocios miembros de la propia federación. La situación, en resumen, muestra el problema de situación ajena a una regulación admisible por parte del sector hostelero.
Desde la asociación creen que, además, "existen suficientes establecimientos de hostelería legalmente establecidos para atender a la demanda de ciudadanos y visitantes". El problema, en cualquier caso, es que estos eventos "dificultan la actividad empresarial de un colectivo como el hostelero, que constituye uno de los principales motores de la economía local, de generación de empleo y de aportación de ingresos a la Administración", dicen desde la FEHV. El regidor responsable del área, Carlos Galiana, preguntado hace menos de un año por este diario aseguró que el Ayuntamiento, no obstante, estar más próximo al slow food que al stret food, como concepto comercial.