Se acerca la Navidad y, aunque este año se vaya a festejar de manera diferente, volveremos a sentarnos a una mesa para celebrar estos días. Y seguro que en muchas de casas estarán presentes productos de la Comunitat Valenciana
Productos amb ‘Molt de Gust’, la marca creada por la Conselleria de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural, para impulsar la promoción de los productos de calidad diferenciada y/o provienen de la agricultura ecológica.
Qué sería de estas celebraciones sin el turrón de Jijona o de Alicante, o sin la uva embolsada Denominación de Origen Protegida del Vinalopó, la gran protagonista de la noche de Fin de Año (se consumen unos dos millones de kilos) o sin los excelentes vinos de Alicante, Valencia o Castellón. Todos estos productos tienen algo en común: forman parte de las 21 figuras de calidad agroalimentaria diferenciada de la Comunitat Valenciana: 12 denominaciones de origen protegidas (DOP), 4 indicaciones geográficas protegidas (IGP), 4 bebidas espirituosas y el conjunto de productos de agricultura ecológica que tiene a la valenciana entre sus territorios líderes a escala estatal.
Todas ellas son garantía de calidad, por sus cualidades organolépticas y de seguridad, además de un motor económico para sus comarcas y para el conjunto del comercio exterior de la Comunitat. Si atendemos solo a las D.O. cuentan con 31.000 personas agriculturas inscritas, de acuerdo a los datos proporcionados por los Consejos Reguladores.
Algunas cifras sirven para explicar el potencial de esta actividad económica de calidad diferenciada. En materia de empleo: la D.O. Uva Embolsada del Vinalopó genera unos 13.000 puestos de trabajo y exporta el 40% de su producción, principalmente a Francia e Italia. Otro de los grandes exportadores es el kaki con D.O. Ribera del Xúquer que destina al mercado exterior europeo el 60% de sus 148.000 toneladas de producto. Unos porcentajes que han permitido, en un contexto de crisis, mantener el saldo comercial positivo.
La calidad diferenciada y agricultura ecológica agrupada bajo la marca ‘Molt de Gust’ llega a los turrones, a las uvas pero también al momento del brindis. Requena, integrada dentro de la D.O. Cava, produce alrededor de nueve millones de botellas, mientras que las bebidas espirituosas dan buena cuenta de la tradición con bebidas tan nuestras como el Herbero de la Serra de Mariola, el Café licor d’Alcoi, el Cantueso Alicantino y Anís Paloma de Monforte del Cid
La oferta de calidad, no obstante, se extiende a todo el año. El conjunto de productos ‘Molt de Gust’ que pone en valor la calidad de los productos agroalimentarios valencianos, cuenta con la capacidad de mantener una oferta a lo largo de todo el año en mercados cada vez más exigentes.
El director general de Desarollo Rural de la Conselleria, David Torres, ha destacado sobre todo el valor añadido que supone el principio de proximidad. Aceite y Cítricos de la Comunitat Valenciana, Alcachofa de Benicarló, Arroz y Chufa de València, Granada mollar de Elche… “Todos ellos consolidan la oferta de kilómetro cero y de temporada, además de contribuir, con su consumo, a la recuperación de la actividad económica del sector en el territorio”, ha señalado Torres.
En este sentido, hace un llamamiento a hacer una compra ‘Molt de Gust’. La mejor manera de “aplaudir” a los productores por mantener la actividad y el abastecimiento en un contexto difícil y a brindar con cava de Requena para dar la bienvenida a 2021.
La calidad de la agricultura valenciana se extiende también a la producción ecológica. Una práctica sostenible y alineada con las estrategias europeas, avalada por la certificación y que ha crecido exponencialmente en los últimos cinco años gracias al apoyo del I Plan Valenciano de Producción Ecológica.
La Comunitat Valenciana duplica los porcentajes de crecimiento en materia de agricultura ecológica con respecto a la media estatal y confirma su liderazgo en todos los indicadores. En 2019, la superficie ecológica en el territorio de la Comunitat creció 11,7% con respecto a 2018, una cifra que supera al doble de la media estatal, que se situó en el 4,8%. Unos datos significativamente por encima de la media que se reproduce también en atención a los operadores: si en el conjunto del Estado crece un 7,4%, en la Comunitat se coloca 6 puntos por encima, ascendiendo al 13,1%.
En las más de 640.000 hectáreas de cultivo que existen en la Comunitat, 127.909 hectáreas son de producción ecológica, según el Informe Anual de Producción Ecológica 2019 de la Consellería de de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica. Unas cifras que van aumentando año tras año y que generó un volumen de negocio de 518 millones de euros en 2.019, 66 más que el año pasado, «a la que se han de sumar las vinculaciones de sostenibilidad del territorio, eficiencia, vertebración y asentamiento del entorno rural, seguridad alimentaria y lucha contra el cambio climático», según ha destacado la consellera de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica, Mireia Mollà.
Desde que se puso en marcha el I Plan Valenciano de Producción Ecológica los operadores han subido un 38,7% en el periodo 2016-2019, pasando de 2.354 a 3.265, los productores certificados han crecido un 34,1% (de 1.852 a 2.482) y las empresas se han duplicado al pasar de 456 en 2016 a las 701 que hay actualmente. Por provincias, en 2019 destacó el aumento de superficie ecológica certificada en Castellón (+115%) que alcanza las 33.415 hectáreas (el 26,1% del total), tan solo a 2.012 hectáreas de Alicante que cuenta con 35.427, mientras que Valencia lidera la superficie ecológica en la Comunitat con 59.066 hectáreas, un 4,4% más y un 46,1% del total. Un liderazgo sustentando sobre todo en los viñedos de la comarca Utiel-Requena.
Los datos apuntalan la apuesta por la producción ecológica, tanto del sector como la administración autonómica que ya ha comenzado con el proceso de participación del II Plan de Producción Ecológica, para el periodo 2021-2025, un proceso inclusivo con la mirada puesta en continuar con la tendencia en ascenso e integrar en la estrategia, también, a consumidores y distribuidores.