El décimo aniversario de aquel monumento a la innovación gastronómica le ha servido de pretexto al director José Larraza para realizar un documental que es memoria, pero también legado. Su título es Las huellas de elBulli y esta semana se ha estrenado en la plataforma Movistar+. Hablamos con el genio creativo que lideró un movimiento cuya onda expansiva tuvo y tiene un alcance internacional, Ferran Adrià.
- ¿Cómo se siente uno al saberse líder de una revolución donde no se ha derramado sangre?
- Es muy bonito haber sido capaz de hacerla sin matar al padre. Lo he hablado con mucha gente y es raro, porque, normalmente, las revoluciones se hacen porque no te gusta lo anterior. En nuestro caso, no. Estuvo motivada porque vimos una nueva opción.
- ¿Crees que la clave residió en la camaradería entre los visionarios que integráis vuestra generación?
- Sin duda alguna. Éramos pocos y pudimos ser amables entre nosotros. Había pastel para todos. Fuimos y somos amigos. Hoy día el pastel sigue siendo del mismo tamaño y hay muchos más.
- ¿Consideras que la generación actual vive la profesión bajo la presión del triunfo de sus predecesores?
- Hay un orgullo y una continuidad. Hay gente maravillosa haciendo cosas maravillosas. Vengo de un asador llamado Charrúa, donde he comido increíble, y eso tiene también tiene que ver con la revolución de elBulli, porque todo el mundo se puso las pilas para hacerlo mejor en cualquier tipo de cocina.
- A toro pasado, la gente sólo presta atención al éxito de aquel movimiento, pero ¿cuánto esfuerzo hubo detrás?
- Estuvimos 14 años, de 1984 a 1998, sin ganar dinero. Trabajábamos 15 horas al día, pero lo pasábamos bien, no nos quejábamos. Cuando consideramos que se había acabado un ciclo, fuimos honestos y cerramos el restaurante.
- La conclusión de la película Rataouille (Brad Bird, 2007) es que cualquiera puede llegar a ser chef si es audaz. ¿Las huellas de elBulli llegan hasta Pixar?
- De hecho, participé en el doblaje de la versión española. Mi tesis es que si alguien de barrio como yo ha llegado donde yo he llegado, cualquier pyme puede lograrlo. No hace falta cosas muy complejas para revolucionar o innovar al máximo nivel.