VALÈNCIA (*). El año 2022 ha sido especialmente intenso para el tejido industrial valenciano. El alza de las materias primas y de la energía, así como la falta de suministro en algunos momentos tras la invasión de Ucrania han puesto en jaque el negocio de muchas compañías que han tenido que ir sorteando los vaivenes del mercado. No obstante, también ha sido el año de grandes noticias para los intereses económicos de la Comunitat Valenciana con el anuncio de la gigafactoría de baterías Volkswagen o el mantenimiento de la factoría de Ford en Almussafes con nuevos modelos.
Se trata de dos grandes inversiones que, sin embargo, también albergan todavía muchas incógnitas. También hay dudas sobre el futuro de la ampliación del Puerto de València, el despliegue de las renovables o cuál será el futuro de los Docks. Especialmente intenso ha sido el año para la cerámica y otras industrias como la construcción que transitan hacia una necesaria descarbonización.
Estas y algunas más son las principales incógnitas empresariales , algunas arrastradas de años anteriores, que deberían despejarse en los próximos meses.
Este año la factoría valenciana de Ford en Almussafes lograba ser la elegida para la fabricación de los dos nuevos modelos eléctricos que la multinacional lanzará al mercado. Una victoria, frente a la planta alemana de Saarlouis, que permite un balón de oxígeno para la industria del automóvil de la Comunitat, garantiza carga de trabajo para la próxima década y la supervivencia de unas instalaciones más allá de 2025, cuando únicamente se iba a quedar con el Kuga.
No obstante, por el momento, se desconocen los detalles de esa inversión. Ya se ha deslizado en alguna ocasión que uno de esos nuevos modelos pueda ser la nueva versión del Mustang Mach-E, dado que la plataforma GE2, que será la que llegará a la planta, es la segunda versión de la GE1, que precisamente se utiliza para el Mustang eléctrico. Por tanto, todo apunta que serán modelos de un tamaño grande como el Explorer o el mismo Mustang.
Será este próximo 2023 cuando Ford desvelará la incógnita y se conocerán sus planes concretos para las instalaciones valencianas. No obstante, también llegarán tiempos complicados dado que la producción de eléctricos precisa de un 30% menos de empleo que los de combustión, por lo que la posibilidad de un ERE cobra más fuerza. Por tanto, en este nuevo año se abrirá un nuevo tiempo en la planta tanto a nivel de negociaciones como para la adecuación y reconversión de las instalaciones con vistas a lanzar a partir de 2026 el primer eléctrico con sello valenciano.
Unas semanas antes de que cerrar 2022 llegaba la cara y la cruz para la ampliación norte del Puerto de València. El consejo de administración de la Autoridad Portuaria de Valencia (APV) daba luz verde al proyecto para la construcción del muelle de contenedores de la ampliación norte con un presupuesto base de 542,7 millones de euros.
La compañía italo-suiza TIL, filial de MSC, invertirá por su parte 1.021 millones para levantar la terminal de contenedores y explotarla en régimen de concesión. Parecía que después de años de debate sobre si se precisaba o no una nueva Declaración Medio Ambiental (DIA) se cerraba el capítulo y la iniciativa seguía adelante.
Pero días más tarde, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid suspendía cautelarmente una resolución de marzo de 2021 del Ministerio para la Transición Ecológica (Miteco) que posibilitaba que la Autoridad Portuaria de Valencia pudiera decidir por sí sola acerca de la necesidad o no de una nueva evaluación ambiental para la ampliación norte del Puerto de València. Una decisión que volvía a dejar en el aire el proyecto.
Al respecto, el presidente de la Autoridad Portuaria de Valencia (APV), Aurelio Martínez, negaba que la iniciativa quedara paralizado al asegurar que "sea quien sea el órgano sustantivo, la decisión será la misma" porque Puertos del Estado "piensa exactamente igual" que la APV sobre esta cuestión. También, la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, aseguraba que se va a contar con "todos los informes y resoluciones ambientales favorables cumpliendo con la tramitación necesaria para poder licitar las actuaciones".
