VALENCIA. La ciudad ha atravesado un valle de programación en danza tras la desaparición del festival VEO y Dansa València. Este último encuentro llegó a competir a nivel europeo, convirtiéndose en referente que impulsó a algunas compañías locales pero también sirvió para generar una diáspora de profesionales. Un valle, en lo referente a la programación, que este año ha encontrado respuesta definitiva en la ciudad.
Para Sonia Martínez, integrante del equipo de programación del Espai Rambleta , "no es una casualidad tanta oferta en la ciudad. Si que es cierto que venimos de una falta de programación cuando sí existía una necesidad y cierta expectativa de los profesionales de la danza por poder ver propuestas artísticas". La coresponsable de escénicas en el centro del Bulevar Sur cree que esta suma se debe "a la explosión de propuestas artísticas en la ciudad de toda índole, que solo es reflejo del trabajo soterrado y en espacios no convencionales que se ha dado durante los últimos años".
Ante esa realidad, la Rambleta apostó en la presente temporada por coger el guante y tomar ciertos riesgos en la programación con el soporte del programa PLATEA del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM). "Para nosotros ha sido fundamental a la hora de poder traer o a elencos numerosos o a compañías a las que no podríamos acceder por caché", apunta Martínez. El plan del organismo autónomo del Ministerio de Cultura supone una suerte de ayudas a la gira de compañías que en otros casos se hace cargo de la diferencia entre el ingreso por taquilla de cada obra y el caché de la compañía, como apuntaba el pasado mes el también técnico de la Rambleta Juan Manuel Artigot a Valencia Plaza.
Con todo, más de un millar de espectadores ya han pasado por Rambleta este trimestre para ver las propuestas estrenadas. A todos ellos se unirán los que acudan a los espectáculos que faltan por estrenar (En el desierto y Teresa, ambas del Premio Nacional de Danza, Chevi Muraday) y juntos vendrían a confirmar unas cifras de asistencia que refuerzan esta línea de trabajo dentro del centro cultural. Para ello, desde el centro se hace hincapié en el equilibrio con los precios, al que hay que añadirle las actividades gratuitas paralelas en las que 'embarcan' a las compañías y descuentos para profesionales, estudiantes y personas en situación de desempleo.
Lo más relevante, además, es el amplio espectro que han abarcado las seis propuestas de este otoño en Rambleta: de lo local, a lo nacional e internacional; de lo más pequeño a lo más ambicioso, con grandes producciones como En el desierto, que vuelve a Rambleta este fin de semana. Para Martínez lo esencial es que este marchamo ayude a huir de las 'cuotas' impuestas para que la danza tenga un hueco obligatorio en los teatros, "porque existe un público y una demanda de espectáculo de danza".
Las compañías, por otro lado, se prestan a realizar en el centro actividades paralelas diversas. Desde site specifics, a talleres de creación en los que Rambleta trata de involucrar a asociaciones próximas, atrayendo a nuevas inquietudes hacia este polo de crecimiento en escénicas que, en lo referente a negocio, sigue ofreciendo datos de estrepitosa caída hasta el pasado 2014; posiblemente, el año en que toco fondo la disciplina.
Los citados talleres también tienen la intención de que cada compañía deje un poso tanto en los futuros creadores, incentivando la regeneración y el intercambio de conocimientos, como en los espectadores, conscientes de la importancia de que la cercanía entre público y artistas es fundamental para asentar una relación duradera y para dotar de herramientas de reconocimiento mutuo.
La temporada arrancó con Súper, una apuesta decidida por la creación local y contemporánea. Le siguió Marea Danza, una joven compañía valenciana, llenó el teatro de Espai Rambleta con el espectáculo Relieves y su idea de transformar la danza española con músicos de flamenco valenciano de primer nivel. Tal y como sucedió en la temporada anterior, la compañía agotó todas las localidades. La excelencia, el 'placer adulto' y estrella de la temporada en la oferta de danza en la ciudad, llegó con la vanguardia de Lirio entre espinas. La obra que experimenta con nuevos lenguajes de la danza y el movimiento, fusionado con el cante flamenco y la música electrónica contó con la destacada aportación del cantaor El Niño de Elche. Un tratamiento atípico del espacio escénico y una combinación de elementos innovadores de máxima altura que, por otro lado, contó con la participación de la bailarina Natalia Jiménez que impartió un taller los días previos al montaje con treinta profesionales valencianos trabajando en el propio espacio escénico.
Por su parte, la compañía portuguesa Vortice Dance trajo a Rambleta su espectáculo Your Majesties:
welcome to the anthropocene, fusión perfecta entre danza y audiovisual, un montaje que aborda la crisis de la conciencia y la impotencia humana.
Además de la presencia de En el desierto este sábado, su director artístico y coreógrafo Chevi Muraday (Premio Nacional de Danza 2006) repetirá roles el domingo con el espectáculo de danza Teresa (Ora al alma), protagonizado por la actriz y bailarina Marta Etura interpretando a Santa Teresa.
Se trata de una obra inspirada en los diferentes estados de la oración teresiana que la propia Santa Teresa narra en su autobiografía El Libro de la vida. Una propuesta única y reveladora que muestra a través del lenguaje de la danza contemporánea los conceptos esenciales que ayudan a acercarse al personaje de Santa Teresa de Jesús: acción, lucha, misticismo y amor desmedido. El proyecto se enmarca dentro de las actividades culturales que la Obra Social “la Caixa” impulsa en motivo de la celebración del V Centenario del Nacimiento de Santa Teresa de Jesús.
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