María José Llergo: "Mantener la esencia como artista es un acto de resistencia"
María José Llergo: "Mantener la esencia como artista es un acto de resistencia"
VALÈNCIA. María José Llergo sorprendió a aficionados y curiosos con la publicación en 2020 de su disco Sanación, una renovación del flamenco desde la tradición que mañana, 16 de agosto, resonará en el Teatre Romà en el contexto del festival Sagunt a Escena.
La música de la cordobesa está aderezada con todo tipo de sonidos, pero presume de raíces árabes y hondas, luminosas y oscuras, plagadas siempre de bellos melismas que acuden al pasado a beber para proyectarse en el presente. Su carrera está cimentada en una inquietud que le hace escapar constantemente del cliché sin perder su esencia.
A su recurrente compromiso con los orígenes, la artista nacida en Pozoblanco ha sumado otro descubrimiento vital: la meditación, que la acompaña en su rutina diaria. Como consecuencia, su flamenco bastardo se escucha más mántrico: voz en primer plano, dulce y honda, que flota sobre electrónica atmosférica.
“Tema por tema voy abordando cuestiones que me preocupan o que me han hecho daño, intentando canalizarlas en forma de belleza, para que el dolor no me destruya ni me haga peor persona. Estoy al principio de una carrera que querría que fuese larga, y necesitaba sanarme antes de entregarme. Como cuando amas a alguien: te tienes que querer a ti primero”, se explaya la cantaora.
Llergo, Premio Goya a la Mejor Canción 2022 por Te espera el mar, propone un espacio de expresión libre que trata de emocionar por encima de las etiquetas. En octubre presentará su segundo álbum, del que ya ha lanzado su primer ‘single’ de adelanto, Rueda, Rueda, prueba de su constante reinvención.
En el escenario del Teatre Romà será precedida por el folk electrónico de la alicantina Sandra Monfort, una artista que sabe combinar la técnica con la intuición, la tradición y la vanguardia, la poesía y la canción, el tacto orgánico y el digital. La carrera de la de Pedreguer se ha forjado sobre esta retahíla de dualidades. El suyo es un perfil versátil.
Sus canciones se caracterizan por un magnetismo extraño, una calidad onírica que se nutre de folk ancestral, lirismo soñador, repuntes electrónicos y el aliento de la naturaleza. Una música tremendamente mediterránea, pero también inequívocamente arraigada a su entorno, en la comarca de la Marina Alta que tanto le ha servido de inspiración. La joven artista forma parte de toda una nueva generación que está actualizando el legado sonoro de sus territorios desde una perspectiva absolutamente actual, vigente y sobrecogedora. Así lo reconocieron los Premis Carles Santos, con los reconocimientos a artista revelación y mejor disco de 2021 a su debut, Niño Reptil Ángel (Hidden Track, 2021).
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