VALÈNCIA. Fue que abrieran los bares de las zonas universitarias y que ellos (y en menor medida, ellas) aparecieran. Como si nada hubiera pasado. La inmovilidad de las costumbres ancestrales. El campo semántico de los cubos de botellines de cerveza y las cenas de grupo en el El Pato Mareao, con fritanga y un caudaloso río de sangría. Kebab y tanque de birra por un euro en El Bósforo —Encuentre más consejos para comer y beber como en aquellos años universitarios en esta pieza de Almudena Ortuño—, la juventud que emerge, que necesita recuperar los meses bajo techo en pisos compartidos sin terraza, o en casas familiares sin libertad. Para sorpresa de mucha gente, la tuna y la vida de bar han vuelto.
Un «¡Hostia! Un tuno» motivó este reportaje. Socarrat, miembro de la M.G. Tuna de Derecho de València, es consciente de la extrañeza que provocan estas agrupaciones de estudiantes y ex estudiantes. «Es muy común escuchar la frase “¡anda!, ¡la tuna!”, como si de una aparición mística se tratase, y aunque la gente no lo crea, todas las semanas, la noche valenciana está repleta de hombres y mujeres vestidos de negro con una beca del color representativo de su facultad. ¿Por qué no nos parece extraño ver a gente en pleno centro de la ciudad vestida con atuendos de huertano del siglo XIX? La visibilidad que se les da a las Fallas, hace que esta sea una típica estampa más de la capital del Túria, sin embargo, las tunas de la ciudad seguimos muy vivas, con multitud de integrantes y llenando semana tras semana nuestras calles de música y alegría».
El registro mundial de tunas universitarias promovido por el portal Tunas.es intenta recoger los datos de las tunas en activo all over the world. España, Portugal y México son los países con más número de registros. En la ciudad de València destacan agrupaciones como la Tuna Universidad Politécnica de València, la de Peritos, la de Derecho o la de Ciencias. Una de las tunas femeninas más potentes es la de Medicina.
La tuna mixta no se estila. «Las tunas son o masculinas o femeninas. La legitimidad de esto es doble, en primer lugar histórica y en segundo lugar funcional: La mujer, por sus circunstancias sociales históricas, hasta el 8 de marzo de 1910 pudo acceder a la universidad en España. Por tanto, la tuna ya existía muchos años antes de que la mujer entrara a la universidad. Además la función de la tuna tradicional y de la que nuestras canciones tanto hablan y que seguimos manteniendo hoy día, era y es cantar a la mujer, es decir, ante un protocolo tan estricto para entablar una relación sentimental entre un hombre y una mujer de aquel entonces, ya los trovadores cantaban a su belleza o aquello que hacía especial la relación entre la dama y el trovador que quería conquistar su amor. En cuanto a la legitimidad, la tuna cuando canta sus canciones tradicionales, tienen una registro vocal que emplea las octavas más graves de la escala. Las partituras de nuestras compañeras están escritas en tonos que con voz masculina no podría alcanzar, y en consecuencia en registro vocal agudo con voces de soprano, mezzosoprano y contralto.
Si juntásemos las voces masculinas con las femeninas acabaríamos perdiendo en primer lugar el tono característico de la tuna. Desde la Tuna de Derecho animamos a que se forme una femenina».
El ‘M.G’ de M.G. Tuna de Derecho de València quiere decir ‘Muy Gloriosa’. Los primeros datos históricos sobre esta tuna datan del año 1776, se localizan en un documento del Archivo Real del Reino. “En el año 2016, cumplimos 240 años de historia conocida. Si la Universidad de València se funda bajo el nombre de Estudio General en 1499, podemos considerarnos como la asociación estudiantil más antigua. Entre los miembros de la Tuna de Derecho de Valencia, destaca la figura de Vicente Blasco Ibáñez en la década de 1880”.
Desde la asociación señalan una problemática del presente: “Existen una serie de cargos y al parecer bastante directivos en la Universidad de Valencia y en la Facultad de Dret, los que, por manías, estereotipos, prejuicios pretenden cada vez separar e incluso impedir que la tuna sea parte de la Universidad de Valencia. Hemos llegado a escuchar de estos estos dirigentes, que a la vez algunos de ellos son profesores, frases como ‘sois algo a extinguir en la universidad’ , ‘si fueseis un grupo de chicas que excluyese a chicos no habría ningún problema’. Hacemos una invitación a la reflexión para que algún día se acepte esto que ha estado presente antes de la entrada de estos detractores”.
El Siglo de Oro español además de ser la explotación mineral de Arturo Pérez Reverte es el período histórico relacionado con el traje de tuna: negro riguroso en el tejido, para homenajear a Felipe II, jubón, camisa, calzas, gregüescos —unos calzones abombachados que estuvieron de moda entre el siglo XVI y el XVII—, zapatos, bicornio, capa de tuna y la beca, símbolo que diferencia al tuno del vulgar estudiante novato. “En pleno siglo XXI, lógicamente, la tuna como la vida ha cambiado, ha evolucionado desde los instrumentos empleados, las canciones del repertorio e incluso la tela de los trajes. Aunque al ver a un tuno con todo su atuendo de medias, jubón, pantalones, capa pueda parecer un tanto anacrónico, podríamos decir que para nosotros es el ‘uniforme de la universidad’. Desde los ojos del tuno, el traje es mucho más que un uniforme, muchos compañeros lo definen como ‘el traje mágico’, ‘el traje de la risa’ y podía nombrar infinidad de comparaciones más y todas ellas positivas. Estoy seguro que en el paso de los años eso no ha cambiado ni cambiará”.
“En el momento en que pretendes ingresar en la tuna has de tener en cuenta que lo harás como novato, esto más allá de una tradición o una fase de trámite o una referencia a lo antiguo, de aquel aprendiz que entraba en el taller del maestro a aprender, es una parte fundamental en el ingreso y evolución del tuno. Nos han llegado a criticar duramente por ello cuando nunca lo han sentido, únicamente tienen una visión vaga. Pensamos que se trata de una fase fundamental. Muchos de los que acceden no saben tocar ningún instrumento, les da vergüenza, complejos... y más con 18 años. En primeros meses no se lleva el traje de tuno, sino un camisón de abuela al que llamamos ‘lamparita’. Tiene doble función, la primera de ellas aspirante sentirá que está haciendo el ridículo cuando se lo ponga por primera vez, en las sucesivas se dará cuenta por de que no importa lo que lleve puesto, lo realmente importante es la actitud”.
“Cuando viajamos por todo el mundo lo hacemos sin dinero, y en esos momentos nos encontramos con situaciones muy buenas, pero también con situaciones que hay que emplear mucho ingenio para salir del paso, y esa etapa de novato te dará las herramientas necesarias para que puedas hacerlo, del mismo modo que dará compañerismo sobre todo con tus otros compañeros novatos que se encuentran en tu misma situación, pero también con el resto del grupo ya que en estos largos viajes que pueden durar perfectamente 40 días, todos los recursos son comunes y la confianza y la complicidad son claves para salir del paso cada día de viaje. Llegado el momento en que ya se te considera un veterano más, cuando has alcanzado las grandes metas como novato que son la humildad, decisión e inteligencia. A partir de ese momento formas parte de un grupo que te acompañará toda la vida. Un punto de inflexión que te llevará vivir las mejores experiencias de tu juventud. No se puede explicar con palabras, hay que vivirlo”.