Por tanto, este 2023 podría resolverse de forma definitiva qué pasa con esta ampliación de las instalaciones portuarias que ha generado grandes detractores y si finalmente sale adelante.
Desde que Volkswagen anunciara que Parc Sagunt era la ubicación escogida para construir su gigafactoría de baterías al sur de Europa, la Generalitat Valenciana ha acelerado todos los trabajos para iniciar los trabajos. A unas semanas de cerrar el año declaró el proyecto como estratégico, lo que permite a la Administración Valenciana agilizar los trámites burocráticos y acortar los plazos para la instalación de empresas de alto valor añadido.
Con ello, se pretende que este próximo año comiencen los trabajos de construcción de la nueva instalación ya que los planes de la compañía es que en 2026 esté a pleno rendimiento con sus cerca de 3.000 puestos de trabajo directos y 15.000 indirectos. Por tanto, será este próximo año cuando se iniciarán los trabajos para levantar una instalación llamada a modernizar e impulsar el tejido empresarial valenciano por todo el ecosistema que va a generar a su alrededor. De hecho, se estima que supondrá grandes beneficios en la economía valenciana con un impacto económico de 650 millones de euros y 9,5 millones de euros de ingresos para las arcas públicas valencianas.
El atasco en la tramitación de los proyectos de renovables, en la Comunitat Valenciana ha marcado la recta final de año. Un problema que no solo difculta el cumplimiento de los objetivos de descarbonización marcados para la autonomía, sino que puede causar serios problema económicos para las empresas del sector. De hecho, esta cuestión ha generado discrepancias públicas en el seno del Consell, obligando al presidente de la Generalitat, Ximo Puig, a dar un golpe en la mesa para dirigir la posición del Ejecutivo autonómico hacia el acuerdo y agilizar los plazos.
Desde 2019, la Generalitat Valenciana ha recibido 391 solicitudes de proyectos fotovoltaicos, de los que se han resuelto 113 (45 con autorización). Los 278 restantes se encuentran todavía en proceso de evaluación, y 64 de ellos han de resolverse antes del próximo 25 de enero. Si para entonces no logran la declaración de impacto ambiental favorable (DIA) del Ministerio de Transición Ecológica, y aunque cuenten con autorización administrativa, automáticamente se quedarían sin los permisos y deberían empezar de nuevo todo el proceso. Una circunstancia que sería achacable únicamente al retraso de la Generalitat, que se podría enfrentar a demandas de los promotores por responsabilidad patrimonial porque perderían los avales y puntos de conexión a la red.
Todo ello ha provocado una agilización en la tramitación para llegar a ese hito. Un impulso que también ha provocado enfrentamientos incluso en el seno de la Conselleria de Territorio, que dirige Rebeca Torró. Y es que tanto desde el Consell como los empresarios apuntaban a la dirección de Paisaje, dirigida por Rosa Pardo (Compromís) y dependiente de este departamento, como la causante del 'tapón', lo que llevó a la propia consellera, del PSPV, a pedir a la Abogacía de la Generalitat un informe para saber cómo prodecer.
Y los letrados fueron claros: Paisaje se estaba extralimitado en sus competencias, exigiendo informes y documentación que no eran necesarios. Con esos criterios, Territorio elaboró una instrucción en la que se recogían esas pautas para evitar la parálisis. Será este año cuando se verá si finalmente se consigue llegar a la fecha y los siguientes hitos y para llegar a los 10.000 MW instalados en la Comunitat en 2030.
Este 2023 el servicio de ITV en la Comunitat volverá a la gestión pública tras más de dos décadas de concesión. En un principio la reversión se iba a producir este 1 de enero, pero finalmente la Conselleria de Economía concedía a las empresas concesionarias del servicio una prórroga como compensación por las pérdidas en el negocio por el tiempo que permanecieron cerradas durante la pandemia. El plazo de ampliación será de entre 55 y 62 días, según los casos.
