Constelaciones, interpretaciones, retratos, polípticos y demás obras se integran en Forma y Color, el título de la muestra que llega esta semana al local del Mercado de Colón
VALÈNCIA. La exposición de Enric M. Català articula su recorrido a través de seis secciones que muestran otras tantas etapas de la creación del artista. Todas estas secciones, realizadas desde el año 2000, sintetizan su extensa producción de dos décadas y ofrecen una mirada muy personal y contundente sobre los prismas artísticos analizados en un trabajo resumido ahora en las series: Constelaciones, Grafitis, Interpretaciones, Retratos, Polípticos y Trípticos. El título de la exposición: “Forma y Color”, una muestra que podrá verse en Las Cervezas del Mercado by BWK en la zona baja del Mercado de Colón, que permanecerá hasta marzo.
En todas las series se refleja una mirada muy particular, libre y potente sobre la abstracción, el pop art, la figuración, el formalismo, la improvisación o el gesto. Una visión particular del retrato imaginado y los homenajes a los referentes artísticos que han acompañado su investigación, con los que dialoga con su propia obra y la de otros artistas y referentes personales contemporáneos.
“Forma y color”, coordinada por el publicista Ricardo Seguí Sotos, es un baño de colores y expresividad que deja clara la hiperactividad de Enric M. Català en la creación y su interpretación de la realidad que le acompaña, y esa mirada sobre una visión del arte que rompe fronteras e iconos para disfrutar de personalidad propia.
La serie “Retratos” es un guiño a personajes inexistentes, pero que convierte en una galería de realidad a los que convierte en personajes próximos y hasta reconocibles en la imaginación de cada espectador.
“Polípticos” y “Trípticos” reúnen en un mismo cuadro diversas series de pequeño formato: juegos de improvisación y ritmo en los que la forma y el color conjugan un movimiento dispar, pero unido en forma y fondo hasta coordinarse en un sólo discurso que nace de la geometría, el color, la forma y la abstracción.
Esta exposición significa la reaparición pública de Enric M. Català, quien, a finales de siglo XX, decidió alejarse de la especulación del arte y la manipulación comercial del hecho artístico para centrarse en el trabajo silencioso y su obra, y al mismo tiempo desvincularse del ruido escénico marcado por las exigencias arbitrarias del propio mercado del arte.
Para el comisario de la exposición, Ricardo Seguí Sotos, esta selección muestra un artista “inquieto e inacabable”, capaz de dibujar un universo, y manifiesta una gran capacidad en cuanto a técnicas, formatos y la propia capacidad creativa.
Para el artista de Alfara del Patriarca (València), su obra busca “conectar la abstracción para que mantenga su austeridad y gran ambición mientras se hace más específica en su contenido. Mi posición no es puritana, es completa y profundamente sensual, en la que la forma es la excusa y el color, el recorrido”.