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La Bothéca, la mozzarella más fresca se abre a Valencia

| 01/07/2016 | 4 min, 26 seg

VALENCIA. Para empezar por el final, La Bothéca es, sencillamente, un nuevo restaurante italiano para la ciudad de Valencia. No obstante, toda la historia que le precede, es de película. Para empezar porque sus cuatro impulsores han abandonado el mundo del cine y el teatro en Italia para emprender como restauradores en Valencia, "una ciudad con un clima social más amable", apunta a este diario. El cineasta Massimo Natale, el director de cine y productor Gianpiero Fontana, pero sobre todo las actrices Daría Botte y Silvia Deflina, están detrás de esta historia.

Son ellas las que, en su raíz familiar, albergan la historia de supervivencia de un grupo de mujeres con Iris a la cabeza como generadora -junto a su segundo marido Giacomo Caruso- que entre la primera y segunda Guerra Mundial lograron impulsar La Bothéca. Ese es el apodo cariñoso que le daban al laboratorio donde la segunda generación, las hijas de Iris y ahora madres de las citadas actrices, empezaron a innovar y a generar una marca propia en su entorno para la producción de mozzarella. Este queso está llamado a ser el gran punto de atracción para este restaurante que, como vía alternativa, contará con la producción diaria de mozzarella de búfala fresca. El laboratorio en sí, al fondo del nuevo local situado en Conde Altea 53 (próximo al viejo cauce del Turia), está visible al público.

Massimo extrae la mozarella fresca

Esa idea de transparencia, de necesidad por contar qué se hace, cómo por qué y quién lo hace, se desprende de estos cuatro italianos que han escogido Valencia para emprender en el mundo de la restauración. Su cocina, que parte de una cinematográfica historia personal, no ha adquirido finalmente la producción teatral o ha dado el salto a la gran pantalla: se ha convertido en restaurante por la sencilla razón de que los también citados Gianpiero y Massimo son auténticos devotos de la cocina. Y esto es lo primero que se transmite en La Bothéca, un lugar donde la cocina italiana se aproxima al comensal por su ingrediente más diferencial: la hospitalidad.

La mozarella recién hecha

La capacidad de compartir explicaciones, pese a que los cuatro todavía están lejos de aproximarse al uso del castellano, es una constante. Ellos mismos venderán desde el propio local la mozzarella fresca de búfala a los clientes de la calle, pero también a otros restaurantes. Probarla, disfrutar de su elasticidad y de su textura única, tiene en La Bothéca una experiencia a la que la industrialización del producto nos había desacostumbrado desde hacía años: el sabor a queso fresco. Y a partir de este sabor y bocado únicos, que a buen seguro se extenderá por una parte del recetario de restaurantes en Valencia (italianos o no), lo cierto es que ellos mismos han aceptado que todo lo de más que suceda en el restaurante "se ha de basar en la proximidad y el kilómetro cero".

Desde el aceite a cualquiera de las hortalizas, el entorno de Valencia y en cualquier caso sus regiones más próximas suponen los proveedores de base de esta cocina italiana que hoy arrastramos hasta el concepto 12,90. 

Qué comer

La burrata...

De hecho, la oportunidad de esta cocina italiana se sitúa por encima de nuestro inventado corsé económico. Aun así, hay un par de platos que, a modo de plato único -como ya hemos propuesto en alguna que otra ocasión- nos permiten precisamente disfrutar de la mozzarella fresca de búfala, reencontrarnos con el recetario italiano básico y seguir con la actividad diaria tras una cargada de pilas importante.

Esos dos platos son los que, en La Bothéca, se sitúan bajo el marco conceptual de 'De la cocina'. No son otros que su lasagna rellena de ragú de tomate, la citada mozzarella ahumada, bechamel y el esencial toque del parimgiano reggiano madurado durante 30 meses. E segundo y no menos esencial es un plato de maccheroni alla siciliana, donde la pasta con su salsa de tomate de proxmidad se acompaña de berenjenas (muy presentes en la carta), mozzarrella de nuevo y requesón salado. Un tercero no menos interesante es el veraniego positanasse: pasta fresca y fría con tomate valenciano, stracciatella, albahaca y escamas del citado parmesano. Los tres platos están disponibles por 8 y 9 euros, en los que nos cabe la bebida y el café.

No obstante, hay una quíntuple propuesta bajo el título de mozzarella experience que incluye ideas como la ischitana (mozzarella, bonito del norte, tomate valenciano, aceite de Monte Quinto y Orégano) o la sorrentina (mozzarella, jamón ibérico y melón) dignos de exploración y por tan solo 11 euros. Como acompañante para untar y sin poder salir de ese sabor tan poco habitual en los usos de la mozzarella en Valencia, está la burrata en su forma más original: mozzarella rellena de nata, y straciatella natural. 

FICHA TÉCNICA

Nombre: La Bothéca
Zona: Eixample
Teléfono de reservas: 963 060 861
Dónde está: Calle Conde Altea, 53
Más información: Facebook 

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