Para ello, la Generalitat Valenciana ya ha creado la nueva empresa pública Sociedad Valenciana de Inspección Técnica de Vehículos (SVITV) para gestionar el servicio de ITV en la Comunitat Valenciana y también ha aprobado prolongar hasta el 31 de mayo los contratos temporales de los trabajadores de las estaciones. No obstante, todavía está pendiente ver cómo asumirá la subrogación del personal y la equiparación salarial de los trabajadores. Desde las empresas concesionarias consideran que va a imperar el "caos" porque no se les ha dado el tiempo suficiente para preparar esta transición y existe inquietud en la plantilla.
Una de las grandes incógnitas de 2023 será quién ocupará finalmente el edificio de los Docks, en la Marina de València. Hace poco más de una semana salía a licitación la conversión y gestión del espacio en un ‘data center’ tras presentar una primera propuesta la compañía Nethits, a la que le siguió una segunda compañía, Nixval. Ahora, habrá que ver si estas mismas compañías deciden presentarse para levantar el centro de datos o si, por el camino, se suma alguna nueva iniciativa.
Un proyecto con el que el Ayuntamiento de València espera ingresar al menos 340.000 euros anuales (sin IVA), una cifra que supera considerablemente las propuestas del canon ofrecido por las tecnológicas. El consistorio ha optado por un contrato con una duración de 50 años, que contempla la posibilidad de prórrogas hasta los 99 años, el máximo que permite la normativa vigente.
Uno de los acontecimientos más esperados en 2023 es la apertura de la antigua Estación Marítima en la Marina de València. Tras los numerosos problemas y trabas desde que ésta se licitara en 2018, parece que finalmente su puesta en funcionamiento ve la luz. En las previsiones de Startup Valencia está empezar las obras de acondicionamiento en el mes de febrero para abrir el hub tecnológico tras el verano. Así se desprende de conversaciones entre la organización y el Puerto de València, que actualmente tiene en sus manos la adjudicación del espacio tras entrar el Consorcio Valencia 2007 -gestor de la Marina de València- en liquidación.
Según señalan desde Startup Valencia, el espacio, ubicado en la dársena, albergará más de 500 puestos de trabajo de alta cualificación y se estima que más de 5.000 profesionales del sector participarán anualmente en distintas actividades, programas y eventos de formación que allí se desarrollen. Un hub tecnológico bautizado como 'La terminal' que esperan que esté listo en el cuarto trimestre de 2023 para dotar todavía a la Marina de València de una mayor identidad tecnológica.
València también está a la espera de que el Center for Digital Technology and Management (CDTM) decida si finalmente elige la ciudad para instalar su primera sede fuera de Alemania. Ubicado en Múnich, parece que València tiene todas las papeletas para ser la finalmente seleccionada tras reunirse una delegación de la ciudad con la dirección. Nacido en 1998, este centro, dedicado a la tecnología y el emprendimiento, surgió de una colaboración entre el Massachusetts Institute of Technology (MIT), Cambridge y la Technical University Munich.
La institución está especializada en "Technology Management", estudios en los que mezcla el área digital, la dirección y el emprendimiento. El centro cuenta con 75 alumnos activos y, desde su puesta en marcha hace más de 20 años, sus alumnos han fundado más de 240 startups - 7 de ellas unicornios- y han levantado más de 4 billones en capital. Además, cuentan con partners industriales como Siemens o Personio.
Ante su llegada, el Ayuntamiento de València ha propuesto el edificio de La Harinera como sede. De esta forma, el espacio también será en 2023 una de las nuevas sedes de innovación en la ciudad. Con las obras realizadas se ha habilitado el interior para su uso como oficinas y espacios dedicados a la innovación. Además, la Harinera también albergará a partir de ahora dos servicios municipales, Valencia Activa y el Servicio de Innovación y Gestión del Conocimiento.
Dentro del cambio de política de la Generalitat respecto a los grandes eventos, la apuesta por la vuelta al mundo a vela (antes Volvo Ocean Race, ahora The Ocean Race a secas) ha sido una constante. A punto de arrancar la edición de 2023, que partirá desde el puerto de Alicante en la segunda semana de enero, el Consell se ha abierto a negociar dos ediciones más adicionales a la que ya está firmada para 2027. Es decir, el objetivo es vincular de forma permanente la salida de la prueba náutica más exigente (y más seguida en todo el mundo) a la dársena alicantina. Si la salida de 2023 vuelve a ser un éxito de asistencia e impacto, como todo parece indicar, se allanará el camino para negociar una ampliación del contrato que ancle la Ocean Race a Alicante al menos hasta 2035.
