¿POR QUÉ BEBER VINOS NATURALES?

Humildad

Soy el más humilde del mundo”. La delgada línea encierra la delicada cuestión. La paradoja muestra la naturalidad que no se piensa, se debe llevar puesta

| 19/07/2019 | 1 min, 37 seg

Ser modesto en el mundo del vino, debiera ser algo fundamental, esencial, básico. Entregamos felicidad a los demás. Partimos con ventaja: compartimos placer. Esto nos hace perder el juicio, la visión de la realidad. La única estrella está en el cielo. Somos sencillos agricultores, artesanos de un trabajo y un esfuerzo. Herederos de un momento. Recelosos, egocéntricos y soberbios. Eso somos. Inventores de un don nada.

Hay mucho vino o pocos que lo beben. El consumo y el mercado, no están en equilibrio. Si cerramos el círculo, no somos nadie; si encerramos el pensamiento y, lo dejamos a unos pocos, nos acercamos a un oscuro sectarismo.

Ahora, competimos por el seudónimo más absurdo y la etiqueta más extravagante

Fueron humildes los inicios de los monjes de Borgoña, que ya denominaban a los vinos con el histórico nombre de la viña. La base eran la sencillez y el respeto hacia los antepasados. Esto lo tenían claro. Ahora, competimos por el seudónimo más absurdo y la etiqueta más extravagante. La que más llame la atención, la que más venda.

Demasiadas ferias de vino, demasiada información y poca concreción. Desmesurado alcohol sin pausa. ¿Cómo atraer la curiosidad del nuevo?

La mística para el artista y el creyente. Mucho vino y poca gente. El pueblo debe estar presente. Derivamos en la mente. 

Es el tiempo
misterioso y traicionero
que no duerme
no descansa
solo sueño.

¿Dónde olvidaste la pausa, 
tiempo?
¿Dónde quedó tu recuerdo?

Como arenas transparentes 
que no dejan de caer,
como estrellas permanentes
su rutina es el silencio.

Soy viticultor y elaborador de vinos naturales: sin aditivos. No tengo internet. ¿Radical?

@misteriosanlucar

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