En gastronomía hemos vivido estos años la vuelta a la cocina esencial, la pasión por el mundo vegetal o el producto sin aditivos (ejemplo de ellos son Etxebarri y Elkano)
Pero el amante de la comida siempre busca una emoción más intensa, y por ello surge una tendencia que nos conecta con nuestra parte más primitiva: comer carnes exóticas. Un universo de intensidad y sabores únicos.
Carnes más allá de tabúes
Viajamos más que nunca y sentimos una especial atracción por lo diferente (según el último informe de Global Destination Cities Index, algunas de las capitales asiáticas como Kuala Lumpur o Seúl ocupan los primeros puestos de ciudades más visitadas del 2016), y este gusto por lo exótico se lleva también en Gastronomía.
Desafiando los escrúpulos iniciales de los visitantes, algunos de los mejores restaurantes del mundo apuestan por carnes insólitas, o clásicas pero en un formato que sorprenda y arremeta contra los prejuicios del comensal. El mejor ejemplo es el restaurante danés Noma, que sobrecogió al mundo entero con su carpaccio de ternera con hormigas vivas.
La carne de cebra, por ejemplo, es considerada un auténtico manjar en muchos países de África, y es muy rica en hierro. La de culebra, algo menos visual que la rosada carne de cebra, es habitual en mercadillos de Tailandia; y la de serpiente de cascabel es beneficiosa por su alto contenido en proteínas.
Saltando a Australia encontramos la carne de canguro, cuyo porcentaje de grasa es igual al de la carne de pavo (1%).
Alejándonos de tierras cálidas y adentrándonos en las nórdicas, encontramos dos tesoros especiales: alce y reno. El alce, muy consumido en Suecia, posee una carne muy tierna que enamora por su sabor intenso, distinto al de las carnes que consumimos en España. Más sabrosa que la ternera, no tiene casi grasa y es muy rica en hierro. La carne de su primo menos corpulento, el reno, es una fuente de vitaminas B, A y E, además de contener selenio, que ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares. ¿Cómo es posible que sea tan beneficiosa? Fácil, se alimentan de múltiples variedades de plantas y frutos.
Pero, ¿y el vino?
Lo curioso de esta nueva tendencia es que, en realidad, las cualidades organolépticas de este tipo de carnes armonizan mejor con los vinos de Ribera del Duero o Rioja que carnes más convencionales de nuestro día a día.
La intensidad y sapidez del canguro o el reno son los perfectos acompañantes de los taninos y la profundidad aromática de un Tarsus; precisamente por eso es el momento de buscar el maridaje perfecto de un Ribera del Duero ejemplar con la carne más sabrosa del planeta.
Bodegas Tarsus busca la mejor carne del mundo
Esta tendencia ha llevado a Bodegas Tarsus (D.O. Ribera del Duero) a crear un concurso único para carnívoros de toda España que sueñan con probar la última tendencia gastronómica. Desde el 9 de Mayo y hasta el 12 de junio, dos aventureros podrán ganar un viaje por varios continentes buscando los sabores más intensos y probando las carnes más exóticas, como la de camello en Dubai, la de pitón de Hong Kong o la suave carne de canguro en Sidney.