MARIDAJES IM(POSIBLES)

Cómo decepcionar a tu familia estas navidades y fracasar en el intento

Bien sabéis que estamos ya en época de fiestas, con todo lo que conlleva, y seguramente sea muy obvio escribir algo del estilo “cómo sorprender a tu familia estas navidades”, pero prefiero tratar un tema clásico y que manejo mejor. Cómo decepcionar a tu familia estas navidades.

| 22/12/2023 | 4 min, 28 seg

Si queréis la lista de los vinos donde no fallar, tenéis Vivino. Os dirá qué beber, y si te descuidas, igual hasta te dice qué pensar

Por cierto, para quien no lo sepa, Vivino es una aplicación donde se escanea un vino y la aplicación te dice cuántos puntos tiene, en un ranking de 1 a 5 estrellas. La clasificación está hecha por los usuarios de Vivino. Me recuerda esto a un antipoema de Nicanor Parra, titulado “Best Seller”, que decía 

"¿BEST SELLER? La KK se come: Tanta mosca no puede estar equivocada", Nicanor Parra

Entonces, lo que ocurre es que llega un sumiller con la botella de vino, llega la persona con la aplicación, escanea el vino y la persona “decide” antes de probar el vino si le gusta. En el vino, como en la música, no se puede hacer una media porcentual y valorarlo así. ¿Cuántos puntos tiene Let it be? ¿Cuántos puntos tiene una canción de Bad Bunny? ¿Son comparables?

Y lo que quiero decir con esto es que el gusto se educa, y para educarlo pasamos por fases diversas. Así como cuando somos bebés el único gusto que nos agrada inicialmente es el dulce y vamos adquiriendo los demás con el tiempo -quien los haya adquirido-, es necesario un proceso de aprendizaje, de desafío, que se pierde cuando siempre bebes lo mismo. Porque quién te dice que te tiene que gustar un tipo de vino, cuando el mundo está lleno de estilos, variedades, aromas, texturas… Algunos pueden ser más accesibles y otros, algo menos. Pero te lo pierdes todo porque solo escuchas los éxitos de Spotify o lo que dice Vivino. 

Pero dejemos la docencia y pasemos a la decepción en el ágape navideño.

Empecemos por el vino de Jerez, un golpe en la mesa. Te plantas en la comida familiar, con todo el jolgorio navideño y avisas, ¡he traído vino! Se suceden los vítores, pero cuando anuncias que no es un RRR* (el KKK del mundo de los vinos) el gesto cambia, se asoma cierta decepción, que se hace patente en el momento en el que indicas que es un fino. ¿Pero el Jerez no es para el postre? ¿No es para echarlo en las carrilleras? No, es para el aperitivo. Para acompañar con jamón ibérico, con almendras, con ensaladilla, con aceitunas o gildas. Con gambas blancas o clóchinas.  Uy, esto es muy seco, ¿no? Dice alguien. Sí, de los vinos más secos del mundo. Pero si eliges un fino algo más viejo, como el escaso pero maravilloso Tres Palmas de González-Byass, tendrás un extra de textura, cremosidad, que hará disimular ese carácter tan seco y hará adeptos a los incrédulos. Los hermanos gritarán ¡aleluya!. O no. Pero ya no es culpa tuya.

Para continuar, les propongo que saquéis el tema de la amnistía, que estas navidades dará para muchas charlas interesantes. O Podemos, ¡cuántas risas!

En ese momento, sacamos una botella de Ígnios Orígenes Listán Negro, de Borja Pérez. Para terminar de dinamitar todo, si queremos que la cena vaya en la línea de las comidas familiares rollo The Bear o como en el videoclip de Sing de Travis. Adjunto documento.

Borja trabaja en La Guancha, en el norte de Tenerife. Su vino es pura expresión de suelo volcánico. Es un vino intenso, con matices vegetales, casi mentolados, balsámicos, propios de la variedad y con fruta roja fresca, como grosellas y notas de piedra quemada, como de cerilla. Su color es de una intensidad bajita y una acidez alta, tensa y divertida, ideal para asustar a los bebedores de maderotes.

Y ahora un blanco, pero ¿blanco después del tinto? ¿Es que no sabes nada de vinos? ¡En Vivino no pone nada de que el blanco se tome con el plato principal!

Para acompañar el plato principal me gustaría recomendar una serie de vinos que seguramente están agotados y que van por cupos limitadísimos, así que esos, de mis queridos Carlos de Cerrón, Manuel Cantalapiedra o César Márquez los dejamos para otro día. Pero aún se puede conseguir Nelin, un Priorat blanco demoledor de René Barbier, amplio, intenso, complejo, grande. Es un ensamblaje de garnacha blanca y macabeo, con una sutil maceración con las propias pieles de las uvas y luego fermentado y criado en tinas de roble. O en su defecto, un Châteauneuf-du-Pape blanco. 

Es muy importante decir, mientras servimos el vino -a no más de 12 grados- en una copa amplia, que el mejor tinto es un mal blanco. Éxito asegurado. O fracaso, depende del punto de vista.

Estos son mis consejos para intentar fracasar estas navidades, espero que tengáis éxito.

*siglas del triunvirato Rioja, Ribera, Rueda

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