El sector especifica las medidas que, en su opinión, "sí ayudarían a la vuelta ordenada de la actividad"
VALÈNCIA. La Hermandad Gastró, un colectivo nacido en tiempos del coronavirus y de composiión transversal, que pretende agrupar y dar voz a los distintos sectores que convergen en el ámbito de la gastronomía, incluyendo la hostelería y la restauración ha querido valorar el plan de desescalada preogresiva del Gobierno. En este sentido, el grupo plantea tres medidas urgentes para facilitar y asegurar la supervivencia de millones de empleos y familias en el sector al que se dedican.
El primer punto esencial es, para ellos, modificar urgentemente la norma hoy establecida respecto de la aplicación de los ERTES y su adaptación a este plan de desescalada. De este modo, se busca que la reincorporación de los trabajadores y la protección de sus derechos se regule conforme a los ritmos y plazos, "no sólo de la reapertura y permisión de aforos, sino también y principalmente, conforme a la recuperación del negocio". Al ir aumentando la recepción de clientes, también lo haría la facturación de los establecimientos.
"Es imprescindible que previa y paralelamente a la puesta en marcha de las medidas que conlleva el Plan de Desescalada, se hagan realidad y sean efectivos los cobros e ingresos de las prestaciones pendientes de pago a los trabajadores; así como el acceso y facilitación en la concesión de los préstamos ICO y la agilización de sus cobros a las PYMES", afirma la organización. Sin liquidez inmediata, el sector de la gastronomía quiebra por ausencia plena de demanda y oferta. "La insuficiencia del dinero puesto en circulación que no ha llegado alas PYMES por los ICO, necesita de nuevos planteamientos", añaden. Como solución, sugieren implementar un sistema de microcréditos, "rápido, ágil, flexible y accesible" a los pequeños empresarios autónomos y familiares.
Por último, el colectivo incide en las medidas higiénico sanitarias. "Es imprescindible que la guíap ara la implantación de dichas medidas sea anterior o coetáneo en todo caso, a los plazos determinados en el Plan de desescalada", considera. No quieren abrir esas fases sin contar con la guía oficial del Gobierno, en estudio y redacción por el ICTE, con plazo aún de más de dos semanas para su disposición pública.
"De este modo, no se deja tiempo para su asimilación y puesta en práctica efectiva. Teniendo además en cuenta que el sector más desfavorecido e imposibilitado para su implantación será la pequeña hostelería y, por tanto, la red de bares y casas de comida que sustentan el espíritu, la idiosincrasia y la cultura gastronómica española, perjudicando, discriminando y penalizando de nuevo los pequeños y medianos", concluyen.