Nuria Enguita dimite ante la falta de "apoyo" de la Generalitat Valenciana | Barrera no aclara ni cómo ni cuándo se solventará la falta de dirección del museo
VALÈNCIA. Fin de una era en el Institut Valencià d’Art Modern (IVAM). Nuria Enguita dimitía este miércoles como directora del museo, una salida que pone fin de manera abrupta a su labor al frente de la institución cultural tras desvelarse la donación de dos parcelas de su propiedad a la Todolí Citrus Fundació, entidad presidida por Vicente Todolí, con quien coincidió en su etapa en Bombas Gens y uno de los ocho miembros del comité de valoración del concurso a través del que accedió a la dirección del IVAM. La donación, revelada por El español el fin de semana, provocaba entonces un pequeño terremoto en el los despachos del museo y la Generalitat Valenciana, un primer movimiento que en apenas tres días ha crecido hasta acabar con la dimisión de Enguita, un relato marcado por la desconfianza y que deja al museo sumido en la incertidumbre.
Su marcha, en todo caso, era un escenario que este lunes parecía no estar sobre la mesa. Tras tratar de manera interna la noticia sobre la donación con la Vicepresidencia Primera y Conselleria de Cultura, liderada por Vicente Barrera (Vox), Enguita remitía un comunicado en el que detallaba los términos en los que se había llevado a cabo, un movimiento que formaba parte de una campaña de micromecenazgo participada por unas 25 personas y que iba dirigido a la Todolí Citrus Fundació, no a Vicente Todolí a título personal. De igual forma, la hasta ahora directora del IVAM subrayaba que, en caso de disolución o extinción de la fundación, los bienes de la misma solo pueden destinarse a fundaciones o entidades no lucrativas y no al patrimonio personal de los fundadores o patronos de la Todolí Citrus.
El primer comunicado, teniendo en cuenta que hasta el momento no había ninguna denuncia ni investigación sobre la donación, parecía calmar las aguas. Aparentemente, también el propio Vicente Barrera trataba de apaciguar el asunto el martes, cuando respondía así a preguntas de los medios sobre la donación: "Hasta la fecha todo nos ha parecido legal y acorde hasta donde hemos podido ver en el caso del IVAM. Si hay alguna irregularidad tendrán que dilucidarlas las autoridades competentes, pero no estamos detrás de estas investigaciones ni mucho menos". Una cosa que no dijo el conseller es que ese mismo día desde su departamento se había redactado un escrito para la Fiscalía en el que denunciaba la donación al considerar los hechos como "indiciarios de un posible ilícito penal". El movimiento de la Generalitat abría un nuevo escenario en el que Nuria Enguita parecía no ser ya bienvenida.
Y es que su marcha no ha estado motivada tanto por que se haya desvelado la donación, sino por una cuestión de falta de confianza con los ‘jefes’ de una Conselleria que había marcado distancia con ella. "Ante la denuncia formulada por la Generalitat Valenciana y los continuados ataques contra mi persona basados en información falseada es evidente que no cuento con el apoyo del gobierno valenciano. Ante esta situación y para evitar más perjuicio al museo he decidido tomar esta decisión", explicaba ayer la directora, apenas dos horas después de presentar su renuncia a Barrera. “La semana pasada se celebraron con éxito los 35 años del IVAM y quedó demostrado que la institución está en su mejor momento de los 25 últimos años. No parece casualidad que los malintencionados ataques contra mi persona coincidan con el momento de máxima visibilidad social del museo”.
Con su salida, Nuria Enguita esquiva lo que se preveía como unos meses de agonía en los que el asunto iba a continuar en la agenda mediática. Horas después del anuncio de la ya exdirectora del museo, Barrera señalaba que su Conselleria "se ha regido por las indicaciones" de la Abogacía de la Generalitat y que "nadie" de su departamento "ha invitado a marcharse" a Enguita. "La señora Enguita se va porque quiere, ella responde por sus actos" De igual forma, también se ha referido Cultura al proceso de selección de Enguita, subrayando que es un “caso heredado del anterior gobierno” y que son ellos quien deben dar las “explicaciones oportunas” para “esclarecer el asunto y limpiar el buen nombre y prestigio del IVAM”.
