Este prestigioso programa de encuentros sobre ciencia, arte y tecnología establece en València su primera sede oficial de España gracias al impulso de la UPV, la Unitat de Cultura Científica i de la Innovació de la UV, la asociación Piratas de la Ciencia y el Centre del Carme de Cultura Contemporànea
VALÈNCIA. La irrupción de las obras de arte NFT y la tecnología blockchain en el mercado del arte contemporáneo ha sido uno de los temas más comentados de la última edición de ARCO. Del mismo modo, en 2006 fue el momento de gracia de 77 Million Paintings, una instalación audiovisual generativa, creada por el músico, compositor y artista visual Brian Eno, que combinaba DVD y un software de arte digital capaz de generar un sistema de combinaciones infinitas de luz, formas, colores y sonido. Pero el idilio entre ciencia, tecnología y arte se remonta mucho más atrás en el tiempo. Tanto, que resulta poco creíble pensar que alguna vez estas disciplinas hayan vivido de forma completamente independiente.
“El artista siempre ha sentido mucho interés por todos los avances que se han producido a su alrededor. Es evidente que, a partir de la invención de la fotografía y el cine, y más adelante la computación, el arte intensificó su relación con la tecnología. Pero si nos ponemos a pensar en algo mucho más antiguo como el paso del óleo a la pintura acrílica, vemos que no deja de ser un cambio tecnológico en el que también intervino la investigación científica química”, nos explica Moisés Mañas, artista, profesor de Bellas Artes de la UPV y codirector de las Laser Talks que se celebrarán este viernes 11 de marzo en el Centre del Carme de Cultura Contemporànea (CCCC).
Las Laser Talks (Leonardo Art Science Evening Rendezvous) son una serie de encuentros internacionales que reúnen a expertos del mundo del arte, la ciencia, el humanismo y la tecnología para interactuar con el público y presentar proyectos concretos definidos por la coalición entre ciencia y humanidades. En el origen de estas jornadas está una organización sin ánimo de lucro creada en 1968 por el pionero de la ingeniería astronáutica y artista cinético Frank Malina, y representa en la actualidad a la sociedad internacional más relevante en el panorama de las relaciones entre arte, ciencia y tecnología.
Es la primera vez que este prestigioso programa establece una sede oficial en España, y si lo hace precisamente en València no es por casualidad. Tal y como nos explica Guillermo Muñoz Matutano, investigador del Instituto de Ciencias de los Materiales de la UV, miembro de la Asociación Piratas de la Ciencia y también codirector de las Laser Talks, “en esta región existe una gran tradición histórica de interacciones entre arte y ciencia”. Una prueba fehaciente de ello fue el nacimiento del colectivo de artistas Antes del arte quienes, junto al crítico de arte valenciano Vicente Aguilera Cerní, comenzaron a trabajar en los años sesenta en propuestas de abstracción geométrica que ponían en contacto la ciencia con el arte. Tenemos otro buen ejemplo en el Laboratorio de Luz de la UPV, el primer grupo de investigación universitario en Arte y Tecnología de España, fundado por el artista José María Yturralde en 1990. Este equipo, al que pertenecen tanto informáticos como perfiles de Bellas Artes, continúa hoy en día trabajando en proyectos relacionados con la cultura digital y media art.
Fueron también pioneros en su día la Asociación Piratas de la Ciencia de la Universitat de València, así como el Máster Universitario en Artes Visuales y Multimedia de la UPV, dirigido a personas de distintas disciplinas interesadas en estudiar el impacto de las tecnologías de la imagen y al potencial creativo de los programas de generación, tratamiento y manipulación técnica de la imagen digital. Estas instituciones universitarias son, de hecho, las promotoras del establecimiento de las charlas LASER en València. Esta alianza se prolongará en el tiempo, ya que se sumarán nuevas jornadas en junio, octubre y diciembre de 2022. La programación para este viernes en el CCCC comenzará a las 18 horas e incluirá ponencias de José Ramón Bertomeu Sánchez, químico y director del Instituto Interuniversitario López Piñeiro de Historia de la Ciencia de la UV, y Salomé Cuesta, artista y vicerrectora de Arte, Ciencia, Tecnología y Sociedad de la UPV. Para finalizar el acto, el artista sonoro valenciano Martí Guillem presentará el proyecto DLIGHT, basado en un efecto sinestésico de luz y sonido que genera una experiencia estética inmersiva. “Es una especie de juego sensorial en el que la luz acompaña y modifica el sonido y viceversa, lo que permite “escuchar la luz” y “ver el sonido” desde un punto de vista poético”, nos explica Guillem.
