VALÈNCIA. La automoción se encuentra en un momento de profunda transformación impulsada por las nuevas formas de movilidad y las nuevas exigencias para reducir las emisiones de carbono. Un contexto que ha llevado a la mayoría de fabricantes automovilísticos a electrificar sus modelos. Los coches de combustión tienen los días contados por su contaminación, lo que ha llevado al sector a una catarsis para establecer objetivos de CO2 más exigentes en la lucha mundial por combatir el cambio climático. Para ello, se hace necesario dar a esos futuros vehículos eléctricos un soporte en forma de baterías para su funcionamiento.
Multinacionales como Ford ya han anunciado que, a partir de 2030, en Europa solo venderán coches eléctricos y la posibilidad de contar con una 'gigafactoría' de baterías próxima a sus centros de producción supone una gran ventaja competitiva y de optimización de recursos. Y los fondos europeos representan una importante oportunidad para que las grandes compañías busquen el respaldo económico necesario para levantar grandes instalaciones que permitan acelerar esta reconversión del automóvil mundial.
La sueca Northvolt ya ha construido una instalación de baterías en su país natal con contratos cerrados con BMW, Scania o Volvo; mientras que la china Svolt ya ha mostrado su interés por llevar a cabo una gran fábrica al sur de Alemania. Y, al calor de los Next Generation, podrían ser más.
El Gobierno de España ya anunció un consorcio con Seat-Volkswagen e Iberdrola, para una instalación de baterías en España que sería, además, el primero de los Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) del Ejecutivo. En principio, la ubicación escogida era Cataluña, pero finalmente Extremadura, la Comunitat Valenciana y Aragón tomaron ventaja en la pugna por albergar la infraestructura.
El Grupo Volkswagen ya ha creado una nueva empresa (Société Européenne) para agrupar todo su negocio de baterías e instalar seis fábricas de celdas de batería en distintos países de Europa. Una de ellas estará en España en una ubicación todavía por determinar y es en esta partida donde la la Comunitat Valenciana, en concreto la localidad valenciana de Sagunt, aparece como el jugador con mayor ventaja.
En ese sentido, según ha podido saber este periódico de fuentes conocedoras de la negociación, los contactos entre la administración autonómica y los representantes de la multinacional alemana se han intensificado en las últimas semanas y la sensación es que la oferta valenciana se perfila como la más atractiva para el grupo alemán.
Y la elección de Sagunt sería un factor importante en la pugna que mantienen la factoría de Almussafes con la alemana de Saarlouis para hacerse con los dos modelos eléctricos que Ford lanzará al mercado europeo a partir de 2025. La cercanía entre ambas localidades sería un ingrediente añadido para declinar la balanza a favor de la factoría valenciana dado que le permitiría reducir sus costes logísticos. Y más teniendo en cuenta que Ford y Volkswagen sellaron hace años un acuerdo para la fabricación de modelos eléctricos, unos coches que se fabrican en Colonia (Alemania).
Por tanto, la posible fábrica de baterías no solo supondrá generación de empleo y riqueza a la región, sino que también podría condicionar la elección de Ford. Tras presentarle el pasado 27 de enero ambas plantas sus propuestas de ajustes para optar a los nuevos modelos eléctricos, ahora la dirección europea elevará las ofertas a la central en Detroit. La ubicación escogida por Volkswagen se conocerá a principios de este año, es decir, antes de que la firma del óvalo resuelva en qué planta fabrica sus nuevos vehículos, una decisión que anunciará en junio. Por tanto, si finalmente Sagunt es la escogida daría un importante balón de oxígeno a Almussafes en su carrera por la electrificación.
Y más teniendo en cuenta que en la determinación final de Ford existen varios condicionantes. Por un lado, los recortes que cada planta le ha presentado, pero también los planes públicos de apoyo que las Administraciones estatales y regionales le han ofrecido y que no únicamente se basarían en ayudas económicas. Unas buenas infraestructuras y conexiones logísticas también entrarían en la partida. Y una gran instalación de baterías próxima a las plantas de Ford sería una gran ventaja.
Bien lo saben los alemanes que hace ya unas semanas sacaban pecho de la 'gigafactoría' que el fabricante chino Svolt Energy Technology construirá al sur de Alemania. El propio ministro presidente del estado de Saarland, Tobias Hans, destacaba que la puesta en marcha de esta instalación sería "decisiva" en la toma de decisión de Ford para mantener los trabajos en la factoría alemana. Fuentes sindicales de Almussafes admitían que contar con una fábrica próxima a las plantas de producción supone una ventaja en cuanto a reducción de costes logísticos.
No obstante, hasta que el Ministerio de Industria no saque adelante la convocatoria de ayudas del Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) para la automoción, dotado de 3.000 millones de euros, las compañías no moverán ficha. El Ejecutivo de Pedro Sánchez le dio luz verde en julio, pero no fue hasta diciembre cuando recibió el visto bueno de la Comisión Europea.
No obstante, todavía está pendiente que el Ministerio de Industria saque la convocatoria de ayudas para que se presenten las iniciativas empresariales. Mientras eso no ocurra, Volkswagen no tomará la decisión sobre la ubicación de su 'gigafactoría' de baterías en España. Según confirman desde el departamento que dirige Reyes Maroto, se está trabajando "a marchas forzadas" para que este mismo mes de febrero, o "como tarde en marzo", se lancen las ayudas para la automoción.
En concreto, el PERTE del vehículo eléctrico y conectado prevé una inversión total de más de 24.000 millones, de los que 4.295 millones, los aportará el sector público -fundamentalmente los Next Generation-, con el objetivo de crear 142.000 empleos y generar una contribución al PIB de entre el 1 y el 1,7% entre 2021 y 2023.