La empresa alicantina de gestión de tributos Grupo GTT (Gestión Tributaria Territorial), líder en su sector y con 4.500 ayuntamientos, 19 diputaciones y tres gobiernos autonómicos como clientes, ha convertido ya los periódicos cambios de accionista mayoritario en una constante desde que las cajas de ahorros que promovieron su creación salieron del accionariado. El último cambio de dueño se produjo en 2020, cuando el fondo británico AnaCap la adquirió a los españoles GED y Oquendo por 120 millones de euros. La intención del actual propietario es vender GTT en 2023, para lo cual ha iniciado una prospección del mercado y ya ha puesto precio a la firma alicantina: de 300 a 400 millones de euros, en función del multiplicador que se aplique a su Ebitda. No en vano, GTT se ha convertido en una de las empresas alicantinas más exitosas y atractivas para los fondos de inversión, por lo que no sería extraño que en 2023 cambiase de dueño una vez más.
La firma ilicitana de lanzamiento de satélites PLD Space se enfrenta en 2023 a la hora de la verdad. Tras retrasar el horizonte de su primer lanzamiento dos años (pandemia y necesidades inversoras mediante), la empresa de Elche está en condiciones, o eso ha anunciado, de poner el primer satélite en órbita en la primavera de 2023. Tras captar importantes rondas millonarias de financiación en los últimos años y liderar la creación de un ecosistema aeroespacial en la Comunitat que permitió soñar por unas semanas con albergar la sede de la nueva Agencia Española Espacial, PLD Space ha superado con éxito las pruebas y, si todo va según lo previsto, en marzo o abril de 2023 lanzará su primer Miura-1 desde la base europea de la Guayana Francesa. Se abre la última frontera.
El primer sector económico de la Costa Blanca es sin duda el turismo residencial, con 2.000 millones de euros anuales en valor de viviendas vendidas a extranjeros (2.500 millones en la Comunitat Valenciana). Ni las turbulencias del covid o la guerra de Ucrania le han torcido el rumbo en los dos últimos años, pero 2023 llega lleno de incertidumbre por el impacto de la inflación no solo en el precio final de las viviendas, sino en el precio de los materiales que se emplean para construirlas. Hasta el momento, el sector inmobiliario de la provincia de Alicante y la Comunitat Valenciana no ha dejado de crecer desde que comenzó a recuperarse en 2014, y está marcando cifras récord de operaciones nunca vistas desde 2006 (con el mercado extranjero protagonizando casi la mitad de las adquisiciones). ¿Mantendrá este ritmo en 2023 o sucumbirá finalmente a los obstáculos macro?
Sin duda alguna, el principal reto que encara la provincia de Castellón en este 2023 que arranca tiene que ver con la industria cerámica. Lograr la supervivencia de un clúster líder en el mundo y que tiene plenamente amenazada su viabilidad por los costes energéticos es la cuestión prioritaria para la economía castellonense.
En el aspecto comercial, sin duda hay un hito clave para el sector cerámico. Con su celebración garantizada del 27 de febrero al 3 de marzo, el regreso de Cevisama tras dos ediciones ausente debido a la pandemia se acerca envuelto en cierto halo de misterio. La organización trata de contrarrestar la ausencia de algunas de las azulejeras más destacadas con la organización de un nuevo pabellón tecnológico, un hito que intenta, a su vez, arrebatar el liderazgo de Tecna, en Italia, de capa caída en los últimos años.
Así las cosas, la cuestión fundamental estribará en conocer la respuesta del público. Con la garantía del asistente nacional, la afluencia de visitantes extranjeros se postula como fundamental para el futuro de una feria que es la única del sector que ha pasado tres años en blanco. Para tener éxito, la Conselleria de Economía Sostenible ha dispuesto un millón con el que atraer prescriptores foráneos, a la par que reformula el organigrama de Feria Valencia.
