Estos guisantes saben a tierra, a mar y a rocío. Es naturaleza en estado puro.
Vienen de Getaria, donde la cercanía con la costa les otorga un sabor único, están disponibles muy pocos días en esta época, por eso pueden llegar a alcanzar los 250 euros por kilo, a la altura de la trufa blanca o el caviar y solo se pueden comer en los mejores restaurantes de España. Askua es uno de ellos.
El también conocido como caviar vegetal impresiona. Cómo es posible que en unas bolitas tan pequeñas pueden caber tantas cosas. Ricardo Gadea, propietario de Askua, recuerda la fascinación que le causaron la primera vez que los probó mientras nos cuenta la sencilla preparación con que los hacen en Askua, un simple roce con el fuego: "salteados durante unos minutos con un poco de aceite. No necesitan más. Así se disfrutan en toda su esencia", explica.
Si la naturaleza tuviese un sabor, seguro que se parecería bastante al de estos guisantes. Lo único malo, no poder comerse un platazo.