Con las actuaciones de Alejandra y Juan Mandli y del propio Valls, la obra se representará del 2 al 5 de noviembre en la Sala Ultramar
VALÈNCIA. El dramaturgo Manuel Valls sube a la Sala Ultramar uno de los éxitos de público de la última edición de Russafa Escènica, Bienvenido a casa. La obra, para la que ha logrado contar con la participación actoral de Alejandra y Juan Mandli (hija y padre en la vida real), es una nueva propuesta de Dacsa Producciones en torno a los conflictos de familia. La productora de Alejandra Mandli y Manuel Valls, con el apoyo de Xavier Crespo, trata así de reeditar las buenas sensaciones y recorrido de su proyecto debut, El último viaje de Cary Grant.
En este caso, Valls –uno de los jefes de guión de la serie televisiva l'Alqueria Blanca– propone la historia de dos hermanos que tratan de vender la casa familiar tras la muerte de la madre. Un hecho que propiciará cierto conflicto, en gran medida a partir de la desaparición décadas antes de su padre, cuya ausencia y carencia se convirtió en un tabú durante su desarrollo. Sin embargo, el progenitor (Juan Mandli) aparecerá eventualmente, generando que el conflicto entre los personajes alcance espacios todavía más interesantes.
Valls asegura a este diario que en el proceso de creación "tuvo mucha presencia la improvisación". Por el tipo de obra y texto, Dacsa Producciones ambicionó contar con Eva Zapico, la que para Valls es "la mejor directora de la Comunitat en este momento". El motivo fueron las conexiones en torno a los trastornos y obsesiones con los personajes que Valls y Mandli vieron en El gran arco, una de las obras más celebradas de la valenciana. La llegada de ese padre, entre el tabú y el mito, en un momento crítico, desata las paranoias entre los espectadores para mantener la atención hasta el último minuto de la obra a partir del trabajo conjunto de los miembros del proyecto.
Con escenografía de Luis Crespo, luces de Carlos Molina y música de Néstor Mir, Bienvenido a casa aborda una cuestión de eterna actualidad: la relación padre-hijo. Desde Kafka y tantos otros autores hasta nuestros días, a Valls le tensa como autor la idea de "cuándo somos nosotros o desde qué punto de nuestra vida asumimos que lo que somos y hacemos es nuestra entera responsabilidad". Esa idea que tiene que ver con la progresión de las vidas a través de los hijos y los retos y frustraciones que se heredan, sobrevuelan toda la obra que estará del 2 al 5 de noviembre en la Sala Ultramar.
Después de la grata experiencia con María Cárdenas en la dirección de un texto de Valls (El último viaje de Cary Grant), Zapico impondrá su ritmo –y sus 20 años de experiencia– en una obra en la que no deja de ser un aliciente especial ver trabajar a Juan Mandli. Este argentino afincado en España hace más de 40 años y que ha trabajado con los Alberola, Zarzoso, Alfaro o Calatayud, comparte tablas con su hija Alejandra, a quien también hemos visto antes en 1789: En un universo paralelo (Teatro de la Resistencia), entre otras producciones.
Tras casi doce años de actividad la Sala Ultramar ha anunciado su cierre, una triste despedida de la ciudad que se hará realidad el día 4 de febrero con la última función de ‘Morning Glory’, una obra de su directora: Mertxe Aguilar, quien se despide del espacio apenada pero por todo lo alto