Todas las intervenciones serán retransmitidas por streaming y sus conclusiones formarán parte de los contenidos de la prestigiosa revista Leonardo, editada por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y a la que están adscritas las principales universidades del mundo. “Es una gran oportunidad para mostrar internacionalmente los interesantes proyectos interdisciplinares que se están llevando a cabo a nivel local y regional. No solo nos interesa representar los proyectos académicos o surgidos desde instituciones, sino también aquellos que se mueven en círculos underground. En este sentido, el trabajo que se está llevando a cabo en centros de investigación artística como Nvcli o Plutón son muy interesantes”.
Para entender cuáles son las motivaciones de un científico para acercarse al campo siempre más libre y subjetivo del arte, recurrimos a la opinión de Guillermo Muñoz, quien suma a su labor como investigador químico la de veterano activista por el trabajo colaborativo entre filósofos, tecnólogos, músicos pintores, informáticos y científicos. “La creencia de que el científico tiene que trabajar aislado en su laboratorio es un sesgo social e ideológico. A nivel histórico, la separación de las disciplinas y la compartimentación de la educación se produce en el siglo XIX, y es en el siglo XX cuando aparecen multitud de escuelas, algunas de las cuales defienden la especialización y otras el cruce de conocimientos. En la década de los sesenta 60 es cuando las voces disidentes empiezan a ganar terreno dentro de las instituciones universitarias, que empezaron a apostar por programas de investigación con expertos de distintas disciplinas. De todas estas cuestiones se hablará en esta primera jornada de charlas de LASER en València”.
“El cambio climático y la pandemia nos han enseñado que los problemas de la sociedad contemporánea son demasiado complejos para abordarlos únicamente desde la perspectiva científica. Por supuesto que es importante profundizar en los temas y focalizarse, pero hay que entender que las conexiones entre la ciencia y las humanidades son muy importantes para conseguir una sociedad bien cohesionada”, opina Guillermo.
Para no perdernos en abstracciones, buscamos ejemplos concretos de proyectos interdisciplinares recientes con utilidad social, científica, estética e intelectual. Pensemos, por ejemplo, en Printeria, una impresora de ADN desarrollada por el equipo iGEM UPV, en el que participan biotecnólogos, ingenieros informáticos, ingenieros industriales, diseñadores, etcétera. Este proyecto, que fue proclamado ganador en el iGEM 2018 -el certamen de biología sintética más importante del planeta, celebrado en Boston (Estados Unidos)-, es un artilugio del tamaño de una caja de zapatos capaz de imprimir en el ADN de una bacteria. Se concibió como una poderosa herramienta didáctica, artística y como un sistema de automatización de procesos de laboratorio. Pero a medio plazo, podría servir incluso para imprimir insulina en casa. Entre sus aplicaciones complementarias está también la del bioarte experimental, posibilitando al artista de producir sus propias materias primas a partir de organismos vivos como bacterias, tejidos y cultivos.
“Hay muchas formas en las que los artistas pueden ayudar, y mucho, a los proyectos científicos y tecnológicos. La prueba está en que el CERN tiene un departamento de colaboraciones con artistas. Por ejemplo, todo lo que tiene que ver con representación y visualización de datos. Muy interesante también son los trabajos que se han hecho para representar parámetros del cambio climático a través del sonido. O el proyecto de visualización de la densidad de la radiación electromagnética que han llevado a cabo los artistas valencianos Clara Boj y Diego Diaz”.
La asociación señala el "escandaloso vacío" en su programación y el freno a la colección de arte contemporáneo