El ‘portazo’ de Enguita, en cualquier caso, deja una certeza: el museo queda descabezado. Cabe destacar que la dirección del centro, tal y como fija la Ley del IVAM, está dividida en dos cargos: por un lado la dirección artística y por otro la gerencia. El despacho de la dirección artística queda vacío hasta que Cultura determine quién o cómo se ocupará su puesto. Por su parte, la plaza de gerente, persona encargada de asuntos vinculados a la gestión y administración del centro, lleva desde verano sin ser ocupada. Fue entonces cuando la Conselleria impulsó el proceso de selección de un nuevo gerente, convocatoria que resultó desierta hace meses "al considerar que ninguno de los candidatos resulta idóneo para ocupar el puesto". No fue hasta enero cuando se reinició el proceso, que todavía no ha concluido.
Con todo, el IVAM se enfrenta ahora a un periodo de incertidumbre con la dirección artística y la gerencia por cubrir, un vacío de poder sobre el que la Generalitat no ha dado ninguna pista. ¿Asumirá la dirección la actual directora adjunta, Sonia Martínez?¿Se abrirá un nuevo concurso? “Ahora, de forma inmediata, tenemos que finalizar el proceso de selección del gerente y estudiar la fórmula para el nombramiento del futuro director o directora de la institución”, han explicado desde Cultura en un breve comunicado en el que subrayan que el museo continuará funcionando con “total normalidad”, aunque no aclaran quién asumirá las labores de ambos. En este sentido, cabe recordar que en estos meses Enguita había asumido la ‘firma’ del gerente para evitar el bloqueo en cuestiones administrativas.
La que fuera directora artística de la Fundación Antoni Tàpies y de Bombas Gens llegó al IVAM en 2020. O, mejor dicho, regresó, pues entre 1991 y 1998 fue conservadora del mismo. En este caso llegaba como directora artística con el objetivo de iniciar una nueva etapa que, entre otras cosas, ha estado marcada por el impulso de su vertiente más contemporánea y el acercamiento al arte joven. Artistas como Alberto Feijóo o Guillermo Ros han desplegado interesantes proyectos específicos en sus salas, mientras que se han impulsado proyectos que van más allá del ámbito expositivo como el programa de investigación y producción Arte y Contexto, que les ha conectado con firmas jóvenes como Marina González Guerreiro o M Reme Silvestre, o el programa de estudios sobre teorías y prácticas artísticas Articulacions, organizado en colaboración con la Universitat de València y la Politècnica.
En estos años se han desplegado no pocas exposiciones destacadas, como la retrospectiva dedicada a Teresa Lanceta, pionera del arte textil contemporáneo y Premio Nacional, un proyecto comisariado por Nuria Enguita y Laura Vallés Vílchez en colaboración con el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (MACBA). En el ámbito internacional, algunas de las propuestas a destacar han sido la de Asger Jorn, con una exposición que profundizaba en la edición y la experimentación gráficas del aclamado pintor danés, o Anhelo de luz del sur, de la artista nigeriana Otobong Nkanga. Uno de los proyectos más exitosos de los últimos años, en cualquier caso, tiene sello local: Ruta gráfica. El diseño del sonido de València, una exposición que revisa la producción en materia de ilustración y diseño durante la conocida como Ruta del Bacalao que fue un éxito de público y crítica.
El trabajo en torno a la propia colección del museo o para poner en valor la creación de artistas mujeres, incentivada a través del programa expositivo y las adquisiciones de obra, ha sido clave durante los años de mandato de Enguita. De hecho, uno de los ejes de la programación de este mismo curso con proyectos como Popular, una macroexposición que reúne obra de Andy Warhol a Equipo Crónica, o Escena 1. Hacer paisaje, un proyecto enmarcado en el 35 aniversario del centro que reúne obras de 33 artistas de la colección del IVAM desde 1930 hasta la actualidad.
Estos años también dejan alguna cuenta pendiente. Una de las más evidentes, el bloqueo de la subsede proyectada en el Parc Central. Cabe recordar que el propio concurso para acceder a la dirección del IVAM en 2020 pedía a los aspirantes desarrollar una idea de subsede del centro en València, siendo más adelante cuando se desveló que sería en una de las naves del Parc Central, tras su cesión por parte del Ayuntamiento de València. A pesar de que se anunció su apertura para 2023, el proyecto sigue sin avanzar, una ampliación que el actual gobierno no ha aclarado todavía si acometerá o no. También el cierre temporal de la Sala Muralla o la falta de impulso al Pati Obert, el jardín trasero del museo, han marcado algunas de las cuentas pendientes de los últimos años de gestión.