CASTELLÓN. (EFE/VP). El Consell anunció este miércoles que abrirá un proceso de diálogo de seis meses con la patronal cerámica Ascer para negociar que la implantación de la tasa de residuos repercuta mínimamente en la competitividad de las empresas azulejeras, un impuesto recién aprobado por Les Corts que grava la valorización -la incineración de residuos como combustibles- realizada por la industria cerámica.
Así lo puso de manifiesto el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, tras la reunión de trabajo mantenida este miércoles en Castellón con directivos de Ascer, donde ha adelantadoadelantó que podrían estudiarse subvenciones de hasta el 90% para reducir el impacto del impuesto.
El secretario de Ascer, Pedro Riaza, hizo referencia hace una semana al aumento de la tasa de depósito de residuos en vertederos aprobada por Les Corts y adelantó que ésta supondrá para el sector unos costes de 1,5 millones de euros anuales.
Ascer puso de manifiesto que la tasa no había contado con el consenso que le habría gustado a la industria cerámica, ante lo que Puig subrayó que, pese a la voluntad del Consell de cumplir con el mandato de Les Corts y con la normativa medioambiental europea, lo hará "de una manera lo más dialogada posible".
"Creo que hay posibilidad de dialogar y valorar positivamente para que esta reforma no tenga una repercusión importante a nivel económico en el sector azulejero", dijo, para añadir que la tasa es una herramienta necesaria "para acabar con el turismo de residuos".
"En algunos vertederos estábamos recibiendo residuos que no se producen aquí y esto tenemos que arreglarlo y buscar una solución", explicó Puig, que indicó que le gustaría una implantación de la tasa progresiva y se acomode a subvenciones de alrededor del 90%.
Por otro lado, Puig ha afirmado que el próximo 9 de enero se celebrará una reunión de la Mesa Cerámica para fijar los criterios que permitan fortalecer la industria cerámica, un sector "estratégico" y un "pulmón de vida" tanto para Castellón como para la Comunitat Valenciana.
Este organismo, impulsado por el Gobierno valenciano y constituido por distintos representantes de este sector, se constituyó el pasado mes de febrero como un "espacio de relación permanente" entre la Generalitat y las empresas.
En la reunión del próximo 9 de enero la Mesa de la Cerámica tratará cuestiones relacionadas con la rehabilitación.
Puig ha señalado que la Generalitat ha duplicado la dotación destinada al Plan Renhata en los presupuestos para 2018, lo que permitirá pasar de 3 a 5,5 millones de euros.
En la reunión con Ascer se han abordado también cuestiones que implican la participación directa del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF), concretamente el "impulso" que puede darse a las empresas desde el Banco Público Valenciano de la Generalitat para mejorar su capacidad.
"Estamos para fomentar la inversión en los lugares donde la banca privada tiene más dificultad para llegar", ha indicado Puig, quien ha definido la inversión industrial como una "garantía de futuro" y una cuestión "fundamental" para el Gobierno valenciano.
En este sentido, ha recordado que el Consell ha puesto a disposición de las empresas valencianas 100 millones de euros, "que les permitirán tener esa financiación del 0 % al 1 % para lanzar o mejorar proyectos existentes".
Por último, en el encuentro se ha hecho referencia también a las exportaciones y a la necesidad de adoptar fórmulas para asegurarlas, como ya ocurre en Italia.
El president ha anunciado que ha finalizado la tramitación para que el Centro de Frutos Secos de Almassora se convierta en la sede del Instituto de Tecnología Cerámica (ITC).