Hablamos con cocineros, un consultor de gestión empresarial y expertos en medidas tributarias con el fin de analizar la peor crisis que hemos vivido en nuestro sector: nunca hemos visto algo igual al impacto social y económico del COVID-19. Pero saldremos de esta.
No nos quedan palabras para definir el momento que nos ha tocado vivir; a veces parece una película, que estamos viviendo una pesadilla, pero no: es real —es tan real que yo creo que ya vamos siendo conscientes de que, más allá del confinamiento, los hospitales colapsados, la emergencia sanitaria global y las ciudades vacías ya sabemos que nuestra vida ya no volverá a ser igual. Y mucho menos la vida de tantos profesionales de la gastronomía, con los que hablo prácticamente todos los días y parece que el sentir es común: “no estábamos preparados para algo así”.
¿Está la restauración y la hostelería preparada para un impacto así? Seamos claros: no. Un sector ya de por sí al borde del colapso (lo veníamos diciendo, la cantidad de cierres silentes a lo largo de 2019 y las mesas vacías por doquier) con márgenes estrechísimos, graves problemas de gestión de recursos humanos (que se vieron multiplicados con el registro de la hora de trabajo) y una cada vez más preocupante dependencia del turismo low cost. HORECA tendrá que replantearse, de golpe y sin tiempo para reflexionar, todos y cada uno de los mimbres que sostenían un castillo de naipes demasiado frágil. Cuando esto pase, tendremos que reconsiderarlo todo: alta cocina, quinta gama, mercados populares, cocina a domicilio o Dark Kitchens —porque la única manera de sobrevivir será adaptarnos a lo que viene, no tenemos otra.
“Esta pandemia va a afectar directamente a la línea de flotación de este tipo de negocio”, quien habla es Sixt Perales, consultor de gestión empresarial y agente clave para tantas empresas con un millón de dudas ante el cataclismo; le pido ayuda, ¿cómo afecta el parón del Coronavirus a tantos cientos de pequeños y medianos restaurantes? “La declaración del estado de alarma que viene regulado en el artículo 1 del Real Decreto 463/2020, de 14 de marzo, para la gestión de la situación de crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19, y en concreto el artículo 10 de dicha norma, que viene a reforzar el Decreto de la Generalitat Valenciana por el que se suspenden las actividades de hostelería y restauración, va hacer que independientemente de las medidas urgentes gubernamentales para hacer frente al impacto económico y social que se han articulado en los Reales Decretos-Leyes 7, 8, 9 y 11/2020 a las que se puedan acoger desde el punto de vista fiscal, laboral y financiero, tengan que hacer un sobreesfuerzo para poder llegar al punto de equilibrio económico en sus negocios, así como estabilizar de nuevo su estructura financiera.
Teniendo en cuenta que en la explotación de este tipo de establecimientos, existen partidas de gasto de estructura y de financiación, que suponen entre un 20% y un 25% de los ingresos, al carecer de estos, se van a provocar mayores niveles de endeudamiento, y caída de márgenes”.
El Gobierno ha aprobado una serie de medidas que, se supone, están concebidas para ayudar a reflotar el sector, ¿cuales son? “A grandes rasgos, la suspensión de contrato y reducciones de jornada provenientes de fuerza mayor vía ERTE y la prestación extraordinaria por cese de actividad: una ayuda del 70% al promedio de las bases por las que se haya cotizado durante los 12 meses continuados e inmediatamente anteriores a la situación de cese de actividad que como mínimo será de 661€ al mes. Esta ayuda tendrá una duración de un mes, ampliándose, en su caso, hasta el último día del mes en el que finalice el estado de alarma”.
A esto se le suman las medidas tributarias al alcance de cualquier sociedad o trabajador por cuenta propia… ¿qué herramientas tributarias tiene entonces un restaurador para hacer frente a lo que viene? “se van a poder aplazar todas las declaraciones (en este caso se incluyen deudas tributarias que con carácter general son inaplazables como las retenciones y los pagos a cuenta del Impuesto de Sociedades) cuyo plazo de presentación esté comprendido entre el 13 de marzo y el 30 de mayo que no superen los 30.000€, hasta seis meses; y se podrá seguir ejecutando la ampliación de plazos, los vencimientos de los plazos y fracciones de los aplazamientos y fraccionamientos concedidos hasta el 30 de abril”.
Vaya momento, eh. Pero una cosa tenemos clara toda la redacción de Guía Hedonista: estamos convencidos de que sois el motor más importante en la economía de la Comunidad Valenciana y por eso pondremos todo de nuestro lado para que salgáis adelante —es momento de estar juntos. Restaurantes, casas de comidas, bodegueros, denominaciones de origen, vinotecas, sumilleres y bares, #saldremosdeesta.