El trasfondo del éxito
“El éxito condiciona tus relaciones, cambia muchas veces tu forma de relacionarte, te aísla muchísimo, te aleja de lo que podríamos considerar como ‘mare’ (tus amigos de toda la vida, familia, esos amigos sanos, los amigos con hijos, esos que ya no encajan tanto en tus nuevos hábitos). Pero es cierto que muchas veces se obvia que ese aislamiento suele ir ligado a un consumo de drogas, de las que no se habla. Y no hablo solo de drogas de ocio. El otro día leí el artículo de Marta Moreira sobre ‘Bodies’, y me dio mucho vértigo en el estómago y me dieron ganas de llorar, ahora incluso recordándolo me emociono un poco. Creo que se habla mucho en prensa pero no se practica en la realidad, hablamos de la salud mental pero nos olvidamos de lo poco que ayudan nuestros hábitos a veces en las giras, las presiones, la convivencia, la falta de intimidad, la gestión de las redes que no descansan, la exigencia externa y la autoexigencia, la sensación de soledad, la sensación constante de fracaso cuando algo no funciona, el vértigo del aislamiento… las drogas a veces es la mejor manera de sobrellevar todo eso.
La percepción del consumo
“No sé si las drogas como tal son tabú. No lo creo, se habla abiertamente de consumo en muchos temas, y dependiendo de los artistas, algunos hasta hacen apología de... Creo que se omite hablar de la gravedad porque a veces hasta nos parece divertida, tanto a los artistas como a los espectadores, la convivencia con éstas. Nos incluyo, tenemos varios temas homenajeando a nuestro camello y nuestros hábitos en los camerinos. Pero el problema no es del que se expone, sino del que mira, del que señala, del que acompaña.
La industria tiene que ponerse las pilas, porque los artistas ya no solo conviven con la presión de ésta, sino con su nueva carrera en marketing digital de community manager (que no deja de ser una droga más), lo que hace que la desconexión con uno mismo y con los suyos sea de una inmensidad terrorífica. Hacen falta managers más responsables, padres de familia como el mío que empatice con sus artistas, promotores más empáticos, pero sobre todo, un público más concienciado, menos exigente y más humano. Deja la puta pantalla vive y deja vivir. Y cuando vayas a un concierto, disfruta, no exijas, no critiques, no juzgues. Disfruta y si no te gusta, pírate”.
Scroll y dopamina
“Me encantaría poder dejar de vivir en las redes. He tenido un susto físico y evidente que me ha hecho parar en seco con algo igual de palpable que la neumonía. La cocaína, el tabaco, el alcohol, las pastillas...son cosas que puedo tirar a la basura, que tengo que ir a comprar, que alguien me proporciona, que incluso me pueden llegar a ayudar a gestionar. Pero las redes, la sobreestimulación, la sobreexposición, o la obligación a seguir en un panorama digital como artista o incluso creativo freelance, es casi una cárcel invisible y terrorífica. He llegado a tener sudoraciones, taquicardias, estrés y mono. A veces las drogas me han servido también para olvidarme de esta otra droga que no palpo…”.
Al acabar, Carmen se dice: “Qué gusto cuando esa fiesta te la mereces de verdad…”.