Los seis textos creados en la segunda edición del laboratorio se leerán en sobre el escenario, del 11 al 16 de junio, con entrada gratuita
VALÈNCIA. Seis textos muy diferentes se dramatizarán sobre el escenario del Teatro Rialto. La lectura, interpretada por actores, forma parte de una de las etapas por las que toda obra producida en el II laboratorio Insula Damataria Josep Lluís Sirera pasará antes de convertirse en libros, y puede que incluso en obra de teatro. Estas lecturas dramatizadas han sido presentadas hoy por el Institut Valencià de Cultura y se realizarán del 11 al 16 de junio a las 18:00h de la tarde.
El director adjunto de Artes Escénicas del IVC, Roberto García, ha presentado esta segunda edición junto al coordinador del proyecto, Paco Zarzoso, y los autores que han participado en ella. De los 41 proyectos presentados se seleccionaron para el laboratorio los proyectos de Jorge Picó y Alfonso Amador, Sònia Alejo, Isabel Caballero, Toni Agustí, Javier Sahuquillo y Jéssica Martínez. Todas las obras han tenido en común el caos como concepto, aunque cada una de ellas tenga un estilo completamente diferente.
Paco Zarzoso ha destacado "la importancia de que esta sea una segunda edición, a esperas de una segunda. En España, estamos acostumbrados a las cosas de 'una sola sesión', este segundo tomo implica cierta continuidad, cosa que es complicada hoy en día".
Los siete autores han estado trabajando durante seis meses en los talleres dramaturgos. El grupo, de no más de ocho personas, comparte entre sí sus proyectos y entre todos crean el contenido. Jéssica Martínez, recalca en este punto que "yo ya había sufrido mucho desengaño en el teatro, con Insula, se me ha abierto de otra forma. Hemos compartido todo, sin egos, lo colectivo ha estado por encima de lo individial en todo momento, y no es fácil encontrar personas con las que poder hablar y confiar sin una pantalla".
El laboratorio consiste en un proceso de creación de textos en el que los autores seleccionados realizan reuniones conjuntas y establecen contacto con otros profesionales escénicos para crear sus obras. En 2018 se puso en marcha la primera edición del proyecto con el objetivo de estimular la escritura teatral y potenciar la dramaturgia viva de nuestras autoras y autores dramáticos.
Para Paco Zarzoso el Laboratorio es “un territorio de encuentro y escucha que favorece el trabajo colectivo y enriquece así cada obra. Zarzoso ha citado una frase de Chéjov en la que destaca el deber del dramaturgo de escuchar el corazón de las personas de su tiempo para que en un futuro puedan sentir cómo sentían las personas del pasado. En este sentido, según Zarzoso, “el Laboratorio ha viajado con su fonendoscopio a la España vacía, a África, a un parque cualquiera, a una València mítica, a un salón de actos… a distintos espacios a recoger temas tan diversos como la familia, el amor, la política o la pornografía”.
Los textos serán compartidos con el público y serán defendidos sobre el escenario “por primeras espadas de la interpretación valenciana”, según ha afirmado Roberto García. Las obras, no están cerradas, ya que hay cosas en la lectura que suenan diferente, por lo que el texto está a disposición de la transformación. El director adjunto de Artes Escénicas del IVC ha destacado el importante papel que va a tener el público durante las sesiones: “al finalizar cada lectura se realizará un coloquio con el público donde podrán compartir sus impresiones con los autores y a partir de ahí trabajar en la versión definitiva que editará el IVC en unos meses.”
A simple vista, parece que los seis textos no tengan mucho ver, pues una obra es un monólogo, otra una comedia absurda, hay drama e incluso un análisis profundo en la ultraderecha... Pero todos ellos comparten el caos como concepto.
Las lecturas comenzarán el 11 de junio con la obra Porno África, de Toni Agustí; el 12 será el turno de L’amor dels esquirols, de Sònia Alejo; Jéssica Martínez presentará su texto, Lapland, el jueves 13; le seguirá Javier Sahuquillo con Sombra de Germanías; el tándem formado por Jorge Picó y Alfonso Amador presentarán Marina Unplugged el sábado 16, y concluirá las sesiones, un día después, Barahunda, de Isabel Caballero.
Todos ellos han coincidido en destacar la importancia del Laboratorio de Dramaturgia y la gran oportunidad que ha supuesto para ellos poder escuchar, compartir y crear en común con sus compañeros cara a cara.
Tras las lecturas escenificadas de cada una de las obras escritas, serán publicadas por el Centro de Documentación del IVC y alguna de ellas se exhibirá dentro de la programación regular de artes escénicas al igual que se ha hecho este año con Tórtola, de Begoña Tena, seleccionada en la primera edición del Laboratorio.