VALENCIA. Intramurs vuelve a la ciudad aunque, en realidad, nunca salió de ella. El festival urbano ha dado el pistoletazo de salida a una tercera edición que contará con cerca de 400 artistas y que quiere dirigirse volver a conectar el barrio con los procesos creativos, sumando al pequeño comercio y, como novedad, incluyendo en la programación rutas donde los vecinos puedan ver y aprender en torno a las piezas expuestas. "Es muy importante acercar más al público y dar una explicación", indicó la directora del festival, Salvia Ferrer, durante la presentación del mismo. La edición de la consolidación lleva por lema Troublemakers o A l'embolic, 'problemas' que desde ayer y hasta el próximo 30 de octubre tomarán las aceras y fachadas de Ciutat Vella con una programación que sumará exposiciones, performances, intervenciones, talleres, recitales, y conciertos. "Está trabajando medio Valencia y medio Madrid en este festival y esto es motivo de celebración", celebró Ferrer, un proyecto con el que se quiere "ayudar a Valencia a crecer y a desarrollarse culturalmente", destacó Carlos Llavata, coordinador de performance. Con una edición que mantiene su forma pero quiere volver a agitar su contenido, estas son las claves de la tercera edición de Intramurs:
Aunque tras tres años a muchos ya les surge la duda, Intramurs NO es un barrio. Este festival es un proyecto para la promoción de todas las artes contemporáneas que se enclava dentro del área que las antiguas murallas de Valencia delimitaban. Un colectivo de profesionales formado por artistas, diseñadores, gestores y teóricos del arte, unidos con la idea de organizar un festival interdisciplinar, llevan a cabo un año más esta experiencia en contacto con las asociaciones, instituciones y comercios de esta zona centro con intención de dinamizarla culturalmente. Este año cerca de 400 artistas serán los que invadan aceras y fachadas del casco histórico para acercar el arte al ciudadano.
Una de las novedades de esta tercera edición es la puesta en marcha de rutas con las que, además de mostrar, explicarán algunas de las piezas que forman parte de Intramurs. Así las cosas, las rutas generales buscan que la ciudad y el público entiendan la diversidad del festival y conozcan el proceso de creación de las obras. Este proyecto se dividirá en doce rutas por talleres, escaparates, intervenciones urbanas y espacios expositivos, con el punto de partida en la intervención de Raquel Rodrigo frente al Miguelete. Las rutas generales tendrán lugar el sábado 22 a las 10:30h, 11:00 y a las 17h; el domingo 23 a las 10:30h; miércoles 26 a las 10:30h y a las 17h; el jueves 27 de octubre a las 10:30h y a las 17h, viernes 28 a las 10:30h y sábado 29 a las 10:30h y a las 11:00.
Por otra parte se llevará a cabo una ruta específica en las galerías de arte contemporáneo (viernes 21 a las 17h y viernes 28 a las 17h), que pasarán por Misterpink, que actualmente exhibe la muestra ‘Desaparición, de Vicente Talens; Espaivisor y ‘A chupar del bote’, de Ximo Berenguer; la galería Rosa Santos y la exposición ‘Blanco nocturno’, de Chema López; y Set Espai d’Art, que acoge la muestra ‘Destellos’ de Juan Olivares. La tercera versión de las rutas se desarrollará el martes 25 de octubre a las 17 horas, el mismo día de la entrega de premios, una ruta de escaparates que dividirá al público en tres grupos para poder abarcar todos los escaparates que participan, treinta y dos en total.
Con una nómina de aproximadamente 400 artistas, la criba resulta difícil aunque, de entre todos, sus organizadores destacaron algunas grandes figuras del panorama nacional e internacional que hasta el 31 de octubre tomarán el casco histórico. Entre ellos, la performance sexual más extrema de Abel Azcona, en la que se expondrá en una cama semi inconsciente para que el público puede interactuar sin límites con él. Por su parte, el artista Carles Santos interpretará una pieza de Jaime Martorell, dando vida a la fachada del numero 4 de la calle Sagrario de la Compañía. También sumará la instalación cerámica de Pere Noguera, el performer Ramón Churruca, Pere Noguera o Valentín Torrens. A las propias piezas se sumarán conciertos y talleres. Así pues, los artistas musicales Polock, Gener, Samuel Reina, La Habitación Roja, Chlöe’s Clue y Modelo de Respuesta Polar serán los encargados de poner banda sonora al festival. Por su parte, también se ofertarán un taller de lettering con Lawerta; de creación cerámica de la mano de Domanises; Caretes impartirá un curso de espardenyes; Jonay Cogollos hará lo propio con marquetería; J.A. Blasco de collage; Ana Illueca impartirá un curso de arts & crash y Lebrel de diseño de muebles.
