A MANOS DE MARÍA GARCÍA

Abre la librería Nöstlinger: la nueva ‘vecina' de la Saïdia

7/12/2023 - 

VALÈNCIA. Hay una nueva vecina en la Saïdia. Lleva gafas, tiene pelo negro con flequillo y encabeza el cartel que da la bienvenida a la librería Nöstlinger, un nuevo espacio regentado por María García, casi gemela del logotipo del comercio. Un felpudo con forma de guepardo blanco da la bienvenida al espacio, en el que García atesora entre estanterías los libros que ella "querría leer". 

En sus gafas de pasta refleja la pantalla del ordenador, en el que anota las compras de unos vecinos felices con contar -por fin- con una librería en el barrio, recién inaugurada. Cuenta García que ya ha conseguido hacerse con algunos clientes que apuntan a ser fieles, les trae la alegría no tener que moverse a una zona más céntrica para toquetear y hojear los libros: “Es el primer espacio dedicado enteramente a los libros, yo sabía que tenía que emprender aquí esta idea y responder así al barrio”, comenta la librera.

El nombre viene de su obsesión con Christine Nöstlinger, una autora austriaca que descubrió cuando tenía ocho años: “Era la primera lectora con la que me obsesioné, recuerdo leerla en la editorial Barco de vapor y mirar en el reverso para buscar más libros suyos. Escribía para niños pero tenía una mentalidad muy progresista. Escribía sobre sexualidad, sobre la liberación de la mujer y sobre inmigración. Además, ilustraba todos estos relatos ella misma”, recuerda García.

Inspirada en ella, confiesa que se “autoeditó” un libro a modo de trabajo del colegio. Y recuerda este momento como una de las primeras piedras en el camino hacia el oficio que ahora ocupa de librera. Entre sus estanterías intenta reunir libros de los que Nöstlinger estaría orgullosa: desde una estantería dedicada a la literatura feminista hasta secciones sobre ecología y ensayos de todo tipo.

Confiesa que la idea de la librería surge en suma de su sueño por emprender y de su afición lectora. Vio que podía comenzar a hacerse realidad con la referencia reciente de Fiona Songel con la librería La Primera, a quien considera su “madrina librera”. Varias amigas le enviaron que Songel traspasaba su librería y, aunque García no pudo adquirirla en ese momento, ya quedó en su cabeza el germen de la idea: “Vi que Fiona y yo teníamos más o menos la misma edad -ahora mismo unos 36 años- y pensé que, si ella había logrado tener una librería, yo al menos podía intentarlo”.

“Capitalicé mi paro y comencé a buscar locales como una loca, al final un día, dando vueltas por el barrio, encontré el espacio y ahora he podido hacerlo realidad”, explica, un trabajo que ha hecho de la mano de la gestoría La Tribu Rosa y con un microcrédito del Programa de Apoyo Empresarial a las Mujeres (PAEM), promovido por el Instituto de la Mujer. Dentro de este sueño, ya materializado, fantasea con poder dar a los vecinos lo que piden: desde talleres hasta presentaciones, pasando por actividades infantiles el fin de semana. La sala está medida al dedillo, las mesas esconden algunos taburetes para que se puedan hacer realidad estas actividades: “Me gustaría poder organizar algo los sábados para los más pequeños, tengo pensadas varias cosas pero lo que quiero es ir conociendo a los vecinos y saber que necesitan”, aclara. 

En sus estanterías también tiene libros de “mesa de café” y relatos infantiles. De cada libro por el que le pregunten, conoce una pequeña historia, ya que los estudia para poder recomendar mejor a sus clientes: “Conozco las reseñas y me sé defender. Trabajo con una base de datos en la que lo ordeno todo y analizo lo que me interesaría leer. De momento encargo pequeñas cantidades porque, si no se venden, es tener dinero parado”, comenta. 

Desde el día de apertura ya ha agotado los ejemplares de Un amor, de Sara Mesa, al calor del estreno de la adaptación al cine de Isabel Coixet. También confiesa que, por ahora, las ventas han superado sus expectativas: “Se nota que hacía falta una librería en el barrio. Todo el mundo me lo ha dicho y lo he visto estos días. Me apetece escuchar qué necesita el barrio y responder a eso, estoy segura de que La Saïdia va a ser el próximo espacio de moda en la ciudad, en el momento que abran una cafetería de especialidad ya está todo hecho”, comenta entre risas. 

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