VALÈNCIA. Tras haber sido admitido a trámite por parte del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana el recurso del sindicato UGT contra la Relación de Puestos de Trabajo (RPT) planteada por el Consorci de Museus de la Comunitat Valenciana (CMCV), era ayer el momento de verse las caras en un juicio que, sin embargo, llegará más tarde que pronto. Fue de “mutuo acuerdo” que las partes optaron por aplazar el juicio, que se celebrará el próximo mes de julio, una decisión que deja por el momento en stand-by el proceso.
El sindicato denunció al organismo público tras haber sido aprobada la reestructuración de plantilla sin la correspondiente negociación con los sindicatos, tal y como criticaron en su día, una RPT en la “se han establecido una nuevas funciones para los puestos de trabajo distintas de las que venían realizando”. De esta forma el sindicato pidió “que se anule, se revoque y se deje sin efecto las nuevas funciones y tareas que se asignan a los puestos de trabajo”.
Por su parte, el gerente del CMCV, José Luis Pérez Pont, afirmó que esta RPT busca “poner orden” en una institución “atrófica”. Según se especifica en el plan de ordenación de recurso humanos, parte de la plantilla del Consorci está compuesta por empleados de carácter laboral con la condición de “indefinidos, pero no fijos” derivados de un “fraude contractual”, una situación que “reclama la necesidad de regularizar la provisión de los puestos”. La reestructuración de plantilla, por tanto, llevará a que la mayoría de los puestos que componen el Consorci salgan a concurso público.
Fue el 12 de diciembre cuando el pleno del organismo dio el visto bueno a la relación de puestos de trabajo, pleno del que formaba parte el gerente del CMCV; el conseller de Cultura, Vicent Marzà; o la directora general de Cultura y Patrimonio, Carmen Amoraga. El 30 de diciembre se formalizó el documento con su publicación en el en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV), siendo ya en 2018 cuando el sindicato denunció el mismo.
La Conselleria de Cultura justifica los cambios en "motivos de carácter técnico y ajustes en la programación" pero no aclara el futuro de las propuestas anunciadas o si se suspenderán más proyectos