VALÈNCIA. El secretario autonómico de Medio Ambiente y Cambio Climático, Julià Álvaro, presumía el pasado 19 de diciembre en su blog personal de la implantación en la Comunitat de una nueva tasa que penaliza la incineración de residuos. Lo hacía al detallar una reunión que había mantenido con la Plataforma Aire Limpio de la Hoya de Buñol-Chiva, ante quienes puso en valor el nuevo impuesto.
"Les recordamos (a la plataforma) nuestra voluntad de limitar la incineración y, prueba de ello, es la apuesta por la reducción de los residuos y, más concretamente, la reciente tasa de penalización por la incineración de estos. De no existir tasa alguna pasamos a que deba pagarse hasta 40 euros por tonelada de residuos quemada", explicaba.
Contra lo que pueda parecer, la gestión de la que presumía no era suya. Ni siquiera de del grupo parlamentario de su coalición (Compromís). Se trata de un nuevo tributo incorporado a través de la Ley de Acompañamiento de los Presupuestos de la Generalitat mediante una enmienda de adición de Podemos en Les Corts.
El texto original fue modificado, pero el resultado final ha supuesto un cambio significativo en la materia: la creación de un nuevo impuesto con un fuerte impacto para las industrias del cemento y el azulejo -que utilizan residuos como combustible- y una abultada subida en el que grava los vertidos -de entre un 320% y un 730% de las cuotas en la Comunitat-. Lograrlo fue todo un logro para la formación, en cuyo ADN se encuentra la lucha contra el auge de los deshechos y la apuesta por la reutilización en lugar de su incineración.
No obstante, según revelaron a este diario fuentes empresariales, la secretaría autonómica de Medio Ambiente ya había trabajado en profundidad para aplicar estas medidas que, finalmente, vieron la luz gracias a Podemos. Fue a mediados de 2017, cuando incluso se realizó una consulta pública a la que presentó alegaciones la Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana (CEV).
La patronal maniobró para que no se aplicara una subida tan drástica e invitó a la administración a negociar una menor con el visto bueno de las industrias afectadas. El asunto quedó aparcado, pero a través de Les Corts -y gracias a Podemos- ha sido recuperado y aprobado en un abrir y cerrar de ojos.
La enmienda contó con los votos a favor de Compromís y del PSPV, pero tras su aprobación ha quedado de manifiesto que no gustaba -ni mucho menos- a todo el Consell, hasta el punto que el presidente, Ximo Puig, ha anunciado subvenciones de hasta el 90% para que la industria azulejera sortee la tasa.
No era la primera vez que Podemos abandera una iniciativa atascada en el departamento de Julià Álvaro. De hecho el caso más notorio fue otro: el del Sistema de Depósito, Devolución y Retorno de envases (SDDR), una de las puntas de lanza del secretario autonómico y portavoz de Verds-Equo que, sin embargo, se ha topado con el poco entusiasmo del PSPV e incluso el de Compromís, con la consellera Elena Cebrián en una posición mucho más cautelosa.
En la misma línea, Podemos se convirtió en el auténtico defensor del proyecto en el parlamento valenciano, aunque en este caso con menor suerte, con un PSPV reacio a implementar el sistema en 2018. La formación morada tampoco logró los apoyos necesarios para crear una agencia que gestionara el SDDR y una tasa para financiarla, como también propuso a través de una enmienda de edición.
Exista o no un diálogo entre el dirigente y Podemos para sacar adelante las políticas en las que coinciden, se trata de una alianza tácita que beneficia a ambas partes: los planes del dirigente cuentan con un camino alternativo en caso de obstáculo y Podemos lidera en Les Corts políticas medioambientales, ganando terreno a Compromís.
La diputada de Podemos Beatriz Gascó sacaba tajada de esta circunstancia preguntada recientemente sobre la consellera Elena Cebrián en una entrevista concedida a Valencia Plaza: "Es una persona con un nivel de precaución que en política puede ser negativo. Por ser tan precavida y por querer tener a todo el mundo al lado, no está ni con unos ni con otros. Las organizaciones ecologistas están todas muy defraudadas con las actuaciones de la conselleria. Les consta que se están haciendo esfuerzos por parte de la conselleria que al final no acaban en nada por falta de valentía", aseveró la dirigente.
Cabe añadir en este contexto que, de cara a las próximas elecciones autonómicas, un sector de Verds-Equo contempla pactos con Podemos y EU ante sus tiranteces con Compromís, tal y como reveló este diario. El propio Julià Álvaro destacaba a principios de legislatura a este periódico la necesidad de mantener una "relación privilegiada" con la formación que lidera Pablo Iglesias.