VALÈNCIA. Hace aproximadamente un año que el Museu de Belles Arts de València, dirigido por José Ignacio Casar Pinazo, presentaba la Dama de perfil, perteneciente a la colección privada Delgado y atribuida a Velázquez. Esta pieza se convertía en la gran estrella de una colección que, desde entonces, ha pasado a exponerse en la pinacoteca valenciana a través de un acuerdo de cinco años de duración. Con gran parte de la colección ya integrada en las salas del museo, el centro desvela otra nueva pieza 'con sorpresa' de la misma. Se trata de 'Retrato de monja', una pieza atribuida al pintor sevillano Bartolomé Esteban Murillo (1618-1668).
Coincidiendo con el 400 aniversario de la muerte del pintor, sale a luz este óleo sobre cobre en el que la mirada de una joven monja transmite una elevada fuerza interior que la lleva a buscar la luz, ignorando cuanto le rodea, una pieza presentada ayer en la pinacoteca por su director, José Ignacio Casar; el conservador de arte que ha expertizado la obra, Ignacio Cano; el restaurador Rafael Romero y el secretario autonómico de Cultura y Deporte, Albert Girona. "Pocos museos pueden presumir de tener entre sus fondos seis Murillo [...] presentar una obra inédita constituye una de las mayores ilusiones de cualquier institución museística", destacó Casar Pinazo.
El soporte de 'Religiosa en contemplación' consiste en una especialmente gruesa lámina de cobre, cuyos extremos se encuentran arrollados, formando una elevación regular a modo de marco. Por el "excepcional uso" del formato, como por la similitud con algunos recursos empleados en la serie de capuchinos, puede tratarse de una obra realizada en torno a los años en los que Murillo trabajaba en los capuchinos y la Catedral de Sevilla, entre 1665 y 1670. Considerado un "valiente" en el uso de los materiales, distintos aspectos técnicos han llevado a los mencionados expertos a atribuir la obra a Murillo, un proceso de investigación que deja una duda abierta: la identidad de la retratada.
Descartado el hecho de que se pueda tratar de la hija del pintor, la incógnita sigue sin ser despejada. La técnica pictórica y la intensidad expresiva hacen de ella una pintura de "gran personalidad y calidad, que solamente podría haber realizado un pintor de una particular destreza y maestría del panorama artístico español", reflejan desde la institución. "El personaje revela la mística de raíces hispanas de personajes que, como santa Teresa, desarrollaron su unión con Dios desde la intimidad de la contemplación. Este gesto fisonómico lo encontramos con cierta frecuencia en la obra de Murillo, quien desarrolló un código simbólico que quedó fijado en la pintura sevillana". Según el restaurador de esta pintura, se trata de la "obra de un genio", una pieza "singular en lo técnico" que "permite desplegar todas las capacidades artísticas y reflejar todas sus pinceladas" a través del material empleado. "Su obra es un esfuerzo por alcanzar la máxima empatía", recalca sobre la producción del sevillano.
La obra de arte pertenece a la Colección Delgado, ha sido cedida en comodato por un periodo de cinco años al Museo de Bellas Artes y se ubicará en la sala 15, pintura barroca española, junto al resto de "murillos" de la colección, así como Velázquez, Van der Hamen, Hiepes, Ribalta, etc. 'Religiosa en contemplación' se une a otras obras de Murillo que tiene el Museo de Bellas Artes, como 'San Agustín lavando los pies a Cristo', 'San Francisco de Asís', 'San Antonio de Padua', 'Oración en el huerto', 'El Salvador' y 'Magdalena penitente'. Estos tres últimos forman parte de la Colección Delgado.
El Museu de Belles Arts de València abre sus almacenes, con motivo de celebrar el Día Internacional de los Museos, y prepara un recorrido por los pasillos en los que se conservan verdaderos tesoros, donde se lleva a cabo la catalogación de obras y donde suceden demás labores de mantenimiento que permiten que el museo funcione
Tras inaugurarse en València, la exposición 'Prohibit fixar cartells. REA' pasa por el Museu de Belles Arts de Castelló con una nueva selección de carteles que pretende recordar cómo ha sido el diseño en la provincia durante las últimas décadas