CASTELLÓ. Las muestras de apoyo al Museo Inacabado de Arte Urbano (MIAU) de Fanzara continúan llegando a una semana de que la ordenanza, con la que se busca controlar la creación de murales en la localidad, termine su examen público. Hasta el 22 de febrero tienen los vecinos y vecinas de plazo para proponer cambios o pedir impugnar el reglamento que, como han explicado sus organizadores, imposibilita la celebración de un proyecto que convoca anualmente a decenas de muralistas de todo el mundo para intervenir las fachadas y calles de municipio castellonense con completa libertad artística.
Son muchos los residentes de Fanzara que han presentado pues sus alegaciones, tal y como apunta Javier López, uno de los fundadores del proyecto, pero, además, el apoyo también está llegando desde diferentes asociaciones e instituciones. Así, el Departamento de Historia, Geografía y Arte de la Universitat Jaume I acaba de presentar un informe donde deja reflejado su apoyo al festival y alerta de "criterios ambiguos" en dicha ordenanza, mientras que el presidente de Gestió Cultural (la Asociación Valenciana de Profesionales de la Cultura), José Mª Bullón Torres, ha enviado una carta al mismo alcalde con la que le insta a reflexionar sobre los "prejuicios" que dicha medida puede ocasionar. En ambos se denuncia además un acto de "censura".
"El MIAU está considerado como una de las experiencias de gestión cultural bajo radar, más interesantes de cuantas se celebran en el estado español y es un modelo de revitalización de las comunidades despobladas", ha manifestado el presidente de Gestión Cultural, quien alerta que, sin embargo, "difícilmente subsistirá" si se somete a control previo los murales a realizar por parte del ayuntamiento. "Teniendo en cuenta que los artistas plásticos que participan lo hacen sin recibir honorarios, cuando poblaciones que disfrutan de obra de estos artistas han pagado miles de euros por ellas, será difícil que una iniciativa basada en la ordenanza municipal aprobada salga adelante", ha explicado Torres, quien concluye con que "precisamente el arte urbano -heredero de los grandes muralistas de comienzos del siglo XX- tiene entre sus fundamentos la denuncia social y el inconformismo, por ello algunos autores denominan incluso al muralismo como los cuadernos de los pobres". Es por todo esto, que desde la asociación han reclamado al Ayuntamiento de Fanzara que anule la ordenanza aprobada.
Cabe recordar que la polémica surge por un mural concreto: el del artista Elías Taño, que, en un alegato por la memoria histórica, incluía la frase “La única patria digna de este país sigue en cunetas”. Ante ello, el Ayuntamiento de Fanzara, que ya habría pedido anteriormente el borrado de la frase sin éxito, optó por la publicación de un reglamento que dice que, a partir de ahora, todos los murales que se hagan en las fachadas de la localidad deben ser previamente revisados y aprobados por el consistorio. Pero además, determina que quedan prohibidas "frases, dibujos o similares de carácter político o cualquiera otra intervención que pueda herir la sensibilidad de las personas o de los distintos colectivos".
En este sentido, desde el Departamento de Historia, Geografía y Arte de la UJI, alertan que la ordenanza municipal de fachadas no especifica la forma de proceder ni los y las responsables de la misma selección. Se tratan pues de "criterios ambiguos de imposible objetivación". Así mismo, desde la universidad consideran que el reglamento "establece claramente una interferencia con el derecho a la libertad artística reconocida en la Constitución Española".
"Aún reconociendo que a veces las manifestaciones artísticas pueden ofender, no es admisible en una sociedad democrática que dicha ofensa sea motivo de censura", reitera Víctor Mínguez, director del departamento de Arte, quien insiste en que, el MIAU "se ha convertido en una experiencia colectiva de colaboración e intercambio recíproco de aprendizaje entre artistas, vecinos, voluntarios y organizadores a través del arte, y esta circunstancia es debida a su funcionamiento, en el que es la relación entre todos lo que determina la obra artística. Y es esta singularidad la que convierte al MIAU en un festival de arte único y diferente a todos los demás que se realizan en otros lugares de España".
Dicho esto, no habrá MIAU con censura. La respuesta del MIAU ha sido clara y la organización, que se convocó con los vecinos a mediados de enero, ha comunicado que la continuidad del festival queda en entredicho. "Nosotros ni sabemos ni controlamos las obras que los artistas van a hacer en la localidad. La libertad siempre ha sido parte de nuestra filosofía, y no vamos a renunciar a ello”, explicaba López, en declaraciones a diario. Con todo, desde la organización aseguran que hay "más asociaciones e instituciones" que les están ofreciendo su apoyo e irán sumándose comunicados, a los ya publicados, en los próximos días. En la esfera política, tanto el PSPV como Compromís han respaldado públicamente al festival, tanto desde les Corts Valencianes, como la Diputación de Castellón y diferentes pueblos del norte de la provincia.