Para esta tercera edición dos son los grandes vínculos de carácter internacional que tienen al festival valenciano como interlocutor. Por una parte recibirán la visita de los representantes de un proyecto de la Unión Europea, con el que esperan “sacar Valencia al mundo”, explicó Carlos Llavata, coordinador de performance del festival. La segunda pata de este proyecto de expansión se dará de la mano del festival americano Burning Man, que ya echó el lazo a la ciudad con la visita de sus organizadores y una representación de sus artistas en las pasadas Fallas. En este caso el BM seleccionará a uno o dos artistas participantes en el encuentro valenciano para que en 2017 visite el desierto de Nevada. Otra de las conexiones con el festival, aunque todavía por definir, es la posible inclusión de la pieza creada por el arquitecto Miguel Arraiz y el artista fallero David Moreno, el gigante Renaixement, que, en cualquier caso llegará fuera del calendario oficial de Intramurs, una conexión que todavía está en el limbo a falta de que se cierre por ambas partes.
Intramurs renueva su apuesta por llegar a todo tipo de público, experto o no en arte, y, también, de todas las edades. Mini Intramurs es una sección pensada para que también los niños puedan acercarse al arte de una forma educativa y lúdica, una programación específica que se centrará en los dos fines de semana que toca el evento. De esta forma, entre otros actos, este primer fin de semana tendrá lugar en Ca Revolta el taller ‘¡Edítalo tú mismo! Taller de fanzines raros y variopintos’ de la mano de La Más Bella; el sábado 22 de octubre se llevará a cabo en el Centro Cultural Bancaja el taller de stop motion, impartido por Ángel Serna; mientras que en la escuela infantil Les Petits se desarrollará el taller Gominoleando con las artistas Inma Liñana y Alenar Ramón. Por lo que respecta al segundo fin de semana, el viernes 28 de octubre Sinaí Salguero impartirá un taller de papiroflexia en la plaza del Correo Viejo; mientras, el sábado 29 tendrá lugar la intervención Atomic Painting en la plaza tavernes de Valldigna, con Inma Liñana, Oliver Johnson, Alenar Ramón y Jorge López.; y el domingo 30 de octubre la plaza del Mercado acogerá talleres didácticos de la mano de la Asociació Valenciana de Professors de Dibuix (AVPD) y el espectáculo circense ‘Lea’. En el programa de Mini Intramurs también participarán las galerías de arte contemporáneo Misterpink, Set Espai d’Art i Galería Punto.
La artista Raquel Rodrigo llega este año a Intramurs por la puerta grande, con la instalación de mayor tamaño de la edición. Se trata de ‘Hay cosas que necesitan tiempo’, el primer proyecto artístico de la plataforma de creación contemporánea crear/sin/prisa impulsada por Cervezas Alhambra, un proyecto que, aunque originalmente debía cubrir la fachada de la Casa del Relojero, finalmente se ha ubicado en un pequeño solar anexo, frente a la torre del Miguelete. Se trata de una instalación mural de 77 metros cuadrados, bordada a mano siguiendo la técnica tradicional de punto de cruz adaptada a los códigos contemporáneos. "Hay cosas que necesitan tiempo, y de eso es de lo que habla mi obra, en la que hemos estado trabajando durante tres meses […] Ha sido muy intenso y he contado con 20 personas que han estado bordando desde el lunes al domingo", explicó la artista durante la presentación de la pieza. Con una dimensión de 7x11 metros y 40.000 metros de cordón, la pieza se suma a una producción textil que, bajo la marca Arquicostura, ha vestido y dado nueva vida a más de un espacio en la ciudad, como uno de los edificios de la plaza Lope de Vega o un muro en la calle Bolsería.