VALENCIA. El proyecto Valencia 'film friendly' ha tocado techo. Con la futura puesta en marcha del sistema de ventanilla única para agilizar los trámites y la renuncia a los 15.000 euros por tasas que recibía hasta ahora el Ayuntamiento de Valencia, sus competencias le impiden ir más lejos para convertir el cap i casal en gran plató de Europa.
Además de estos dos proyectos y la cuestión promocional, otro asunto ha salido -de nuevo- a la luz en las últimas reuniones mantenidas entre representantes del sector y la Valencia Film Office: las ventajas fiscales. Tema complicado de desemarañar, lo cierto es que son muchos los profesionales que demandan que se retome el debate con los actores implicados para mejorar las condiciones en el ámbito de la Comunitat Valenciana.
"Siguiendo el modelo de Canarias, se podrían deducir gastos fiscales de las partidas de creativos, guionistas, actores y técnicos que tengan residencia fiscal en Valencia; productoras o empresas de service que tengan domicilio fiscal también aquí y, según qué casos, ya hayan producido anteriormente proyectos similares para asegurar la calidad y evitar el intrusismo", aseguran desde ATRAU, Associació de Treballadors de l'Audiovisual de la Comunitat Valenciana.
Aunque el 'modelo Canarias' es sencillamente imposible de replicar, desde la Spain Film Comission apuntan a la necesidad de crear un sistema propio para la Comunitat Valenciana. Gran Canaria cuenta con uno de los incentivos fiscales a la producción cinematográfica y audiovisual más potentes de toda Europa gracias a la existencia de un régimen fiscal propio convalidado por la normativa nacional y europea. Así las cosas, para producciones españolas, se establece una deducción de hasta el 40% para el primer millón invertido en la producción, y del 38% para el resto del presupuesto de la producción, sujeto a una deducción máxima de 5.400.000 euros por película. Adicionalmente, las producciones internacionales podrán generar una deducción máxima de 4.500.000 euros, calculada como el 35% del total de los gastos aptos incurridos.
Esta ventaja, que se justifica por su situación geográfica, contrasta con lo establecido en el resto de regiones. En este caso, según se indica en el artículo 36 de la nueva Ley sobre el Impuesto de Sociedades, con el objeto de beneficiar el desarrollo de la industria cinematográfica española, se incrementa el porcentaje de deducción por inversiones al 20% para el primer millón de euros. Por otra parte, para el caso de grandes producciones internacionales se establece una deducción del 15 por ciento de los gastos realizados en territorio español, siempre que éstos sean de, al menos, de 1 millón de euros.
Con este panorama, los profesionales del sector plantean la necesidad de que la Generalitat abra la mano a posible ayudas más allá de la legislación a nacional y, además, que se tomen otro tipo de medidas para que los rodajes repercutan directamente en la economía valenciana. "Pedimos que un porcentaje de todas la producciones que vengan a la Comunitat Valencia obligatoriamente tengan que pasar por la contratación de población local, no puede venir una productora de fuera y no dejar ningún beneficio", apuntan fuentes del sector.
"Fundamentalmente, lo que queremos es que los incentivos fiscales se traduzcan en una mejora real para el sector audiovisual, para los operadores, técnicos, actores y actrices, maquilladores y un largo etcétera de profesionales gravemente perjudicados por el desmantelamiento de la industria que conllevó el cierre de RTVV", añaden desde la asociación ATRAU.
El problema de la industria audiovisual es tridimensional y, además, pasa por tocar otro asunto que en ese 'modelo Canarias' admirado por muchos ha sido clave: las empresas de service. Otro de los puntos para fomentar la industria cultural es fomentar la creación de este tipo de empresas, compañías locales encargadas de facilitar permisos de producción, alojamiento y todo lo necesario para que una productora pueda llevar a cabo el rodaje de una serie o película.
La cuestión de los incentivos fiscales sale a relucir de nuevo apenas unas semanas después de que el gobierno local anunciara su intención de facilitar los rodajes en la ciudad apostando por un sistema de ventanilla única para gestionar las solicitudes, con lo que el plazo entre la presentación de los trámites y la aceptación o no pasará de 30 días a 5. También se ha decidido aplicar la 'tasa cero', con lo que las arcas municipales dejarán de percibir 15.000 euros al año en aras de recuperar la inversión en publicidad. Esta última propuesta está a la espera de que se modifique la ordenanza reguladora de la ocupación del dominio público municipal, que sitúa el coste para rodar en Valencia en 2,33 euros por metro cuadrado y semana.
El proyecto Valencia 'film friendly', liderado por los concejales de Turismo y Espacio Público, Joan Calabuig y Carlos Galiana, además ha reafirmado su apuesta por la promoción internacional. Su primera parada, la feria Focus de Londres, que se celebra el 14 y 15 de diciembre y donde la Fundación Turismo Valencia promocionará las diferentes localizaciones de las que dispone la ciudad para acoger producciones cinematográficas o publicitarias.