LA COMIDA DE LOS CAMPEONES

Miobio, la startup valenciana que quiere revolucionar la alimentación para los deportistas

Empezaron como un restaurante de comida saludable en la Universidad Politécnica de València. Ahora dan de comer a once equipos de fútbol españoles de primera y segunda división, treinta atletas de élite y varias federaciones deportivas.

10/06/2022 - 

Lo llaman “gastronomía científica” porque utiliza los alimentos como si fueran medicinas. Detrás de cada menú hay una matriz de macro y micronutrientes medidos al milímetro y personalizados según el perfil metabólico y clínico de cada persona. Una serie de requerimientos de lo más específico, cuyo objetivo es aumentar el rendimiento deportivo y evitar lesiones. Emanuela GornatiSergio Brisa, socios fundadores de Miobio, aseguran que han venido a “revolucionar la alimentación de los deportistas”. ¿Y eso cómo se hace? Consiguiendo que sus clientes cumplan a rajatabla las pautas que les marcan sus nutricionistas, y que además lo hagan a gusto: con comida sabrosa, variada y alegre.

Desde su creación, hace catorce años, Miobio se ha metamorfoseado en diversas ocasiones. Empezó como un espacio de restauración dentro del campus de la Universidad Politécnica de València -concretamente, en el edificio Galileo Galilei-. “Fuimos muy disruptivos, porque nuestra propuesta de comida con productos ecológicos e integrales y con opciones veganas era muy rara de encontrar en la ciudad en aquellos años -apunta Emanuela, chef deportiva ejecutiva de la empresa. “Intentábamos dar una alternativa más sana y de mejor calidad a estudiantes y catedráticos. Nuestra propuesta era muy diferente con respecto al resto de lo que se ofrecía en el campus de restauración colectiva a muy bajo precio”, añade Sergio, CEO de Miobio y ex deportista de artes marciales. Él estudió ingeniería y viene del mundo de la empresa puro y duro, aunque comparte con Emanuela desde hace décadas su interés por la alimentación saludable. “Es nuestra filosofía de vida”, resume.

Emanuela es italiana y trabajó en el mundo de la moda hasta que, hace veinte años, empezó a formarse en nutrición y cocina saludable de la mano de uno de los gurús en este campo a nivel mundial. Se trata de Franco Berrino, director del departamento de medicina preventiva del Instituto Nacional de Tumores de Milano y conocido divulgador especializado en el estudio de la alimentación como medio para prevenir enfermedades como el cáncer. “Trabajar con él me cambió la vida, y me llevó a investigar y viajar por distintos países hasta establecerme en España. Estudié cocina energética, macrobiótica, ayurvédica, coaching nutricional y alimentación tradicional, por supuesto”.

El siguiente salto de Miobio consistió en mudarse a la calle Cádiz del barrio de Ruzafa y abrir un novedoso concepto de restaurante-escuela, que fue reconocido con el Premio Primer Restaurante cien por cien ecológico de España“Era un sistema de bufet con comida al peso. Estaba pensado para que cada cliente pudiese confeccionar su menú de acuerdo a las pautas que le había dado su médico o nutricionista. No solo venían deportistas, sino también personas con patologías como cáncer, fibromialgia o problemas óseos. También dábamos charlas y talleres para que la gente aprendiera a cocinar de forma saludable en su casa”, apunta Emanuela.

Fue en esa época cuando se les acercó el primer club de fútbol profesional. “Nos pidieron asesoramiento antes las dificultades que tenían sus jugadores para ejecutar las pautas nutricionales en casa, ya fuese por desconocimiento o falta de tiempo. Empezamos a trabajar con ellos con un catering post partido, diseñando para ellos un menú especialmente concebido para la recuperación deportiva. ¡Hasta ahora les daban pizzas y hamburguesas de franquicias!”, recuerda Sergio. 


El siguiente salto de Miobio, el que les situó en el camino actual, vino dado por la pandemia. “Algunos jugadores profesionales tienen chefs en casa, pero cuando nos confinaron ya no podían contar con ese servicio. Así es como surgió la idea de elaborar comidas desde una cocina central, dirigida por Emanuela, para enviarla después a domicilio”. Este servicio de catering a domicilio de comida recién hecha con menús personalizados tuvo una enorme acogida. No solo por parte de los clientes en València, que empezaron a multiplicarse, sino que también despertó el interés de inversores. “Nos convertimos en una startup con una capacidad de crecimiento a escala muy interesante. Ahora estamos establecidos en otras ciudades como Madrid, Barcelona y Sevilla, y nuestro siguiente objetivo es Italia, donde ya tenemos un inversor relacionado también con el mundo del fútbol”. 

En estos momentos, Miobio da de comer a once clubs de fútbol, treinta atletas profesionales y varias federaciones deportivasEnes Unal, jugador del Getafe CF; la piloto Carmen Jordá; el medallista paralímpico Jose María Dueso y el triatleta valenciano Marcos Pastor son algunos de los deportistas que han trabajado con ellos. 

“En realidad, cualquier aficionado al deporte o persona que deba seguir una pauta nutricional puede contratar el servicio a través de nuestra web. Cuando trabajamos con deportistas de élite o con clubs de fútbol, estamos en contacto permanente con sus nutricionistas, atentos a cualquier circunstancia que nos obligue a cambiar el menú. Por ejemplo, si un jugador acaba de lesionarse, hay que modificar de inmediato su pauta para los siguientes días. En el caso de los amateur es suficiente con que nos envíen las indicaciones de sus médicos y contesten un cuestionario para conocer sus gustos, alergias, intolerancias, etcétera. Con esto ya podemos elaborar para ellos menús personalizados y con un coste menor. Conocer los gustos de cada persona es muy importante para que cumplan las pautas y se consigan objetivos: nuestra comida no solo es sana, sino apetecible y muy variada. En un mes apenas se repetirían dos platos”, indica Sergio. 

¿Cuánto le cuesta a un deportista la contratación de cinco comidas a la semana, por ejemplo? “Unos 400 euros al mes, con los gastos de transporte aparte. Mucho menos que si lo pidiese todos los días a un restaurante”, señala Emanuela. “Hay que tener en cuenta que utilizamos solo productos de proximidad y temporada, muchos de ellos ecológicos, y por supuesto absolutamente todo lo que cocinamos es casero. No hay ni una sola salsa de bote. Cero azúcares, cero aditivos y cero glutamato monosódico, por ejemplo. El “truco” está en saber cocinar adecuadamente los ingredientes, para no hacerlos aburridos, ofrecer mucha variedad y servir siempre comida recién hecha. Hay otras empresas que llevan al cliente las comidas para toda la semana. Nosotros eso no lo hacemos, porque va en contra de nuestra filosofía”.