VALENCIA. A punto de dar la bienvenida al mes de julio, no son pocos los que aprovecharán para veranear en la popular Cala del Francés, en la localidad alicantina de Xàbia. Su nombre se debe a unos visitantes que han marcado su historia aunque, eso sí, de origen suizo y no galo. El arquitecto que devino en acuarelista, André Lambert, fue el primero de una saga que desde hoy protagoniza la nueva exposición del Museu Valencià de la Il·lustració i la Modernitat (MuVIM). Los Lambert. Paisajes vividos, paisajes soñados se compone de 83 acuarelas realizadas por la familia de artistas en las que recorren sus lugares conocidos, como Suiza y Alicante, y aquellos con los que coquetearon en sus múltiples viajes, como Italia o Marruecos.
La muestra exhibe piezas inéditas de paisajes de montaña, árboles monumentales, extensiones de agua, casas rústicas e iglesias de los lugares que han formado parte de la vida de la familia. En 2012, el MuVIM presentó la primera muestra Lambert, un conjunto de obras muy exhaustivo que relataba la trayectoria vital y artística de cuatro generaciones de esta familia, conectadas por el tema de la ilustración gráfica, y en esta exposición vuelve a mostrar la conexión de tres de sus miembros, esta vez a través de las acuarelas. Esta nueva exposición fue presentada por el director del MuVIM, Rafael Company; el jefe de Exposiciones, Amador Griñó; la nieta de André-Louis Lambert, Milagros Lambert, y la comisaria de la exposición, Carolina Ruiz.
La heredera de los Lambert especificó que esta muestra se basa en el "amor al arte" y la "búsqueda de la simplificación" tanto en las formas como en los colores. La también ilustradora y editora de libros infantiles presentó un recorrido que inició su abuelo en Suiza, donde retrató los cantones de Valais, Lucerna, Berna, Friburgo, Ginebra o Tesino. De los paisajes en tornos verdes y azules, los cielos claros de Italia. Al modo de los artistas europeos del siglo XVII, que viajaban al país para familiarizarse con la cultura clásica, André-Louis Lambert hizo lo propio con su particular Grand Tour entre 1877 y 1914.
Siguiente destino: España y Marruecos. André Lambert hijo visitó entre 1912 y 1915 los países en su búsqueda del exotismo que, entre otros espacios, le llevó a residir en la Alquería Miramar de Benimaclet, desde donde visitó Xàbia, lugar en el que se asentaría a partir de 1920. Es en este momento que se pasa de los paisajes convencionales a los espacios humanos, habitados y bañados por la huella del hombre. Lugares con vida y con arcos que aparecen asociados a entornos urbanos y a la presencia de personajes enfocada a los escenarios urbanos. Su estancia en la costa mediterránea cambiaría su vida de tal manera que pasó a ser su nuevo hogar.
Xàbia es, sin duda, el lugar más retratado por el artista, acuarelas que muestran una villa bien diferente a la que hoy se puede visitar. Del París moderno y vanguardista a las vistas de la bahía con el Montgó, la masa rocosa de San Antonio y las siluetas de las iglesias de San Bartolomé y del calvario. En en 1950 que Milagros, su hija, retomó estos mismos temas en un formato mayor y con un trazo más rápido y menos depurado. El objetivo de la exposición es mostrar las conexiones entre los tres Lambert en un "diálogo intergeneracional" para así poner de manifiesto cómo han estado "siempre en contacto con el paisaje y la técnica de la acuarela", explica la comisaria.
Junto con la muestra Caja alta y caja baja, la exposición Los Lambert. Paisajes vividos, paisajes soñados tratará de aportar un "oasis cultural" antes del parón de los meses de verano y dentro del proceso de "repensamiento" iniciado por el museo, tal y como destacó su director, Rafael Company.