Nos trasladamos a la que probablemente sea la calle más emblemática de Arrancapins, para descubrir lo que se esconde detrás de este casi desconocido restaurante con tanto potencial.
Hablamos de On Time, situado en Juan Llorens, 51. Si frecuentas la zona, es probable que te haya llamado la atención su gran y luminosa fachada, pero no sabemos por qué, quizás tú tampoco te has atrevido a entrar. Sin embargo, basta con ver las reseñas y los seguidores en redes sociales para darte cuenta de que algo bueno te estás perdiendo. Y es que sí, sabemos que las opiniones de los cibernautas no lo son todo, pero no nos engañemos, a día de hoy, son un gran indicador de satisfacción y reputación para un negocio de hostelería. Pues bien, su 4,8 en Google y sus más de 5.000 seguidores nos auguran una buena experiencia culinaria.
Pero empecemos por el principio, quién y por qué. Al frente del restaurante se encuentra Ricardo González, con una gran trayectoria como empresario de la noche valenciana. Quien actualmente regenta Akuarela Playa junto al Grupo Salamandra, pero también ha estado al cargo del pub con el mismo nombre que se encontraba en Juan Llorens y de otros míticos de la zona como Carioca, que se encuentra (cerrado) justo en frente de On Time.
¿Y cómo llega alguien del sector del ocio nocturno a la hostelería de gorro y chaquetilla? Pues porque la pasión por la cocina le corre a Ricardo por las venas. Porque aunque lo suyo parezca (y sea) la gestión y las finanzas, el interés por la gastronomía le ha acompañado a recorrer el mundo en busca de productos y recetas que pudieran servirle de inspiración. “Allí a donde iba preguntaba si podía entrar en la cocina y aquello que me gustaba me lo traía en la mente para tratar de recrearlo.” A base de prueba y error, de mucha creatividad y de muchos cursos en reconocidas escuelas como Vakuum de Martin Lippo, Ricardo ha conseguido desarrollar un estilo propio de cocina que no reniega de todas las influencias que la envuelven. Y si hablamos de influencias, tenemos que hablar de Nacho Romero, chef de Kaymus y asesor gastronómico de On Time durante los inicios y a quien Ricardo reconoce imprescindible en esta aventura, que tampoco habría sido posible sin Belén y Carlos, sus compañeros de viaje desde hace más de una década.
Aunque las influencias de otras cocinas del mundo estén muy presentes en la cocina de Ricardo, el producto local y de proximidad juega un papel muy importante en su propuesta gastronómica. “Yo mismo me voy los miércoles y jueves de madrugada a la Tira de Comptar, a la subasta de pescado de La Lonja y a Mercavalència. Es una cosa que me encanta hacer, esto me permite tener el mejor producto. Si tienes buen producto es muy difícil cocinar mal, y es también una forma de conseguir buenos precios para que el ticket medio no se suba demasiado", nos cuenta. "Pero sin duda, lo hago porque me gusta conocer a las personas a las que le compro el género: las alcachofas a Pepe, los mini calabacines y flores de calabaza a Alfonso de Giménez, las cerezas a Jose, la carne a Javier de Discarval, el atún a Dani..." Respecto a la carta del local, no es larga en exceso, pero sí completa y según nos indicaba él mismo, siempre está cambiando. “Si paso más de una semana sin inventarme algo, mi equipo me pregunta si me encuentro bien", bromea. Encontramos también la opción de un menú degustación muy completo por poco más de 60€, una buena opción para personas indecisas que prefieren dejarse sorprender.
El diseño del restaurante On Time es otro de sus grandes atractivos y lo de “grande” lo decimos literalmente. El local cuenta con una decoración moderna y elegante, más bien minimalista que recargada, una iluminación suave y en muchas ocasiones, un pianista en directo, lo que crea una ambientación muy acogedora. Pero sin duda, lo que más destacan es la amplitud del local, que cuenta con más de 700 metros cuadrados y capacidad para más de 250 personas. La distribución de la sala también es peculiar, ya que predominan las mesas redondas, las preferidas de los grupos, contando incluso con una para 20 personas. Pero a su vez, encontramos varios rinconcitos perfectos para una cita de dos. Además, la cocina está completamente abierta, por lo que los comensales pueden disfrutar de la comida mientras ven en directo la preparación, lo que le suma un plus a la experiencia gastronómica. “Es algo que a mí como cliente me encanta, por lo que tenía que hacerlo así en mi restaurante. De hecho, una de mis fantasías es tener una mesa dentro de la propia cocina", confiesa Ricardo.
Hedonistas, si todavía no conocíais On Time, estáis a tiempo (nunca mejor dicho) de descubrir esta combinación de excelente comida, ambiente acogedor y servicio excepcional, perfecta para una ocasión especial o simplemente para disfrutar de la buena gastronomía.