Ayer fue el último servicio de Bodega La Aldeana 1927 y su hermano pequeño Malarmat, los dos proyectos de Alfonso García en El Cabanyal, que se traspasan.
Otra noticia triste para la hostelería valenciana. Bodega La Aldeana 1927 y Malarmat, la casa de comidas contigua, cierran sus puertas. Lo ha confirmado a Guía hedonista el propio Alfonso García. Ayer tuvo lugar su último servicio y ambos locales se encuentran en traspaso. “Esta restauración ya no es para proyectos pequeñitos, ilusionantes. La administración y los nuevos movimientos sociológicos y laborales los devorarán”, nos contaba el cocinero. Aunque La Aldeana funcionaba bien, Malarmat no acababa de arrancar del todo, y los coletazos de la pandemia todavía planean en muchos locales hosteleros. “Los ICOs del Covid no perdonan”, afirma.
Bodega La Aldeana nació en 2018. Allí Alfonso García recuperó en esta antigua bodega la cocina marinera de la zona, con guisos y almuerzos como seña de identidad. Una apuesta valiente en un momento en el que el barrio marinero no era lo que es ahora, en la que campan los turistas y los pisos turísticos amenazan con la gentrificación. Siempre nos gustó la cocina de Alfonso García. El cremaet de bravas, el morro Mick Jagger y esos bocadillos con los nombres más originales de la ciudad. Malarmat nació unos años después, primero como un espacio para acoger a la clientela que no cabía en la bodega, pero poco a poco fue perfilando su propia personalidad hasta convertirse en una casa de comidas con una propuesta gastronómica propia. Pero aquello no acabó de cuajar, a pesar del buen trabajo del cocinero.
Alfonso García no va a quedarse quieto y ya tiene en mente sus próximos pasos. “Cuando pueda, me voy a Nueva York con un amigo que lleva locales de restauración en la Gran Manzana, pero primero tengo que traspasar”, relata. Y otro plan, este a corto plazo y mucho más importante: “Necesito encontrar tiempo para la gente que amo y aprecio”