VALÈNCIA. Frente a la visión reduccionista que desde Occidente se tiene de África, entendida en muchas ocasiones como un todo uniforme, no son pocos los ‘puentes’ que trabajan por comunicar las mil y una realidades que acontecen al otro lado del mar mediterráneo. En este campo, el de las historias concretas, se sitúa Dos monedas, la (futura) nueva novela gráfica de la joven autora Núria Tamarit (Vila-real, 1993). El proyecto se ha hecho con el premio València de Novela Gráfica, un galardón especialmente significativo, pues es la primera vez que cuentan con esta categoría, que se suma a las de ensayo, poesía y narrativa. Tamarit se convierte así en la primera ganadora del premio, con lo que próximamente se publicará la obra.
Esto, en cualquier caso, tardará aún un poco, pues como excepción los participantes de esta categoría no han de presentar la obra completa, sino un dossier con un mínimo de 16 páginas y un guion sobre la misma. Tamarit lo hizo, lo envió y venció. Con Dos monedas el lector viaja hasta Senegal, como acompañante de la protagonista del libro, una adolescente de origen europeo que experimenta su primer choque cultural al visitar una tierra que le resulta ajena, desconocida, pero no solo porque sea su primera visita, sino porque no coincide con lo que había oído hablar de ella. “Quiero contar mi experiencia, comparar esa visión que se tiene desde Europa con el país que yo viví”, explica Tamarit.
Efectivamente la obra es muy personal, pues parte de un viaje de la valenciana a Senegal, donde aterrizó de la mano de una ONG con el objetivo de participar en un proyecto cultural vinculado a la construcción de un centro con escuela o radio local. Cuando llegó se encontró con una tierra que poco tenía que ver con los clichés que había asumido previamente. “Nos enseñan que es un país hostil, peligroso, con una constante necesidad de escapar… [pero] existe una verdadera sensación de comunidad, viven sin la presión del capitalismo”, expresa la autora. Ella llegó a Senegal con la organización de Mamadou Dia, un joven senegalés que, tras su travesía en cayuco, contó su experiencia en el crítico libro 3052. Persiguiendo un sueño.
Nuria Tamarit no es ajena a las temáticas de ámbito social, sintiendo también como “una obligación” comunicar aquellas realidades menos conocidas, que en su caso llegan a través de un lenguaje “mucho más cercano” como es el cómic. Primera ganadora del Premio València de Novela Gráfica –“conejillo de indias”, bromea- , la autora considera que sumar esta nueva categoría a los galardones es un ejemplo de cómo “se está empezando a valorar un poco más el cómic”, un sector que vive un momento, quizá no dorado, pero algo más brillante que hace unos años. “Todo el mundo habla de la cantera valenciana, es un buen momento. Hay varios factores que han ayudado, como la existencia de festivales como Tenderete o un boom en los últimos dos o tres años de actividades relacionadas con el cómic y la ilustración”.
Seleccionada por un jurado formado por Mamen Moreu, Laura Pacheco, Enric Melego y Ricardo Peris, de Dos monedas han destacado “la originalidad del dibujo y la narrativa en una historia que habla de la cultura de Senegal desde el punto de vista de un europeo, pero evitando el drama y la compasión”. Tamarit estudió Bellas artes en la Universitat Politècnica de València y el Máster de Diseño e Ilustración. Actualmente trabaja como ilustradora freelance y dibujante de cómics. Entre sus obras publicadas destacan Anna Dédalus: El misterio de la Mansión Quemada (2015); Duerme pueblo (2016) y Avery’s Blues (2016). Junto a Anabel Colazo, Pau Ferrando, Maria Ponce y Luis Yang puso en marcha Nimio, publicación galardonada en el 34 Salón Internacional del Cómic de Barcelona como el mejor fanzine del año.
Para saber más