Desde pequeña compitió contra los prejuicios en la misma liga que los chicos. Su carácter ganador, su formación y la influencia de su hermano la han llevado (y lo siguen haciendo) a las cabinas más prestigiosas del país
VALÈNCIA. Imagen 1. Una niña delgada y morena regatea a un chico de su edad en el jardín de una urbanización en Las Rotas, Denia. Coleta bien tensa en lo alto de la cabeza, la chica bate a otro chaval con un diestro chut colocado; es menos fuerte que sus adversarios, pero veloz y vivaz como una chispa, lo suficiente para competir con dos niños algo más mayores que ella.
Imagen 2. Una atractiva joven levanta el puño ante 40.000 personas; acaba de pinchar una remezcla brutalmente pegadiza de Arcade Fire en el escenario principal del Arenal Sound. Un mar de personas baila de forma compulsiva, como marionetas felices, ante los designios de la atlética DJ.
La primera imagen data del año 90. Lucíamos unas 10 primaveras, esa mágica edad en la que con una pelota y unos metros cuadrados nos bastaba. Si el trozo de terreno era de hierba y tenía, además, un par de árboles estratégicamente situados, todo era perfecto, para qué más. Nuestra imaginación hacía el resto: estábamos en Mestalla. Y yo gritaba, “pásala Leti”.
Han pasado los años y la segunda imagen pertenece al 2013. Los Zombie Kids se han caído de la cuarta edición del festival castellonense y una joven desconocida puso patas arriba el escenario grande. Miles de almas corean, al unísono, un nombre: “¡Ley DJ!”.
Leti Pérez de Ziriza y Ley DJ, caras de una misma moneda. Fueron sus amigas del colegio las que comenzaron a llamarle así en plan de coña. En su momento, cuando su carrera profesional comenzó a ponerse seria, pensó incluso en cambiarlo. Ahora, hasta su madre le llama Ley.
“Recuerdo aquellos partidos con una mezcla de nostalgia y de desazón. Tenía que luchar contra muchos prejuicios, no estaba bien visto que las chicas jugasen a fútbol, sobre todo entre el resto de las niñas de mi edad. Sin embargo, para mi enfrentarme a vosotros de igual a igual me parecía lo más normal del mundo. Disfrutaba jugando y se me daba bien, así que no iba a dejar de hacerlo”. Aunque hoy más como aficionada, ahí sigue su pasión por el balompié.
Valgan las palabras de la propia Leticia para ser conscientes del carácter luchador que la define. Ella misma también añade el adjetivo “tozuda”. Y claro, ser tan competitiva tiene sus cosas buenas y sus cosas no tan buenas. “Vivo instalada en un inconformismo permanente y eso a veces es duro”. De lo que no cabe duda, es de la gran capacidad de trabajo y la energía que envuelven a esta valenciana ubicada en mitad de la treintena y licenciada en ADE. El día y la noche adquieren la misma relevancia, no hay tregua laboral para alguien que pretende competir al nivel más alto en un mundo en el que flirtean continuamente la creatividad, las finanzas, la contabilidad, el marketing y el derecho.
También coincidí con ella en la primera edición del Postgrado de Gestión Empresarial de la Música que imparten, desde 2010, la UV y Songsforever. Siempre en primera fila, siempre preguntando sin piedad a los docentes. Por aquel entonces solo se podía intuir la progresión y el destino que le aguardaban. Con la carrera y varios cursos concluidos, buscaba en esa industria tan singular que es la música su forma de vida. Mientras, para sufragar sus gastos, curraba paralelamente llevando la administración de algunos grupos empresariales del ocio nocturno y amenizando bodas, muchas bodas. He tenido la suerte de ser invitado ebrio a alguno de esos enlaces y doy fe: son más bonitos si suenan buenas canciones.
De repente, algún bolo aislado en locales como Latex o Piccadilly, pero no fue hasta el verano de 2011 cuando le llegó la gran oportunidad; eso de estar en el lugar indicado en el momento indicado. Fue a raíz de las prácticas que le ofertó el mentado postgrado dentro del Arenal Sound que pasó aquello de: “se han lesionado The Zombie Kids, calienta Ley que sales al campo”. De nuevo la vida como el deporte. A partir de ese verano la llamaron para ofrecerle una residencia en La3 Club. Después, comenzó a producir, de forma natural, sus propios temas. Despegó.
Aunque fuera Leti la que me regateaba de pequeño, no ha sido la Pérez de Ziriza a la que más tiempo he dedicado en mi vida. Su hermano Carlos, algunos años mayor que nosotros, es un célebre periodista musical; de los mejores. ¡Cuál fue mi sorpresa un día al descubrir que aquel tipo cuyas crónicas de conciertos de El País yo devoraba era aquel hermano mayor que se colaba en los recuerdos de la infancia!
Y, claro, si Carlos fue influencia para mi… “Si no fuera por mi hermano y por la pasión que me transmitió desde pequeña por la músic, no creo que yo hubiese optado por este camino. Me marcó mucho todo lo que él escuchaba y, desde el principio, me enseñaba, la forma de aprender a apreciar cualquier género, el no ni tratar de poner etiquetas a todo. Era el que me llevó a ver mis primeros directos desde muy pequeña, el que me metió el gusanillo por los festivales”. Y hoy, doy fe, es el hermano mayor el que hace por no perderse ninguna de las actuaciones que Ley dj da dentro de su radio de acción.
Y de nuevo el fútbol. No solo la pasión y el gusto musical se pegaron, también el sentimiento culé. Que, me consta, viene ya de Carlos Pérez de Ziriza padre. Han celebrado muchos títulos del Barça juntos. Lo que no hubieran imaginado es que, como ocurrió el pasado lunes, Ley Dj estaría abriendo el paso de la comitiva de un Barça campeón de Liga y Copa por las calles de Barcelona. Ciudad que es hoy, casualidad, lugar de residencia de la valenciana. “Me mudé por una cuestión personal, o más bien sentimental, y la decisión no fue nada fácil. Valencia me ofrecía todo, y estaba en una posición muy cómoda, en mi zona de confort. Pero pensé que a veces es bueno salir de esa zona y asumir ciertos riesgos y la experiencia no ha podido ser más positiva. Estando en Barcelona he tenido la oportunidad de pinchar regularmente en salas como Apolo o Razzmatazz, en grandes eventos como el concierto de Coldplay, Bruno Mars o U2”.
Pero València es destino continuo en su agenda, no en vano conserva alguna residencia mensual por aquí. Una buena excusa para escaparse a abrazar a su familia y amigos. Este fin de semana es prueba de ello y pasará por aquí para pinchar en el hall del Palau de la Música, luego lo hará en La3 y seguirá camino hasta el WARM UP de Murcia. Otro fin de semana de estrés y ese afán por intentar convencer siempre a todo el mundo. A la vez, preparando el lanzamiento de 'California', su inminente single y adelanto su nuevo EP. Pero dice que no se olvida nunca de lo más importante: disfrutar. Cualquier equipo lo sabe, ser feliz con lo que uno hace es el secreto para ganar.
Son distintas y únicas, pero se dedican profesionalmente a la música electrónica. En una ciudad que fue cuna del clubbing para España, su relato sigue en segundo plano. Hablamos sobre su momento en la industria y nos relatan la discriminación por género que han vivido y siguen viviendo en discotecas y grandes festivales