Hoy es viernes de divertirnos vestidos de fiesta formal, porque vienen cosas serias. Gurbujis que sí, de las de tomar con calma y elegancia.
Hablamos de Gosset, casa de Champagne que empezó su camino con la tranquilidad de los tintos allá por 1.584. Habría que esperar, con la paciencia necesaria, para que llegaran los espumosos más hermosos ya en el siglo XVII. En Aÿ… y ays, con esas uvas de los mejores amigos crus del Marne. Relatos de paisajes y personas embotelladas en modo Antique cuyo testigo recoge la familia Renaud-Cointreau hasta el día en que lo contamos aquí. De modo diferente, porque en vez de irnos de cata vamos a charlar con sus responsables frente a frente. Y concretamente con Odilon de Varine, chef de caves, con quien empezamos por el principio para ir con orden y concierto. Y lo cierto es que hay un momento clave que es cuando la bodega y los Renaud-Cointreau comienzan su crónica y los porqués que nos cuenta Odilon: “Gosset tiene una larga historia, igual que los Cointreau propietarios del cognac Frapin desde 1270; ambas casas comparten raíces en regiones históricas y amor por el vino. En los 90, Gosset estaba algo dormido y la familia Renaud-Cointreau fue la encargada de su despertar”.
Todo hecho con mimo y con tino, como es necesario para que los finales sean felices: “No hubo un gran cambio en el estilo porque se conservó al mismo enólogo, Jean-Pierre Mareigner, pero sí fue determinante la decisión de triplicar, en apenas 15 años, el stock de la bodega lo cual se ha traducido en champagnes con crianzas más largas, más sutiles, más redondos. La idea no fue cambiar el estilo de la casa ni el proceso de elaboración, sino ir renovando los vinos de una manera lenta y natural”.
Botellas que tienen en el terruño y su viñedo el aliado deseado porque lo tienen muy claro, sin eso no pueden lograr buenos resultados: “Lo más importante sin duda son las uvas, es donde todo comienza y el objetivo de todo el trabajo de viticultura. Por ello tenemos una relación muy especial con los viticultores (más de 200) con los que trabajamos; no para guiarlos (ellos conocen su trabajo mejor que nadie) sino para acompañarlos”. Y así entender ese fruto para convertirlo en disfrute absoluto. Saber que ahí radica el valor para que todo sea mejor: “El factor clave son las uvas y después la vinificación trata de adaptarse a aquello que nos concedió la añada, y cada una es diferente, por lo que cada vez es el comienzo de una nueva aventura para nosotros”.
Etiquetas perfumosas y hermosas
De este modo, cada temporada consiguen grandes botellas con las que brindar delicioso con anécdota incluida, porque “no utiliza una etiqueta tradicional, simplemente una en el cuello, ya que Albert Gosset, antes de liderar la empresa en 1976 fue el creador del perfume Eau de Rochas y su idea era llevar al mundo del champagne la delicadeza y elegancia del mundo del perfume”.
Con un catálogo que se amplía para evolucionar en positivo, que eso es estar vivo, pero con un buque insignia que no cambia: “el Grande Réserve, antes y ahora, incluso tras el lanzamiento de las nuevas Cuvées, como la gama Celebris que no existía en aquella época”.
Ahora como aliada de una de las más enormes bodegas de España, la caña. Que será la encargada de distribuirlos por aquí. Y por qué, porque sí, “buscábamos una compañía que compartiera los mismos valores, la misma filosofía; queremos que quien venda nuestros vinos tenga nuestro mismo punto de vista. No se trata únicamente de vender champagne sino de estar en los sitios adecuados y es un punto de vista de ambos. Además, Marqués de Murrieta es también una empresa dirigida por una familia y enfocada únicamente en la calidad. Calidad de los vinos, de la distribución y de la gente con la que trabaja”.
Y para quién, nos preguntamos mientras pensamos posibles respuestas que sean sorpresa. Pero, no, porque no podía venir más al pelo que nos digan que es para un perfil hedonista. “En un sueño diría que personas a la que les gustan las personas, que disfrutan compartiendo momentos, compartiendo vinos, compartiendo recuerdos… solamente personas que aprecien el tiempo, pasar tiempo de calidad con la familia y los amigos. En definitiva, gente que ama la vida”.
Como nosotros y a ful de topísimo. Así se convierte en uno de los nuestros del que querremos nuevos retos porque como nos cuentan “siempre tenemos nuevos proyectos, en realidad cada año es un nuevo proyecto, una página en blanco en la que vamos escribiendo, aunque tenemos muy claro hacia dónde queremos ir. Pero contestando a tu pregunta, sí, tenemos en la bodega muchas cuvées, esperando el momento perfecto para su presentación”.
Deseandito estamos de verlo y catarlo y esperaremos mientras tanto con lo ya conocido y rebién. Como vosotros y vuestra compañía cada 15 días.