Dirás, ¿por qué narices se tiene que mezclar el sashimi –la joya de la corona de la gastronomía japonesa-, con un formato tan común como el de una pizza?
La duda es lícita, pero creednos cuando decimos que ésta no es una fusión bastarda. En realidad, la pizza de sashimi que preparan en el restaurante Tastem tiene poco que ver con el clásico italiano. De hecho, la finísima base de masa de trigo sobre la que se asientan cortes de atún rojo, salmón y pez mantequilla es muy similar a la del burrito mexicano.
Si este plato se ha convertido en un hit es porque es una fiesta de sabores y de texturas. Un derroche de ingredientes y salsas. Un vicio, vaya. El sashimi se riega con salsa barbacoa casera, queso emmental rallado, huevas de pez volador (masago), cebollino y tomatitos cherry frescos. Otro ingrediente secreto es la salsa tsume -elaborada con anguilas tostadas al horno, reducidas a la sartén con agua, sake, mirin y las cabezas de anguilas-.
Puede que no sea un plato apto para puristas, pero es un descubrimiento alucinante para hedonistas licenciados.