VALÈNCIA. A falta de una última consulta para certificar que no ha llegado otra oferta a través de registro, la dirección general de Casa admite que ningún operador competirá con la Fundación la Caixa por la gestión del Àgora. 'El remate' de la Ciudad de las Artes y las Ciencias pasará en cuestión de semanas a encarar sus últimos trámites documentales para convertirse en el octavo CaixaForum de España y el primero en la Comunitat Valenciana. Transcurridos los 30 días naturales desde su propuesta formal y convenido el proceso con Presidencia de la Generalitat y Avanqua –que se desprenderá del contenedor y modificará sus condiciones de cesión de espacios– no hay marcha atrás para que el último edificio de Santiago Calatrava en València esté destinado a este uso durante los próximos 50 años.
Por su parte, la Fundación la Caixa ha agilizado el proceso convocando a distintos estudios de arquitectura para llevar a cabo una propuesta arquitectónica. Una llamada a proyecto a la que se presentaron algunos nombres propios importantes del sector tanto de la Comunitat como de Cataluña. Tal y como ha podido saber Valencia Plaza, siete de ellos tienen el encargo de presentar proyecto de obra tras el visto bueno de la comisión que la entidad ha creado para acompañar el proceso hasta 2020. Ese es el plazo con el que se trabaja para que CaixaForum València abra sus puertas, aunque a corto plazo, ahora, son esos cuatro equipos valencianos y tres catalanes los que han de solventar en pocas semanas un temible rompecabezas: lograr 6.000 m2 en el interior del Àgora.
Ese es el principal reto al que se enfrentan las siete empresas escogidas la semana pasada por el jurado. El interior del edificio ha proporcionar esos 6.000 m2 para que el CaixaForum que se idea desde la entidad pueda desarrollar toda su actividad. Para ello, fuentes del proyecto reconocen que la solución tendrá inevitablemente distintas alturas y tratará de generar los espacios acordes a la programación del centro expositivo y cultural. Según las fuentes, los siete estudios que compiten han de presentar paneles, maqueta y vídeo de la propuesta: "todos parten del respeto absoluto al edificio de Calatrava y ese es el mayor condicionante del programa".
Otras voces del sector que no han concurrido a la preselección destacan "la gran complejidad que supone proyectar un edificio dentro de otro. A nivel estructural, esto es el verdadero handicap". Una reputada arquitecta vinculada durante las últimas décadas a la arquitectura de grandes espacios comenta a este diario que "la clave está en generar un gran edificio sin poder usar gran maquinaria. Son muchos metros cuadrados los que se han de cubrir y no poder ejecutar con la normalidad 'habitual' de estas grandes obras el proyecto será un quebradero de cabeza y las soluciones pesarán en el mejor sentido dentro de la decisión final de la comisión".
Sin grandes grúas ni excavadoras, el CaixaForum se alzará dentro del Àgora con el compromiso de no tocar –en sentido literal– el edificio original de Calatrava que estos meses se encuentra rodeado de andamios. La Generalitat ultima su adecuación para entregarlo en las condiciones óptimas para el inicio de su conversión en el centro cultural de la entidad para la Comunitat Valenciana. Con 18 millones de euros de inversión en la obra, la Fundación la Caixa se ha comprometido a través de su proyecto a destinar cinco millones de euros anuales en el funcionamiento, exposiciones, talleres y el resto de actividades del que está llamado a convertirse en el tercero de estos centros por recursos en España (desde su apertura, ese tercer escalón lo ocupa CaixaForum Sevilla).
Las empresas catalanas destacan por distintos motivos: Enric Ruiz-Geli es un arquitecto que ha desarrollado una parte de su carrera vinculado a la escenografía y ha recibido docenas de premios. Con distintos usos de la cerámica y el vidrio, sus edificios son icónicos (buena muestra de ello es Villa Nurbs, en la foto lateral). Ha trabajado en proyectos de espacio público y proyecta desde 2015 el contenedor para la Bulli Fundation. Ruiz-Geli también conecta con una línea de alta sensibilidad por las edificaciones sostenibles. Por otra parte, Rondon Arquitectos tiene una amplia experiencia en equipamientos, oficinas, hostelería, viviendas, pero quizá destacan sus trabajos para los museos de Lleida y Sabadell o la rehabilitación de algunos espacios del Palau de la Generalitat de Catalunya. Por último, el estudio seleccionado Mias Architects (finalista del concurso de remodelación del Nou Camp) está totalmente especializado en el espacio público y los usos colectivos. Grandes emplazamientos para grandes flujos de gente, también con una importante carga icónica y destacado uso de materiales naturales.
En el caso de las cuatro empresas valencianas también se distinguen distintas especializaciones en su catálogo de proyectos: la del arquitecto Jose Martí, Erre Arquitectura, es la primera de ellas y durante los últimos años ha culminado proyectos de espacio público como l'Alqueria del Basket, el complejo Business Marina donde se encuentra la escuela de negocios EDEM o la remodelación de la estación de metro de Palmaret. El estudio de Ramón Esteve es más conocido por sus trabajos de viviendas de lujo con una marcada visión mediterránea, y sin embargo cuenta con bastantes proyectos de uso colectivo que van desde institutos, colegios o bibliotecas hasta la muy reciente reformulación del complejo industrial Bombas Gens en el museo de arte contemporáneo que hoy es. El equipo de Jaime Sanahuja, Sanahuja & Partners, también cuenta con centros educativos y sociales públicos en su extenso portfolio, aunque quizá destaca en el ámbito de los espacios de uso colectivo el Auditori i Palau de Congresos de Castelló. Un cuarto estudio valenciano formaría parte de esta selección de candidatos, aunque su nombre no ha podido ser confirmado por esta redacción.
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