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LES ARTS activa LA REFORMA DE SUS ESTATUTOS

Cultura enfoca cómo será el concurso "internacional" y "sin nacionalismos" que busque sustituto a Livermore

13/12/2017 - 

VALÈNCIA. Después de la tempestad no siempre llega la calma. La dimisión de Davide Livermore como máximo responsable de la actividad en el Palau de Les Arts ha dado paso a un escenario de inestabilidad e incertidumbre entre los trabajadores artísticos y administrativos del espacio, pero no solo eso: como de la nada, la ópera valenciana ha desembarcado en el debate político y ha levantado la reacción de los grupos en la oposición de Les Corts: Ciudadanos y también el Partido Popular, al que muchos de los asistentes al coliseo valenciano todavía recuerdan por haber dado carpetazo a la mejor orquesta de España hace apenas tres años.

València, la ópera y la gestión pública no han abandonado las batallas durante sus 12 años de extraño affaire en el gran 'casco' de Santiago Calatrava. Antes de su llegada y durante los primeros años, por la ostentación de unas posibilidades económicas ajenas a la las órbitas más alejadas de la realidad económica y social de la Comunitat. Un pecado original de consecuencias irremediables por el agravio comparativo con lo que fue, pudo ser y es. En el transcurso, por los entreactos a base de inundaciones con desperfectos millonarios, reforma completa de toda su cubierta y operación por supuestos –y graves– delitos de corrupción que cuentan los meses para dilucidar responsabilidades. En la actualidad, porque aunque a buena parte de los abonados al coliseo esta realidad no les parece conflictiva, el Palau de les Arts absorbe casi el 30% de todas las transferencias para Cultura de la Generalitat

La Conselleria de Educación, Investigación, Cultura y Deporte no oculta el choque de realidad de que un tercio de los recursos totales del ámbito vaya a parar a una única sala, en una única ciudad (impuestos autonómicos) con una consecuencia de 200 euros –gasto público autonómico– por espectador. Así lo recordaba recientemente el profesor de Economía Aplicada y responsable técnico del Plan Estratégico Cultural Fes Cultura, Pau Rausell. Y aunque la dimisión de Livermore ha precipitado lo que se consideraba una situación "de transición" hacia una realidad más armónica con las posibilidades económicas y el fomento al resto de las industrias culturales de la Comunitat, son distintos los factores de influencia que descubren cómo será el concurso "público", "internacional" y "sin nacionalismos" para dar relevo al artista turinés.

Sin cortapisas nacionalistas

En este conflicto ha sido el propio Girona el que ha comandado la crisis y también es quien ha hecho públicas las bases que este miércoles se debatirán en el Patronato. Ha sido él el que ha mantenido la relación constante con Livermore y éste solo ha tenido palabras de aprecio profesional por la interlocución. Ahora, en la búsqueda de un sustituto, apunta a que el concurso será "internacional", para un profesional que ocupe la dirección artística –y no la 'súperintendencia'– durante los próximos cuatro años. El Patronato, con una representación plena y exclusiva de representantes políticos, no propondrá "ninguna cortapisa de cuotas de valencianía, ni de nacionalismo ni de nada que se parezca".

Como modelo de referencia, Girona apunta a las bases del reciente concurso del Liceo de Barcelona para un cargo homónimo. "Ni es localista ni va en detrimento del carácter internacional de Les Arts", según las declaraciones hechas durante la entrega de los XXXV Premis Literaris Ciutat de València. El secretario autonómico rechazó las designaciones "a dedo" de "la época del PP", aunque su Conselleria optara por mantener a Livermore ya que, hasta la entrada del equipo de Vicent Marzà, el contrato del exresponsable era temporal a la espera de una nueva Administración. Más tarde, se conjuraron para que agotara su mandato, con buena sintonía y no pocos gestos del italiano por contentar políticas de territorialización y acercamiento de todo tipo de públicos. Finalmente, la incompatibilidad en el contrato que ninguna de las dos partes ha querido resolver ha capitulado el acuerdo. 

"Dentro de unos meses tendremos a una persona -como director artístico- elegida a través de un concurso público, como hacen los grandes espacios operísticos de Europa", ha declarado. "Un proceso abierto y participativo" que saldrá adelante este miércoles y del que dará cuenta el propio conseller a partir de las 19 horas. 

Tres figuras para gobernar Les Arts

El concurso público hace referencia al gestor artístico del centro, pero habrá dos más escogidos por la propia Generalitat. Uno de ellos con cargo operativo, un gerente, que ocupará del "día a día" y que será designado por la Administración. También un presidente, que "tendrá la representación institucional que hasta ahora tenían Livermore o Helga Schmidt" como anteriores intendentes. Se prevé que este sea "una persona valenciana" procedente del mundo civil o empresarial y que no recibirá remuneración por ocupar el cargo. Una persona designada para la representación pública del coliseo y sus actividades.

El futuro triunvirato se interpreta un gobierno "similar a la del resto de "palacios de la ópera de España" como "el Teatro Real, la Maestranza de Sevilla o el Liceo de Barcelona". "Queremos dotarlo de la estructura que tiene cualquier teatro del mundo". "La modificación de los estatutos" busca dar al coliseo valenciano "una estructura diferente –a la ahora extinta– para normalizarla". Cambios que, según Girona, en ningún caso afectan a los trabajadores de Les Arts que, por cierto, acaban de ver aprobada su Relación de Puestos de Trabajo que en breve saldrá publicada en el DOGV. 

El secretario autonómico de Cultura ha comentado que "no se modifican las relaciones laborales". "Los trabajadores pueden estar tranquilos porque no les afecta. Los estatutos dan estabilidad y una estructura más estable y deslindan las responsabilidades laborales y las artísticas", ha insistido. 

El cambio de los estatutos

En cuanto a la modificación de los estatutos que se formalizará este miércoles, el responsable autonómico ha comentado que era un trámite "previsto desde el principio de la legislatura" porque los actuales eran "los hechos para un coliseo que comenzó a caminar hace doce años" y requerían adaptarse a la actualidad y dar paso a "una distribución de la gestión más racional".

"En la fase inicial estaba muy bien que hubiera un superliderazgo como es el que ejercía desde el punto de vista de la dirección Helga Schmidt o el que el PP otorgó con su contrato a Davide Livermore" pero "llegado el momento se tiene que ir a una distribución de la gestión más racional", ha expuesto Girona.

En este sentido, ha defendido la conveniencia de "distribuir el peso entre la gerencia, que se ocupa del día a día, y la dirección artística, que se ocupa exclusivamente del contenido artístico". "Creo que un director artístico no tiene que preocuparse de los problemas laborales o del alquiler de las salas. Debe atender las posibilidades artísticas que tiene el espacio", ha reiterado.

Por último, Girona ha querido hacer referencia a la polémica sobre las afirmaciones de Plácido Domingo por la dimisión de Livermore y ha precisado que "en ningún momento" dijo que el tenor "no era una persona que pudiera opinar sobre el Palau de les Arts" sino que cuando habló "acababa de llegar de fuera" a València y tenía, por lo que le había comunicado Livermore, una interpretación "sesgada" de la situación. Tras ello, ha defendido que Domingo "ha trabajado, trabaja y continuará trabajando" con este auditorio. De hecho, en la rueda de prensa del secretario autonómico tras la dimisión del exresponsable artístico, aseguró que la Generalitat estaba "muy orgullosa" de que éste hubiera seguido trabajando con Les Arts y diera nombre al Centro de Perfeccionamiento.

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