VALÈNCIA. Esta misma semana el municipio de Fanzara (Castelló) tendría que estar plagado de graffitis por el festival de arte urbano MIAU, (Museo Inacabado de Arte Urbano) que lleva celebrándose desde el año 2014 y que convierte la localidad en un museo al aire libre. Esta propuesta cultural invita a diferentes artistas a intervenir el espacio público con murales, que luego suponen un punto de atracción turístico y cultural para Fanzara.
Fue en enero cuando el nuevo gobierno, liderado por Marc Diago (PP), propuso que el ayuntamiento revisara los bocetos de las obras para aprobarlas previamente: “Todas las intervenciones artísticas u obras de arte que vayan a ser pintadas, serán supervisadas previamente por el Ayuntamiento”, rezaba el texto. En la misma ordenanza se recogía que “no podrán pintarse en ninguna fachada del municipio frases, dibujos o similares de carácter político o cualquiera otra intervención que pueda herir la sensibilidad de las personas o de los distintos colectivos”.
Tal y como declara Javier López, coordinador del proyecto MIAU, tras intentar negociar durante varios meses para modificar la ordenanza el festival, finalmente este no se podrá celebrar este mes de julio, cuando estaba previsto. En el último convenio acordado, desde el ayuntamiento, señalaban que no se podrían pintar murales que pudieran "herir la sensibilidad", algo que desde MIAU siguen considerando como censura del trabajo de los artistas.
Aunque López explica que "ya se veía venir" aclara que con la nueva ordenanza del PP no podrían permitir que los artistas crearan de manera libre sus murales, algo inadmisible para el festival: "Nos preguntamos por qué no querían retirar la ordenanza si saben que es ilegal, tanto en su tramitación como en su contenido. Hasta que esa ordenanza no se retirara no se podría firmar ningún convenio con ellos", señala.
Con motivo de intentar celebrar el festival este mes de julio, desde MIAU, -y tras varias negociaciones- llegaron a un "acuerdo" este pasado mes de junio con un convenio de obligaciones y responsabilidades del ayuntamiento en el que coincidían en “casi todos los puntos” menos en el que se habla de "lo que se puede pintar y no". En este punto, desde el ayuntamiento, señalaban que no se podría pintar nada "en contra de las personas" y finalmente añadían un apartado en el que indicaban que no se podría pintar nada que pudiera herir la sensibilidad. “El apartado de la sensibilidad es muy subjetivo, nosotros podemos hacer que los artistas pinten respetando la ley de la Constitución, pero con el término de sensibilidad nos encontramos con que, aunque lo que se pinte sea legal, si algo hiere la sensibilidad de alguien -y esta persona lo dice- nos pueden pedir que quiten el mural”, aclara el coordinador.
La nueva norma que se implementó en enero surgía, supuestamente, por un mural concreto: el del artista Elías Taño, que, en un alegato por la memoria histórica, incluía la frase “La única patria digna de este país sigue en cunetas”. Tal y como lo explica López, el pintado de esta frase entraba "dentro de la libertad de expresión del artista" y quitarla iba en contra de la filosofía del proyecto: "Sabemos que es una frase que puede herir la sensibilidad, pero está dentro de su libertad de expresión. Es importante recordar que el borrado de esta va en contra de nuestra filosofía y que va en contra del artista, que colabora sin cobrar un caché, lo hace en un proyecto social de convivencia a través del arte".
Tras el intento de acercar posturas -el pasado mes de junio- con el ayuntamiento, López apunta a que "aunque hubieran estado de acuerdo en todos los puntos" habría resultado imposible celebrar el MIAU este año por falta de tiempo y recursos. "Se tomaron demasiado tiempo para contestarnos. En nuestras peticiones era crucial que los artistas pudieran crear con libertad, una vez aceptaran eso tendríamos que trabajar en un convenio y se tendría que volver a iniciar la ordenanza, pero con esta manera de gestionarlo nos hemos quedado en un punto de impasse".