VALÈNCIA. Aunque a muchos les resulte una sorpresa, la relación de la chef valenciana Begoña Rodrigo y la moda viene de largo. “Me he criado entre costuras”, asevera. Tanto como que su abuela era modista, una labor de la que algo quedó en su nieta, que si de adolescente hacía sus propios trajes hoy hace lo propio con los uniformes de su restaurante, La Salita. “No tenía ni idea de cocina, pero se podía pasar la noche cosiendo”, recuerda. Es por ello que le pesa más el componente “sentimental” en la nueva aventura en la que se ha involucrado. Será esta semana cuando Rodrigo se suba a la pasarela de la Mercedes Benz Fashion Week Madrid de la mano del diseñador de Juan Duyos, que contará para la presentación de nueva colección primavera-verano 2018 con una treintena de mujeres ajenas al mundo del modelaje con el objetivo de poner en valor la diversidad real de las mujeres cotidianas.
Propietaria del restaurante La Salita, que cuenta con un Sol Repsol, la chef se subirá a la pasarela madrileña en su 67ª edición el próximo viernes 26 de enero, como parte de un proyecto que quiere romper con los cánones de belleza en el principal escaparate de moda en España. “Desfilan mis clientas, mi familia, mis amigas… mujeres anónimas que se han cruzado en mi camino. Profesionales maduras, madres trabajadoras, artistas. Mujeres generosas, valientes y poderosas”, explica por su parte el diseñador. Se trata de Un viaje lento, una colección que quiere reivindicar la filosofía slow poniendo el acento en los detalles y la artesanía: los bordados minuciosos, los juegos de texturas o las siluetas longuilíneas en contraposición con volúmenes oversize.
Es precisamente en este punto, el de la lentitud, donde Begoña Rodrigo encuentra más de un paralelismo con el sector en el que ella trabaja, un viaje gastronómico que, como un traje de calidad, no se crea “de hoy para mañana” y que deviene en un camino largo para encontrar desde los proveedores hasta la vajilla perfecta para generar una experiencia completa. “Los dos trabajos son artesanos. Cuando buscas un producto de calidad esperas algo reflexivo”, refleja la chef, que incide en la importancia de todo aquello que no se ve, un proceso creativo que no es automático y que acaba marcando la diferencia entre lo mediocre y lo excelente, así como de una colaboración entre creativos más necesaria que nunca: “cuantos más compañeros mejor”.
Sin estar la gastronomía o la moda incluida en las conocidas como siete artes, precisamente Rodrigo aboga por el carácter cultural que supone esta combinación de disciplinas, una reivindicación que parece hoy es menos necesaria: “la cocina, como la moda, es un arte”. Ella misma es consciente de esa necesidad de “abarcar todos los sentidos” durante la experiencia de comer, siendo la propia Rodrigo quien se encarga del diseño de los uniformes, cuya renovación está en marcha y tiene un protagonista: la cremallera. La prestigiosa chef aplaude el “valor” de Duyos por hacer un desfile “de este tipo en una pasarela tan importante”, un proyecto que pretende “inspirar” a partir de los distintos perfiles de mujer representados. “Es una declaración de intenciones desfilar en Cibeles, no todas medios 1,80 metros”.
El desfile cuenta con la colaboración de la Guía Repsol, una alianza que supone un nuevo paso en la relación de la veterana guía de viajes y gastronomía con Duyos, responsable a su vez del diseño de las innovadoras chaquetillas que lucirán este año los cocineros galardonados con Soles Repsol, confeccionadas a partir de un tejido reciclado. “Hemos querido unir diseño, tecnología de vanguardia e innovación para crear una chaquetilla. Duyos las ha convertido en piezas impecables que conjugan funcionalidad, elegancia y respeto al medio ambiente”, explica María Ritter, la directora de Guía Repsol. “El proceso creativo de la gastronomía y de la alta costura tienen muchos puntos en común, como el gusto por las cosas bien hechas. Desde Guía Repsol defendemos esta forma de trabajar y de ahí nuestra complicidad con Duyos. El concepto de slow travel de la nueva colección de Duyos y el hecho de que desfilen mujeres ajenas a la pasarela como la cocinera Begoña Rodrigo, nos vuelve a unir como compañeros de viaje”, concluye.
Foto: EVA MÁÑEZ.