Con un buen puñado de las enseñas del azulejo castellonense, y también de los subsectores de las fritas y esmaltes y la maquinaria confirmados, alrededor de 400 expositores han garantizado su presencia en Feria Valencia a caballo entre febrero y marzo. La feria valenciana siempre ha dado un impulso considerable a las ventas del sector... que este año lo necesita más que nunca.
También relacionado con el sector cerámico, pero en el otro extremo de su actividad, la producción, otro de los retos que se le presenta a la economía castellonense es el de arrancar los grandes procesos de investigación que deben derivar en la reducción de emisiones que Bruselas le exige para el año 2030. Con el Instituto de Tecnología Cerámica dando pasos, y con firmas como Kerajet innovando en sus instalaciones para encontrar un modo de cocción más sostenible, los grandes proyectos de hidrógeno verde todavía no han arrancado en la provincia.
Porcelanosa ya ha expresado sus dudas (así lo hizo en la rueda de prensa de balance del año de la patronal Ascer) respecto al proyecto que promueve en sus instalaciones junto a Iberdrola. Y el retraso en el electrolizador de bp, que se jacta de impulsar el mayor de la Comunitat Valenciana, no ayuda a disipar los interrogantes. En cuanto al proyecto orange.bat, que promueve Cobra, ha recibido una buena lluvia de millones, pero la información al respecto es escasa.
En materia de vivienda radica uno de los retos que acaba de abrírseles a los empresarios castellonenses. La aprobación del Plan General de Castelló en el pasado 2022, y concretamente la del documento pormenorizado a mediados de noviembre, aporta a los promotores la seguridad jurídica que tanto venían demandando.
Esto ya se ha comenzado a dejar ver en el interés en zonas específicas del término municipal castellonense, y el Ayuntamiento trata de fomentarlo, para lo que ha activado un nuevo geoportal informativo. De ahí que, a falta de conocer definitivamente el impacto que la inflación y la subida de tipos pueda tener en el mercado inmobiliario, la posibilidad de que la construcción vuelva a ser uno de los motores económicos de Castellón es otro de los retos.
La reciente compra de APM Terminals Castellón por parte de Noatum, plasmada en la recta final del pasado 2022, ha dado un vuelco al tejido portuario de la provincia. Con ello, la gestora de una de las terminales se hace con su vecina, que gestiona además el principal recinto de contenedores. Recuperar su actividad pasada, e incluso superarla, es sin duda un gran reto. Y este camino pasa, sin duda, por el retorno de MSC al Muelle del Centenario castellonense.
Pero además, los rectores de Noatum deberán llevar a cabo una gran labor de reconversión del recinto, dotándolo con la maquinaria pertinente a través de una gran inversión. A partir del próximo verano, cuando se prevé que se produzca formalmente el traspaso de la titularidad, se debería materializar todo ello, lo que debería derivar en un impulso a la actividad portuaria provincial.
También relacionado con el puerto, la provincia afronta en este 2023 varios retos en cuanto a las infraestructuras. Además de la ansiada finalización de la implantación del ancho internacional en el tramo València-Castelló del Corredor Mediterráneo, otras dos obras, más concretas, se erigen como fundamentales para el futuro económico de las comarcas castellonenses.
Una atañe al puerto de Castellón. Se trata del acceso sur en tren, del que Adif adjudicó la construcción del primer tramo en el último día hábil del año. Con ello las obras deberían arrancar en unos pocos meses. A la par, avanza la tramitación del segundo tramo, del que ya se conocen los terrenos afectados. Además del impulso económico de la obra en sí, a su finalización, prevista para 2026, se debería producir un relanzamiento de los tráficos portuarios.
La otra infraestructura clave es más modesta, pero puede ser también fundamental para el futuro de la provincia. Se trata de la urbanización de la Zona de Actividades Complementarias del aeropuerto de Castellón, cuyos trabajos deberían arrancar hacia finales de año, una vez concluya la redacción del proyecto y Aerocas licite las obras.
*Información elaborada por Estefanía Pastor, Begoña Torres, David Martínez y Ramón Olivares.