VALÈNCIA (EP). La compañía Teatro del Temple llega este miércoles al Teatre Talia de València con una versión del clásico de Calderón de la Barca, La vida es sueño, que acerca los versos del autor al siglo XXI envueltos en un ambiente exótico y lleno de color, una estética entre el underground y la película 'Matrix', y a ritmo de música en directo.
La obra, que estará en el Talia durante hasta el domingo, 8 de diciembre, permitirá al público valenciano disfrutar de una nueva visión del clásico inmortal de la literatura española, considerada una de las obras cumbre de las artes escénicas y de la literatura universal.
El elenco al completo, sus ocho intérpretes, bajo la dirección de Carlos Martín, ha estado este miércoles sobre el escenario para presentar su versión del clásico. Una versión, que lleva ya tres años rodando y que, según han explicado sus protagonistas, carga de "emocionalidad" los versos de Calderón de la Barca, utilizados como "vehículo dramático".
Así, rescata para este siglo el verso, "sin impostación", a ritmo de la música en directo, compuesta especialmente para la ocasión con instrumentos "poco habituales, orientales y algo exóticos", ha explicado su compositor, Gonzalo Alonso.
Cada nota musical "construye los ritmos del verso y acentúa su intencionalidad dramática", ha resaltado el director de la obra Carlos Martín. Y es que "los clásicos están vivos" y este montaje logra un "equilibrio" entre lo clásico y lo contemporáneo, ha defendido.
'La vida es sueño' disecciona la capacidad del ser humano para ejercer su libertad frente al destino. Se trata de una obra filosófica sustentada en una trama escénica donde los juegos de poder se cruzan con el deseo carnal y donde la realidad está siempre contagiada por lo onírico.
La historia arranca cuando Basilio, rey de Polonia, cree que su hijo Segismundo está destinado a ser despótico y cruel, y que le arrebatará el trono. Por eso decide encerrarlo en una torre solitaria, donde es criado embrutecido y encadenado, por Clotaldo, noble y leal servidor de Basilio.
El padre, temeroso de haberse equivocado, quiere poner a prueba a Segismundo, llevándole dormido a palacio donde despierta convertido en príncipe. Allí Segismundo se muestra a todos soberbio, bruto y cruel, por lo que Basilio decide restituirlo a la prisión. Cuando despierta de nuevo Segismundo está convencido de que todo cuanto vivió en la corte no es sino una ilusión, como lo es la vida entera.
