Es Pepe: el tabernero. Es a él a quien venero y a quien quiero.
Del rincón soy prisionero
escuchando al consejero,
nunca cierres que me pierdo
ni te vayas que me muero.
La taberna es nuestro anhelo
cuando el aire está despierto.
Nuestro paso, nuestro centro,
nuestro amparo, el sosiego.
La taberna es nuestro apego,
nuestro vuelo, nuestro cielo,
nuestro velo, nuestro empeño.
Es la esquina, mi pensar, mi posadero,
es la pócima, el placer, es mi veneno.
Es el aura, es la pausa, el silencio.
El trasiego y el remedio.
Captación de la memoria.
La canilla y el oído: Otros recuerdos.
Taberna La Manzanilla.
C/ Feduchy 19. Cádiz.