Brie Larson, Greta Gerwig y Gustavo Salmerón están entre los intérpretes que debutan este año como realizadores en el TIFF
TORONTO. El marketing les viene de serie. No son directores sin pedigrí, rompiendo mano sin aval ante la audiencia. Son rostros reconocibles por sus incursiones en el cine y en la televisión, con galones en IMDB y estatuillas en la repisa de la chimenea. Sus nombres han acaparado titulares en los medios, así que cuentan con la curiosidad de los espectadores. Y puestos a apostar por un director novel, a los productores muy bien les vale un actor con carrera. Un buen puñado salta este año al otro de la cámara a lo grande, en uno de los cuatro mejores festivales internacionales de cine del mundo, Toronto.
La 42 edición del TIFF, que finaliza este próximo 17 de septiembre, concentra un buen surtido de óperas primas firmadas por actores. Brie Larson, Greta Gerwig, Gustavo Salmerón, Molly Parker, Justine Bateman, Andy Serkis y Simon Baker se estrenan.
El mentalista Simon Baker, vuelve a girar la cámara hacia sí mismo, como ya la hecho en varios episodios de la serie que La Sexta emite en nuestro país, pero ahora en su primer largo. Breath está ambientada en la costa australiana, durante los años setenta. El proyecto se basa en la novela homónima de Tim Winton, sobre dos chavales de 13 años que se inician en el surf junto a un monitor bohemio. “Baker siempre ha sido un actor carismático, pero como director muestra una visión personal, compasión y ternura”, asegura la programadora del TIFF Jane Schoettle.
Lo de Greta Gerwig también era crónica de un debut anunciado. La actriz ya había coescrito los guiones de Frances Ha y Mistress America junto a su pareja, Noah Baumbach, y desarrollado y dirigido a pachas Nights and Weekends, con Joe Swanberg. Ahora llega el salto en solitario con la comedia dramática Lady Bird. Protagonizada por la actriz irlandesa Saoirse Ronan. Gerwig ratifica su pericia para retratar a mujeres jóvenes. En esta ocasión, en la adolescencia. Su señorita pájaro es una estudiante en el último curso del instituto, que fantasea con lo que le traerá el futuro. La película se ambienta en Sacramento, en el año 2002. La reina del género mumblecore vuelve a regalarnos una mirada aguda e inteligente, con un poso de melancolía, al complejo universo femenino.
Pero para complejo y fértil el clan Salmerón.
Gustavo Salmerón ha girado la cámara hacia su propia familia. De hecho, Muchos hijos, un mono y un castillo es el título de su documental porque fueron los tres deseos formulados por su madre el día de su boda. Todos se cumplieron. Su progenitora, Julita, es una expansiva, excéntrica y maravillosa maestra de ceremonias de este fresco sobre la historia reciente de España que bien podría haber inspirado una ficción a Azcona o Berlanga. Los espectadores de Toronto somos descubridores de segunda mano, porque la ópera prima ya visitó el festival de Karlovy Vary, donde se alzó con el Globo de Cristal a la mejor película documental.
Brie Larson viene avalada, en cambio, con un Óscar, el de mejor actriz ganado por La habitación (Lenny 2016). Tras el revival de Mi pequeño poni, el auge de productos en tonos arcoíris en maquillaje, tintes de pelo, esmaltes de uñas y pintalabios y el frappuccino unicornio de Starbucks, llega el debut en la dirección de Brie Larson. Antes de asaltar las taquillas como Capitana Marvel, la actriz estrena una comedia fantástica titulada Unicorn Store. Gira en torno a una chica a la que se le ofrece un regalo mágico. Adivinad cuál. Está protagonizada por ella misma, Joan Cusack y Samuel L. Jackson, al que ha pescado en el set de la mentada película de superhéroes, donde Brie da vida a la Comandante Carol Danvers y el actor afroamericano, a Nick Furia.
Es lo que tiene estar bregada en sets de rodaje. A la hora de conformar el elenco de tus proyectos, puedes echar mano de la agenda o pedirle un favor a alguno de los agentes de casting que te ha fichado en el pasado.
Así lo ha hecho también Molly Parker, a la que los fans de House of Cards conocen como la congresista Jackie Sharp. Su corto Bird está protagonizado por Amanda Plummer, que interpreta a una mujer resentida de visita en casa de sus ancianos padres. Cuando la mascota familiar se escapa, un pequeño gran drama estalla.
Los dos últimos actores que se han revelado como directores durante esta edición del Festival de Toronto son y no son conocidos. La primera porque lo fue en los ochenta, Justine Bateman interpetaba a Mallory en la serie que lanzó a la fama a Michael J. Fox, Enredos de familia. Tres décadas después, es más conocida como la hermana del actor Jason Bateman, porque ha mantenido un perfil muy discreto como intéprete. Ahora se ha decidido a escribir, producir y dirigir su primer corto, Five Minutes, una breve comedia sobre la incomunicación en familia.
El último de la lista es conocido como hobbit, chimpancé y maestro del reverso tenebroso. Nos referimos a Andy Serkis, metamorfoseado en Gollum en El señor de los anillos, César, el ariete de los monos en El planeta de los simios y el líder supremo Snoke en la nueva saga de Star Wars.
Con el drama basado en hechos reales Breathe debuta en la dirección con altas expectativas. La película está protagonizada por Andrew Garfield, quien ya suena para el Oscar por su emulación de Robin Cavendish, erigido en activista por los derechos de las personas con diversidad funcional tras enfermar de poliomelitis a los 28 años. Como muchos de sus compañeros en esta liga del salto con red a la dirección, Serkis había trabajado como director de segunda unidad en las películas sobre El Hobbit.