en la fábrica valenciana de HEINEKEN España

Nuevas instalaciones con vertiente sostenible en Quart de Poblet

La actualización afecta a las áreas de envasado, elaboración y energías de la fábrica valenciana. Va a suponer un aumento del 20% en la capacidad de elaboración y un incremento de la velocidad entre el 10 y 33% de las líneas de envasado, ofreciendo una respuesta más ágil a una demanda cada vez menos anticipada.

| 11/02/2022 | 5 min, 52 seg
La modificación de hábitos de consumo derivada de la pandemia y la necesidad de contribuir a frenar el cambio climático son dos retos a los que la fábrica valenciana de Amstel hace frente en 2022. Para ello, ha planificado un proceso de renovación de sus instalaciones que afecta a las áreas de envasado, elaboración y energías. El objetivo es favorecer dos elementos clave hoy en día: la flexibilidad y sostenibilidad.

Las instalaciones en Quart de Poblet de la familia cervecera HEINEKEN España, en la que se incluye Amstel, se inauguraron a mediados de los años 70. Casi 50 años después, su actividad ha evolucionado mucho, adecuándose al contexto social. Basta como ejemplo que el consumo de agua se ha reducido un 50% en la última década y el de energía térmica, un 33%. Además, actualmente elabora todos sus productos con el poder del sol, gracias al uso de electricidad de origen fotovoltaico.

A esta concienciación medioambiental se ha unido la constante mejora del servicio a los clientes y de la capacidad productiva. Una línea de trabajo más necesaria que nunca, ya que la anticipación de los pedidos se ha ido reduciendo. En el contexto pandémico, incrementar la adaptabilidad de las líneas de elaboración y de envasado permite dar una respuesta más rápida y eficiente a una demanda muy variable. Y con ese objetivo, la compañía ha arrancado el año en su fábrica valenciana. 


022 comienza con el reemplazo de instalaciones en el área cervecería que afectan al proceso de filtración y estabilización de la cerveza en la etapa de centrifugado. Para el total de los productos, esto supone un incremento de la capacidad de fabricación en torno al 20%. Y se eleva hasta el 300% para la cerveza de bodega, un producto fresco y de proximidad, dado que la de HEINEKEN España es la única fábrica de una gran cervecera de marcas en la Comunitat.

Y en el área de energías, se renuevan instalaciones que afectan al proceso de fermentación. Esto supone un menor consumo eléctrico y una mayor flexibilidad para atender a la demanda.

Con la misma filosofía se ha planificado la mejora del área de envasado. En los próximos meses se irán sustituyendo varias máquinas en dos líneas que sirven al canal de Alimentación. Esta modernización de instalaciones va a aumentar la velocidad de las líneas desde un 10 a un 33%, en función de los productos. Además, los nuevos pasteurizadores van a permitir un ahorro del 50% de la energía térmica necesaria.

Todo ello es una muestra de la apuesta a futuro por la fábrica valenciana de Amstel, que progresa para situarse como una de las más preparadas para dar una respuesta más ágil, dúctil y eficiente tanto al canal de alimentación como al de la hostelería, estando más cerca de los consumidores y cuidando el medioambiente.

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En 2021 HEINEKEN España ha fortalecido su compromiso con la hostelería, contribuyendo a impulsar el sector con cerca de 190 millones de euros, un 25% más que en 2020, destinado ayudar a los bares y restaurantes de todo el país a reforzar la competitividad de sus negocios, inyectarles liquidez y generar tráfico. 

Ya en las instalaciones de la familia cervecera en la Comunitat, el pasado ejercicio ha sido positivo para la fábrica de que dispone en Quart de Poblet. Y en un contexto tan inestable, ha obtenido excelentes calificaciones en las auditorías del servicio a los clientes. Esto se debe, en gran medida, al aumento durante 2021 de la capacidad de almacenamiento y a la mayor automatización de las instalaciones, que han permitido mejorar el tiempo y el nivel de respuesta.


Otro logro ha sido conservar la certificación de Seguridad Alimentaria BRC en el nivel ‘AA’, lograda mediante la auditoría de AENOR y en la que es pionera dentro del resto de fábricas de que dispone el grupo en España. 


A nivel tecnológico, el cambio de todo el sistema de control del área de cervecería ha supuesto un antes y un después. En 2021 se ha implementado el uso del software y hardware más moderno del sector. Esto ha permitido una mejor monitorización del proceso de producción, asegurando una mayor calidad en el producto acabado, como han avalado las notas de cata de las cervezas elaboradas en la fábrica valenciana. También ha repercutido en una mejora de la planificación y eficiencia de los equipos humanos


En el área de la sostenibilidad, 2021 ha sido un año de logros para la fábrica de Amstel en Quart de Poblet. 


Por una parte, ha pasado al uso 100% de energía eléctrica fotovoltaica. Y ha avanzado en la ratio de eficiencia energética: entre un 5 y un 10% para el uso de térmica, electricidad y agua. Además, ha puesto en marcha un cogenerador de biogás en su depuradora que ha supuesto la reducción del 80% del consumo eléctrico en la planta y disminuir 170 toneladas al año de la huella de carbono. 


Por otra, ha conseguido que prácticamente la totalidad de los deshechos derivados de la actividad en la fábrica entren en un sistema de economía circular, ámbito que el grupo cervecero trabaja intensamente y que le ha permitido entrar en 2021 el I y II Catálogo de Buenas Prácticas en Economía Circular elaborado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. En el caso de los plásticos y cartones empleados en la fase de envasado en Quart de Poblet, estos son aprovechados para la fabricación de material de packaging final, mientras que los subproductos (el bagazo extraído en la cocción, tras separar la cáscara de los granos de malta, y la levadura que ya no puede aprovecharse en la elaboración de cerveza) se destinan a granjas valencianas para la alimentación animal. Así, casi 37.000 toneladas de malta de cebada y más de 5.000 toneladas de levadura encontraron durante 2021 un nuevo uso. Un trabajo en la línea de la consecución de la certificación ‘Cero residuos a vertedero’ que espera alcanzar en 2022. 

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